Idol

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One shot octubre 1/2



Se acostumbró a las cegadoras luces parpadeando centenares de veces por segundo, a la gente imprescindible y tan fácil de remplazar como si tuvieran una larga fila de personas a sus espaldas.

Eran las cosas habituales de ese perfecto mundo; colmado de gritos enardecidos, donde las palabras dulces acechanban a cualquier inocente; que fuera lo suficiente tonto como para ser engañado audazmente por los que ocultaban la envidia en su interior, tampoco faltaban las venenosas intenciones con el único objetivo de hacerte cometer incluso un mínimo error.

Pero a pesar de todo; el mismo había elegido ese camino tan brillante, Tetsuhiro Morinaga desde hace años era considerado uno de los mejores y más guapos modelos de la industria. Con su porte, apariencia varonil y su inigualable sonrisa; arrebataba el corazón de cualquiera que se atreviera a posar su mirada en el. Era guapo eso lo sabía muy bien, pero había algo que era considerado un defecto muy grave para todos a su alrededor, ese problema era su personalidad rebelde.

En muchas ocasiones su representante había hecho milagros tratando de limpiar sus desastres, si no eran fiestas clandestinas a las que asistía, le esperaban peleas o rumores desagradables relacionados con su vida personal. Pero a pesar de los inconvenientes el trabajo no le faltaba, había logrado con éxito crear una imagen de chico malo sexy que a todos les gustaba; por si fuera poco provenía de una adinerada familia que lo respaldaba cuando era necesario; así que peleas, rumores o su mala actitud no afectaba su carrera en absoluto; el futuro lo tenía asegurado y nadie tenia el poder suficiente como para decir lo contrario.

Hasta que un día todo eso cambio, su mánager estaba tan cansado de repetir la misma pregunta de siempre, "porque". Los trabajos para Tetsuhiro empezaron a disminuir hasta ser casi inexistentes; ya nadie lo buscaba para ser la imagen de sus marcas, fue tan rápido su hundimiento en la industria, que no se pudo hacer nada para evitarlo. Tetsuhiro estaba realmente furioso por su caída, que rápidamente buscó la fuente de toda su desgracia; y lógicamente la encontró.

La causa fue un recién llegado que había aparecido de la nada, sin pasado o algún tipo de presentación; pero con una belleza sin igual que aturdia a todo aquel que lo veía pasar. Su nombre era Souichi, un rubio despampanante educado y considerado; siempre dispuesto a dar lo mejor de sí; todo lo contrario a su forma actual de comportarse. No tardó mucho en destacar y acaparar a los principales patrocinadores del país; siempre lucia impecable en portadas de revistas y publicidad; lo que provoco que miles de seguidores se sumarán hasta convertirse en millones. Lo dejo bajo su sombra y poco después, Tetsuhiro se volvió víctima de numerosas críticas respecto a su arrogante actitud; pero fue algo que se esperaba, la hipocresía también era algo normal de su profesión.

De a poco empezó a guardarle rencor a su rival, y estaba convencido de que Souichi también utilizaba una máscara como todos los demás; solo debía averiguar cual era su verdadera naturaleza y ganaría. Pero pasaron las semanas sin encontrar nada, pago a múltiples detectives pero todos volvían con la misma historia; estaba limpio. El resultado Tetsuhiro no lo podía creer, era imposible que no tuviera debilidades; pero después de mucho buscar desistió con sus planes por el momento.

Y solo después del gran esfuerzo de su representante al buscarle un trabajo, llego el momento que le tocó trabajar junto a él; Tetsuhiro quedó impresionado con su bella apariencia era aún más hermoso que en las fotografías; pensó que quizá los fotógrafos no hacían bien su trabajo. Al conocerlo en persona comprobó la infinita paciencia de los rumores; también su profesionalismo frente a las cámaras. Si hubiera sido el, se enfadaria con los empleados por cometer hasta el mínimo error; pero no Souichi era la clase de persona que escuchaba a los demás. Las semanas pasaron y con cada minuto a su lado más lo admiraba, no pudo evitar sentirse atraído por su sola presencia.

Y en el ultimo día de la sesión de fotos, preparo especialmente un enorme ramo de rosas que quería obsequiarle, las manos le temblaban y por primera vez su corazón se aceleró; pero al buscar a Souichi no lo encontró donde se suponía iba a estar. Y despues de pensarlo se le ocurrió la idea de dejarle las rosas en su camerino ya que probablemente estaría ahí, se paró afuera de la puerta y cuando estaba a punto de tocar noto que se encontraba entreabierta y unas voces se escuchaban adentro. Por curiosidad entro sin permiso para saber lo que sucedía, pero jamás espero ver tal escena.

Te quiero — decía suavemente

Un hombre había llegado antes que el y abrazaba fuertemente a Souichi, aunque sorprendido acepto sin dudar aquellos brazos que lo envolvían cálidamente.

Yo también — respondió sin dudarlo llenando de alegría a aquel hombre

Y fue cuando Tetsuhiro sentia que se estaba hundiendo, ya que conocía perfectamente al hombre que abrazaba al rubio

—¿De verdad vas a presentarme a tu familia Kunihiro?— dijo emocionado

Por supuesto — contesto Llevamos mucho saliendo.. ya es hora

Antes de responder Souichi miro seriamente a Kunihiro

—¿Crees que me acepten?

Kunihiro río ante la inquietud de Souichi, beso su frente antes de responder

—¡Claro que sí!— afirmó Además creo que ya conoces a mi hermano menor

Souichi lo miró extrañado

Hablas de Tetsuhiro — contesto Trabajamos juntos pero no creo agradarle – respondió desanimado

Kunihiro encantado con sus comentarios se inclinó hacia Souichi para besar sus labios un par de veces

Solo deben conocerse mejor — dijo despreocupado Se que tu carrera es importante y por eso hemos mantenido en secreto lo nuestro — decia acariciando su mejilla

Si — respondió agachado la cabeza Eres alguien muy influyente, no quería que pensaran que todos mis logros son gracias a ti – confeso

Lo sé — dijo

Tetsuhiro fue testigo de como ambos se abrazaban nuevamente hundiéndose en su calor, en ningún momento se dieron cuenta que estaba ahí, tampoco que los había escuchado. Se fue en silencio y en el camino desechó el ramo que aún conservaba en sus brazos; maldijo a todos especialmente a su hermano mayor, que no le basto con ser el preferido de sus padres o haber heredado la mayor parte de la fortuna familiar, eso no fue suficiente; tuvo que poner sus ojos en la persona que le gustaba. Fue siempre de ese modo, pero justo esa vez no tenía intenciones de retroceder; en su corazón ya estaba Souichi así que debía usar cualquier medio para obtenerlo, no le importaba si quería a su hermano, al final sería suyo. La admiración que sentía por el; se convirtió en obsesión ahora que conocía su debilidad era cuestión de tiempo.



Después de todo la vida de un idol era tan frágil y fugaz.








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