Biblioteca Boukun

Pesadilla

One shot octubre 2/2

No podía deshacerse de la terrible inquietud que abordaba su mente, se trataba de una extraña sensación de pasos siguiéndolo a todas horas y en cualquier parte.

Había veces donde respirar le era imposible, las noches eran las más difíciles; sin poder descansar se levantaba a altas horas de la madrugada ante cualquier sonido viniendo de la sala; no sería raro un pequeño ruido en una casa tan grande como la que habitaba, pero el problema era que vivía solo y eso le erizaba la piel.

Las cosas a veces se movían de lugar, los cuartos que cerraba con llave siempre estaban abiertos. Pensó que quizá alguien le jugaba una broma de mal gusto; no sabia quien era pero se le estaba acabando la paciencia. Para colmo nadie le creía cuando decía mirar cosas que no estaban ahí, las pocas personas cercanas empezaron a alejarse; lo creían loco, escucho en repetidas ocasiones a los demás decir que sólo quería llamar la atención. Entonces para que dejaran de juzgarlo dejo de hablar del tema; fue entonces que todo empeoró.

Cada mañana le aparecían pequeñas marcas en todo su cuerpo especialmente a un lado del cuello, como si le hubieran encajado intencionalmente un alfiler encima de la piel; era extraño y aunque trato de encontrar un origen lógico para sus heridas; al final quedó sin poder explicarlo. Sus raros síntomas no se detuvieron ahí, las marcas se convirtieron en moretones por todas partes incluso en lugares que jamás se atrevería a mencionar; cada vez estaba más débil y no solo su cuerpo, también su mente se frustraba con facilidad; y llegó al extremo de estar irritado casi todo el tiempo. Pero cuando fue a examinarse con un médico no le dijo gran cosa, su diagnóstico final fue depresión acompañada de una leve anemia y solo le receto unos cuantos suplementos para que aliviará sus síntomas.

Desepcionado volvió a la universidad para distraerse, estando allí visualizo nuevamente a esa persona; un chico imposible de ignorar gracias a su destacada apariencia, se encontraba rodeado de una multitud bastante numerosa; eso no era de extrañar alguien con sus características siempre es el centro de atención a donde quiera que vaya. Fue un chico que llego de la nada pero pese a su corto periodo de estancia logró conquistar a todo aquel que se cruzaba en su camino.

Cuando ambos hicieron contacto visual, una sutil sonrisa se dibujo en el rostro del chico; dejó de lado a la multitud que le acompañaba y fue casi corriendo en su dirección, aquellos que dejó atrás mostraron su descontento y celos hacia el.

—¡Souichi al fin puedo verte! — grito lleno de alegría

No sabia como responder a su efusivo saludo, en realidad su presencia le incomodaba a un nivel extremo, no sabia la razón pero justo en ese momento quería salir corriendo.

—No tengo tiempo Tetsuhiro — respondió dándose la vuelta

Fue un contundente rechazo que hizo por instinto; no entendia porque le resultaba desagradable pero algo en Tetsuhiro no lo convenció. No quería gastar su tiempo pensando en eso ya que tenia problemas más importantes que su nuevo asistente; así que llego lo más rápido posible al laboratorio para empezar a trabajar, se percato que su otra compañera ya se encontraba adentro y al verlo entrar le saludo cordialmente

—Sempai .. buenos días — saludo alegremente ¿Como se encuentra?

—Estoy bien Momoko —mintió Me encuentro mejor

La chica parecia no estar convencida con su respuesta, entonces se acerco quedando justo al lado de Souichi y coloco una de sus manos en su frente quizo examinarlo ella misma porque no confiaba en su palabra. Después de todo no sería la primera vez que le mentía sobre su estado de salud