Ella era diferente, inevitable, inefable
A veces tan tierna, tan cálida, tan niña
A veces tan fría, tan distante, tan mujer
Era ella, sencillamente ella
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º Los 100 Fanfiction
º Bellamy Blake x Oc Reader
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09. ¿Una tregua?
En cuanto el filo del arma rasgó la piel de su cuello y un hilo de sangre comenzó a descender, Bellamy se alejó de golpe, la incertidumbre pintada en su rostro. Kalea abrió los ojos, manteniéndose inmóvil y en silencio, consciente de la tensión que llenaba el aire, sabía que cualquier movimiento o palabra podría romper el delicado equilibrio entre ellos en ese momento.
⎯¿Por qué de pronto me dices todo esto? ¿Por qué ahora? —reclamó Bellamy, conteniéndose para no alzar la voz y no perturbar el sueño de la niña.
⎯Es la primera vez que estamos actuando civilizadamente, o quizás... —soltó un suspiro pesado ⎯. Octavia pensó que si hablaba contigo dejarías de evitar que estemos cerca. Cree que tenemos algún tipo de conflicto de liderazgo y no algo más problemático.
⎯¿Cómo puedo confiar en ti? ¿En todo lo que me has dicho?
⎯No te estoy obligando a hacerlo —respondió con firmeza ⎯. Es tu decisión si quieres creerme.
La tensión entre ellos flotaba en el aire, como una cuerda tensa a punto de romperse.
⎯Mira, sé que las palabras pueden parecer vacías después de todo lo que hemos hecho —habló la pelirroja ⎯. Lo que te he dicho solo es una pequeña versión de mi historia, pero es verdadera.
El moreno se dejó caer pesadamente sobre el sillón, entre sus manos sostenía la navaja, jugueteando con ella de manera distraída. La chica ocupó el extremo opuesto del sofá, sus dedos tentando su cuello herido con suavidad mientras trataba de calmar el dolor que aún pulsaba en su piel.
El ambiente se tornó denso, lleno de un silencio incómodo. De pronto, Bellamy rompió la quietud al extenderle un trozo de tela, su gesto inesperado desarmando un poco la tensión que los rodeaba. Ella lo miró con desconfianza al principio, dudando si aceptar su ofrecimiento. Sin embargo, después de un momento de vacilación, tomó la tela con resignación y la pasó limpiando el hilo de sangre.
⎯¿Cuántos años tenías cuando te encerraron? —preguntó Bellamy de pronto, rompiendo el silencio que se había instalado entre ellos.
⎯¿Empezaremos con el interrogatorio?
⎯Quiero tratar de entender todo esto y cómo conociste a Octavia, si se decía que habías sido aislada de los prisioneros —insistió él, su mirada fija en la suya, como si intentara desentrañar un misterio.
Ella soltó un suspiro pesado, sintiendo el peso de la duda. Le costaba abrirse a él y compartir los fragmentos dolorosos de su pasado. Sin embargo, si quería que Finn dejara de preocuparse y mantener el estado emocional de Octavia estable, tenía que hacerlo como último recurso.
