Capítulo 10

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El castaño entró al auditorio, había pasado una semana desde el viaje estudiantil. Y Jisung comenzaba las prácticas del teatro, pronto tendrían una presentación donde vendrá toda la escuela y era presión al pecas.

Una vez sobre el escenario, el profesor mandó todo a sus lugares, Yuna, que estaba acostumbrada a ser la principal, esta vez se colocó a la esquina.

— ¡Acción! — exclamó el profesor.

Todos comenzaron a decir sus líneas con hojas en manos, la entrada de Jisung iba después de que Yuna hablara.

Tendría que hacerse una prueba para descubrir su origen — habló Yuna leyendo su hoja.

Jisung suspiró y se acercó a la mesa del medio, tocó su cabello pensativo y luego negó.

No quiero que le hagan más pruebas. Ella tiene que descansar. Y-yo se que tiene que descansar.

Así siguieron las prácticas hasta terminar. Jisung salió del lugar bebiendo un batido que le regaló el profesor como felicitaciones.

— ¡Hey! — Llamó la rubia, el omega la vio y espero que esta llegara — Lo hiciste bien, creí que eras malo, pero no lo has hecho tan mal, extranjero.

Jisung asintió suave, se sentía incómodo ante la confesión de la chica. No sabía cómo tomarlo, como cumplido o sarcasmo.

— Gracias.., Yuna.

— ¡Oh, ya entiendes coreano! — dijo tomando del hombro al menor. — ¡Ya podrás coquetearle mejor a Minho!

Mejor me voy, pensó el omega

— Hasta luego — dijo para intentar huir, pero Yuna le sujetó más del hombro, causándole dolor —, me duele...

— ¿Sabes que Minho nunca dura en sus relaciones? Siempre toma todo de ti y luego te bota como basura. — dijo sonriente, reforzando más su agarre, Jisung tenía una mueca de dolor, tomando su mano sobre la suya para intentar soltarse. — ¿Te recomiendo algo? Ni siquiera lo intentes. Minho solo quiere una persona fija para pasar el rato. No te ilusiones si de la nada te dio atención.

Finalmente lo soltó, suspirando satisfecha. El castaño sentía sus ojos arder. Yuna le sonrió. — ¡Hasta luego, extranjero!

***

Lee salió de la cancha, y se dirigió a la biblioteca, hoy tenía que darle clases a Jisung. Estaba emocionado, ilusionado. Tenía tiempo sin ver al castaño y lo extrañaba.

Si, sonará raro pero no paraba de pensar en el omega y su manera de expresarse. Su lobo por fin sentía libertad, y Minho se sentía mucho mejor desde que dejó que su lobo tomara las riendas en el asunto.

Una vez llegó al lugar donde siempre se encontraban, no lo vio sentado donde siempre, llamando la atención del alfa. Comenzó a buscar por alrededor, encontrándolo sentado en el piso del último pasillo.

— ¡Pecas..! — corrió a donde estaba, viendo como este se tapó su cara con su suéter. Se agacho frente a él — Bonito, ¿por qué lloras?

— No es nada, hyung — dijo entrecortado.

El peliazul le bajó sus manos y tomó del mentón, limpiando unas lágrimas que bajaban.

— Sung... las personas no lloran por que sí. ¿Alguien te hizo algo? — Jisung en silencio asintió, haciendo gruñir el lobo del mayor. — ¿Qué te hicieron?

— Yuna... — Fue suficiente para que Minho se quisiera levantar e irse a buscar a la chica. Sin embargo fue detenido por el omega — No quiero que vaya, lo quiero aquí.

El alfa se sentó a su lado, pasando su brazo por el hombro del chico, Jisung se acomodó sintiendo seguridad al instante.

— Ella me dijo... — Han suspiró — me dijo que tu nunca me querrás de verdad. Hyung, ¿solo va utilizarme? — preguntó triste.

El alfa lo giró a ver — Pecas, Yuna está mintiendo. Jamás te utilizaría. — besó su sien. — Esa chica solo quiere herirte...

— Lo logró — dijo triste.

— Jisung, mi lobo te ama y... yo también. Aún me acostumbro pero me gusta verte sonreír, Yuna solo está celosa, ello no importa. Y todo lo que te dijo es mentira, pecas.., no quiero que afecte tu mentecita ¿sí?

Jisung asintió. Abrazando al alfa, sintiéndose más tranquilo, el peliazul le correspondió con fuerza.

— Minho te quiero, — dijo suave. Haciendo al alfa sentir una felicidad, sintiendo su lobo mover la cola contento. — se que usted jamás me haría eso, ¿cierto?

El alfa negó escondiendo sus labios — Nunca.

Han lo vio, sonriendo suave. Le vio de rostro completo, notando lo húmedo de sus labios, quería besarlo, pero temía de cómo reaccionaría el mayor.

— Minho.., ¿Puedo besarlo?  — preguntó tiernamente, el peliazul rió suave por inercia. — ¿Por qué se ríe?

— ¿Desde cuándo se pregunta, Sung? — dijo sonriente.

— Sería nuestro primer beso, quiero hacerlo bien — dijo suave, ansioso.

¿Ahora si podremos besarlo? Minho asintió.

Tomó del mentón al menos, viendo sus labios rosados. Dios nunca creyó desear tanto algo como ahora.

Terminó por acercarse al mismo tiempo que el omega lo hizo, uniendo sus labios en un beso suave. Minho asimilando que besaba a un chico y no solo uno, era a Han Jisung, el chico que quiso lejos hace un mes.

El omega rodeó sus brazos por el cuello del alfa, acercándose más, amando el tacto de labios del mayor. Por otro lado, Lee bajó sus manos a la cintura del menor, tomando de esta con suavidad.

Finalmente cuando se separaron, viéndose a los ojos fijamente, ambos con un brillo en ellos. Minho sonrió dejando un picó en él. Recibiendo un abrazo del menor.

El mayor aspiró el aroma del omega, sintiéndose drogado al momento, era un momento lindo, por lo que guardo sus ganas de besarle el cuello para sentir más del aroma del pecas.

Pero sabía que era algo que tenía que hacer.

¡Pecas!¹ - Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora