Jean P.O.V
Soy el hombre más feliz del mundo, tengo todo lo que quiero, tengo a la persona que amo a mi lado, estoy en mi lugar favorito.
Marco Bodt, mi pareja y yo, decidimos planear un viaje solo para los dos en Alemania. Viajamos desde Tokyo y estabamos muy cansados, entramos al hotel tan lujoso y estabamos dispuestos a dormir.
-Jean, enserio ¡Gracias!- Dijo Marco entrando a la habitación.
-¿Qué no haría por ti, Marco?-
-Ah, estoy muy cansado.- Dijo Marco tirándose en la cama. -Voy a dormir- Marco se volteó boca abajo.
-Maaaarco.
-¿Qué?-Dijo sin aún voltear a verme.
-¡Guerra de cosquillas!-Dije aventándome hacia él y haciendole cosquillas en su punto débil: el estómago.
-¡Basta, Jean! ¡Sabes que ese es mi punto débil! ¡Ajajaja!-
-Bien, pararé, sólo tengo que averiguar algo.
-¿Qué vas a hacer? Ah, Jean...
No pude evitarlo, baje los pantalones de Marco suavemente y bese su hermoso y redondo trasero, Marco solo gimió al sentir el tacto pero no se movió, tengo que hacer algo para que cambie de posición, quiero ver su cara.
-Jean...-
-Te amo Marco...-
Le quité sus zapatos, iban a ser un estorbo. Después baje sus pantalones hasta sus rodillas junto con sus boxers, levanté un poco el cuerpo de Marco e introducí mi lengua en su entrada.
-¡Ah! Jean..- Dijo finalmente levantando la cara y tratándo de voltearse.
-¿Qué pasa cariño? - Dije con una sonrisa pervertida.
-Sólo viste mi trasero y ya estas duro, increíble.
-Es irresistible- Dije despojándome de mis ropas y despojé las de Marco también.
-Pero Jean...estoy cansado...
-No te preocupes por eso, yo haré todo.- Dije besando a Marco.
Empeze com pequeños besos en los labios y pedí permiso para introducir mi lengua, marco me acepto y iniciamos una guerra de lenguas.
-Je...an..-Dijo Marco quedándose sin respiración.
Deje los labios de Marco y un hilo de saliva nos conecto, después baje a su abdomen y lo besé, lamí desde su ombligo hasta su pecho, él se estremeció. Lamí uno de sus pezones y con mi mano jugué con su pezón libre.
-J...Jea...n..
-¿Qué pasa?-Dije sin dejar de jugar con sus pezones.
-Por....fa...vor...
-¿Necesitas algo?- Dije bajando mi mano y acariciando su erección.
-Jean...deja...de..torturar...me
-No te escucho.- Dije con un dedo dentro de él ya.
-¡Ah, joder!
Segundo dedo, tercer dedo.
-Jean...métemela ya.
-Como tú digas-Dije depositando un beso apasionado en sus labios y sacando mis dedos.
Me introducí en Marco suave y lentamente, pude ver donde él hacía una mueca de dolor, así que espere a meterme por completo y esperar unos minutos.
-Mierda Marco, sí que eres estrecho.
-Ah, y tú muy grande.
Sonreí pervertidamente y le di una embestida suave, seguí así hasta que Marco tomó mi cuello y me atrajo hacia él y me beso. Realmente me sorprendio, Marco no hacía esas cosas, pero me alegra que sea así. Seguí con mis movimientos lentos.
-Marco...me encantas..
Lo besé
-Por favor Jean, q-quiero...más.- Dijo Marco extendiendo sus brazos y poniendolos alrededor de mi cuello.
-Si me miras así, y lo dices así...claro que sí.
Mis embestidas ahora eran fuertes y quise oir los gemidos de Marco, pero él tiene la costumbre de morderse el labio y no me deja escuchar.
-Marco...no te muerdas...quiero oírte.- Dije mientras me acercaba a él para besarlo y dejar que sus hermosos gemidos salgan.
-Mm...ngh..Jean, Ah...¡Ngh,ngh! Ah...
Marco comenzo a gemir cerca de mi boca, amaba eso. Y por eso no quiero que se muerda el labio. Aumente la fuerza de mis embestidas sintiendo como ya casi llegaba a mi límite, Marco pronto lo alcanzaría tambien.
-Ngh...Mar..co..
-Jean...ya...casi...me voy a..
-No, tienes que...ngh..esperarme...quiero...que nos corramos juntos. - Dije sujetando la punta de Marco evitando que se corra.
-¡Ah! ¡Jean, ah!...no..puedo más...- Dijo aferrandose a mi y clavando sus uñas en mi espalda.
Marco enserio quería correrse, lo sentí ya que enterro sus uñas demasiado en mi espalda y dolía.
Finalmente sentí ese escalofrío en todo mi cuerpo y solte la punta de Marco...los dos nos corrimos al mismo tiempo.
-Ah....Jean...te amo
-Ah....yo tambien, pero...¿segunda ronda?
-Ya quisieras. - Dijo Marco dándome un almohadazo.
-Jajaja, era broma cariño.
-Apesar de ser un idiota, me haces feliz.
-Tu eres la razón de mis sonrirsas, Marco.
Nos besamos, nos abrazamos y nos dormimos.
Al día siguiente
-Vámonos, Marco.
-¡Sería mejor si me ayudaras con las maletas, sabes!
-¿Marco?- Dijo una voz que me pareció conocida.
-¡Eren!-Gritó Marco. Era Eren, ¿aquí, en Alemania? Ese mocoso nunca me cayó bien, y para mi suerte estaba aquí.
-¡Hace mucho tiempo que no nos veíamos! -Dijo Eren abrazando a Marco.
-¡Losé! Ah, Eren, Jean también está aquí.-Dijo Marco tomando mi mano.
Finalmente notaron mi presencia. Bien.
-Hola, mocoso.
-Jean, no has cambiado nada.
-Tu tampoco.
-Bueno, sólo los ví y pasé a saludarlos, ah esta es mi hija, Mikami.- Dijo Eren cargando a una niña de como 4 años.
-¡Qué linda! -Dijo Marco.
-Ah, bueno, sabes Eren, tenemos que irnos, nos esperan en otro lado. ¡Adiós!-Dije arrastrando a Marco hacia la salida para que nos fueramos.
-Jean..¿porqué nos fuimos?
-Porque si seguiamos ahí se te vendría la idea loca de tener un hijo.
Marco me miro con una sonrisa malévola.
-Oh no...
-Jean, ¡Tengamos un hijo!
-¡Tienes pija!
-¡Adoptaremos!
-Oh por dios...
Con un bebé o no, yo mientras alado de Marco seré feliz, porque él fue quién me apoyo con mis problemas familiares, económicos y sentimentales. Así que probablemente Marco necesita ser feliz ahora, así que iremos hoy mismo a adoptar a un niño. Aunque estemos en Alemania, yo haría todo por Marco.
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Lo siento si esta muy corto.
Espero que les haya gustado y si quieren segunda parte sólo diganme.
Mañana subiré el Hanpeto.
Gracias por leer.
