Día 3

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Modificación

F: 15/11/2024

H: 19:18

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Día 3

En una mañana tranquila, Rody notó algo extraño en el aire. El aroma dulce y embriagador de las feromonas impregnaba toda la habitación, tan intenso que lo obligó a fruncir ligeramente el ceño. No era que el olor le desagradara; todo lo contrario, Era una esencia que lo atraía instintivamente. Sin embargo, sabía que esto podía significar problemas: si no tomaban precauciones, podría desencadenar el celo.

Rody se incorporó lentamente, parpadeando para despejarse mientras sus ojos buscaban a Vincent en la cama. Allí estaba, acurrucado entre las sábanas, su cabello desordenado y las mejillas ligeramente sonrojadas. El aroma dulce emanaba de él con una intensidad que no podía ignorar.

—Vincent... —llamó Rody en un tono suave, intentando no alterarlo mientras se acercaba.

El omega se quitó, abriendo los ojos lentamente.

— ¿Rody? —su voz era un susurro somnoliento, pero su mirada se clavó en el alfa con una mezcla de confusión y timidez—. ¿Qué pasa?

—Tu olor... —dijo Rody, deteniéndose al borde de la cama—. Es más fuerte de lo normal. ¿Te sientes bien?

Vincent parpadeó, luego desvió la mirada como si intentara procesar lo que estaba ocurriendo.

—Está bien, voy a ayudarte. Pero tenemos que asegurarnos de manejar esto bien. ¿Te sientes con fuerzas para levantarte?

Vincent negó con la cabeza.

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Vincent presionó suavemente la mano de Rody, sus dedos temblando ligeramente.

—No quiero que esto te afecte. Sé que necesitas estar tranquilo después de todo lo que pasó ayer...

Rody negó con la cabeza, inclinándose un poco más cerca.

—Lo que pasó ayer no importa ahora. Lo único que importa es que estés bien, Vincent.

El omega levantó la vista, encontrándose con los ojos serenos pero firmes de Rody. Había algo en su mirada que siempre lograba calmarlo, aunque su cuerpo estuviera en llamas y sus emociones fueran un torbellino.

—No es tan fácil... —susurró Vincent, sintiendo cómo las feromonas seguían aumentando a su alrededor, como una marea imparable—. Cada vez que estoy así, siento que pierdo el control.

Rody acarició su mejilla con ternura, limpiando una lágrima que amenazaba con deslizarse.

—Entonces déjame ser tu ancla. Confia en mi, ¿de acuerdo?

El omega ascendiendo con un movimiento pequeño, casi imperceptible.

—¿Puedes traerme agua? Quizás eso me ayude un poco...

Cuidando a Vincent -Dead Plate-  Omegaverse AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora