I N V I D I A
Advertencia: Contiene descripciones gráficas de violencia y asesinato, que pueden resultar perturbadoras para algunos lectores. Si eres sensible a este tipo de temas, te recomiendo omitir este capítulo o que lo leas con precaución.
(Narrador omnisciente)
San entró en la sala con paso seguro, con Jongho a su lado. Ambos llevaban la túnica característica de la secta, con capucha y la insignia en el pecho.
"Luego hablaremos de Nami", dijo San en un susurro dirigiéndose a Jongho, su tono era casi como una amenaza. Jongho asintió levemente y tragó saliva.
El resto de miembros ya estaban formando un círculo en el centro de la sala, esperando la llegada de San. Jongho se unió al círculo, cerrándolo y dejando a San y a la víctima dentro.
La víctima estaba atada a un poste en el centro del círculo, con los ojos vendados y la boca tapada. No podía ver ni hablar, solo podía escuchar los pasos de San acercándose a ella.
San respiró profundamente, preparándose para lo que iba a hacer.San se acercó a la víctima, sus pasos resonaban en la sala, rompiendo el silencio. Se detuvo frente a ella y la miró fijamente. La víctima se retorcía en su lugar, tratando de liberarse, pero era inútil.
San tomó un cuchillo de su cinturón, el filo brillaba a la luz de las velas. Lo sostuvo frente a los ojos de la víctima, que pudo sentir su fría mirada a través de la venda.
San comenzó a recitar las palabras del ritual en latín, su voz llena de indiferencia.
'Luxuria, gula, avaritia, acedia, ira, invidia, superbia' dijo, enumerando los siete pecados. "Invidia, invidia, invidia" repitió varias veces, centrándose únicamente en su pecado.San se acercó a ella, con el cuchillo en la mano.
San comenzó a cortar la ropa de la víctima, exponiendo su piel a la vista de los demás miembros de la secta. Ella se retorcía y se movía desesperadamente, tratando de cubrirse, pero San era más fuerte y más rápido.
Luego, San levantó el cuchillo y empezó a hacer cortes en la piel de la víctima, grabando en su piel la palabra "I N V I D I A". Ella gritaba, pero el sonido fue silenciado por la cinta. San seguía cortando, haciendo patrones en su piel, mientras seguía recitando las palabras en ese idioma extraño.
La víctima estaba cubierta de sangre, sus gritos se hicieron más débiles y su cuerpo se debilitaba. San continuó su ritual, hasta que finalmente, se detuvo.'Gratias ago pro sacrificio tuo, nunc pars maior es. vita tua non fuit incassum' ("Gracias por tu sacrificio, ahora eres parte de algo mayor. Tu vida no ha sido en vano") dijo en un susurro antes de hacerle un último corte a un lado del cuello, en la yugular.
San miró a su alrededor, viendo que los demás miembros de la secta lo observaban con una mezcla de asco y fascinación. Él sonrió y, con una mirada de satisfacción en su rostro, se dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta, dejando a la víctima atrás, sangrando y muriéndose lentamente.
'Unum minus... Tantum quinque plus reliquit' ("Una menos... solo quedan cinco más.") dijo San, mirando al resto de miembros.
"Hmm...", San dirigió su mirada a Jongho, luego miró al líder con una pequeña sonrisa, "¿Qué? ¿Ponemos mi vela?"
El líder observó con orgullo el cuerpo de la mujer, luego levantó la mirada hacia San y sonrió. Su aprobación era evidente, lo que hizo que San se sintiera lleno de orgullo y satisfacción.
El líder levantó la mano e hizo una seña, indicando a los demás miembros de la secta que salieran de la sala. Todos obedecieron, caminando silenciosamente hacia la puerta.
San esperó a que salieran todos y cuando solo quedaban Jongho y él, San pasó su brazo por encima de los hombros de Jongho. Jongho se tensó cuando sintió el brazo de San sobre sus hombros. Sabía lo que venía a continuación.
"Sé lo que has estado haciendo, Jongho", dijo San con una sonrisa en su rostro. "Sé que has estado hablando con esa chica, Nami. Ella está investigando nuestros rituales y eso no puede seguir así. ¿Crees que eres mejor que nosotros por protegerla?"
San se acercó aún más a Jongho, su aliento caliente en su oído. "Pero te equivocas, Jongho. Eres solo un miembro de la secta, igual que nosotros. Y si no haces lo que te digo, también te haré daño. No olvides que también sé cosas sobre ti... y tu familia".
"No te olvides de tu lugar, Jongho", dijo San con desdén en su voz. "Tú no eres más que un peón en esta secta. Al fin y al cabo no representas ningún pecado, solo estás aquí para hacer tareas menores. Podría acabar con tu vida y seguir con los rituales sin problema".
San se alejó de Jongho, dejándolo solo en la sala. Jongho se quedó allí, intentando procesar
las palabras de San. ¿Realmente no era más que un peón en la secta? ¿Podría San acabar con su vida sin ninguna consecuencia?Jongho se sentía confuso y asustado. ¿Cómo había llegado a este punto?
Jongho se acercó lentamente a la víctima y sacó un frasco de su bolsillo. Sabía que tenía que extraer la sangre de la víctima para hacer las velas, pero se sentía enfermo solo de pensarlo.
Empezó a extraer la sangre de la víctima con una jeringa, tratando de no pensar en lo que estaba haciendo. La sangre era fría y pegajosa en su mano, y se sintió nauseabundo al verla llenar el frasco.
Cuando terminó, tapó el frasco y lo guardó en su bolsillo. Miró a la víctima, sintiéndose culpable y enfermo. Sabía que tenía que hacerlo, pero no podía evitar sentirse un poco mal. "Lo siento..." murmuró.
Jongho entró en la pequeña habitación donde almacenaba el material para hacer las velas. Había cera, mechas y otros utensilios esparcidos por la mesa. Jongho se sentó y empezó a preparar el molde para la vela.
Primero, derritió la cera en una olla sobre la estufa. Luego, cuando la cera estaba líquida, agregó la sangre de la víctima al molde. La sangre se mezcló con la cera, dándole un color rojo oscuro. Jongho dejó que la cera se enfriara y se solidificara. Luego, cortó la mechas y las colocó en el centro de la vela. Finalmente, la quitó del molde y la colocó en una bandeja para que se solidificara completamente.
Jongho se sentó en una silla, mirando la vela mientras se solidificaba lentamente. Sacó su teléfono y escribió un mensaje para Nami.
'Siento haberte involucrado', escribió.
Sacrificio 2: Invidia
Nombre: Sakura Yamamoto
Edad: 24
Grupo sanguíneo: B-Nota de la autora:
Buenass, capítulo corto pero espero que lo hayáis disfrutado, me está costando un poco avanzar pero prometo intentar actualizar pronto. 🫶🏻💕
Aprovecho para avisar de que estoy en proceso de publicar una historia cortita. Ya está acabada así que la subiré completa a lo largo de estos días. Espero que os guste, se llama "Belial"
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Peccavia Obscura - ATEEZ
FanfictionCuando la vida ordinaria de Nami, una joven universitaria, da un giro escalofriante, se encuentra a merced de un grupo de hombres con una obsesión enfermiza. A medida que se adentra en un mundo de oscuros secretos, se convierte en el principal objet...