Corro. Corro más rápido de lo que jamás había corrido. El sonido de mi propia respiración retumbaba en mis oídos mientras mis pies golpeaban con fuerza el pavimento. Las ramas de los árboles se agitaban peligrosamente a mi alrededor, como si me estuvieran amenazando. Sólo quiero llegar a casa. Sólo quiero estar a salvo.
Podía sentir la desesperación creciente en mi interior como una marea creciente, y me aferraba desesperadamente a la idea de llegar a casa. Sólo necesitaba estar en casa. Sólo necesitaba estar segura.
Sin embargo, no estaba segura de cuanto tiempo más podría seguir corriendo. El miedo y el estrés me agotaban tanto física como mentalmente, y sentía cómo mis piernas comenzaban a temblar por el esfuerzo. Respiré hondo y forcé las piernas a seguir moviéndose, tratando de mantener un ritmo de carrera sin aflojar la velocidad. Sólo tenía que seguir corriendo, me dije a mí misma. Sólo tenía que seguir corriendo.
La oscuridad de la noche parecía envolverme como una manta, oscureciendo mi visión y dificultando el camino hacia delante. Cada árbol parecía una silueta amenazante, un ente siniestro que me acechaba a cada paso que daba. Me obligué a seguir corriendo, resistiendo el impulso de mirar atrás, sabiendo que si lo hacía, el miedo me paralizaría. Debía seguir avanzando.
"No, no, por favor, no" murmuraba entrecortadamente, mi voz estaba llena de pavor y susurraba frenéticamente para mí misma.
Parecía que el miedo se había apoderado de mi mente y mi cuerpo, amenazando con paralizarme. A pesar de ello, todavía podía percibir un sonido más allá de mi propia respiración: pasos. Pasos que sonaban cada vez más cerca, casi como si algo o alguien me estuviera persiguiendo. Instintivamente, me esforcé para aumentar la velocidad de mis piernas, pero sentía como si el miedo estuviera ralentizando mis movimientos.
Podía sentir cómo mis pies impactaban contra el pavimento duro, dolorosamente. Cada paso retumbaba como un martillazo en mis huesos, y las punzadas de dolor se extendían por mis piernas como un fuego abrasador. Intenté hacer caso omiso al dolor y seguir moviéndome, pero mis músculos protestaban con cada esfuerzo, mientras se iban entumeciendo y se iban llenando de agujetas y calambres.
En un momento, las casas comenzaron a aparecer a mi alrededor, y el silencio de la noche fue reemplazado por el sonido de un coche o dos. Sin embargo, esto no detuvo mi carrera, de hecho, lo único que había en mi mente era la idea de llegar a salvo a mi hogar. La casa estaba a la vista, a unos pocos metros. Sólo tenía que seguir avanzando, sólo tenía que llegar a la puerta.
Había llegado a la puerta de mi hogar, pero mis manos estaban temblando y la puerta no quería abrirse. Mis dedos entumecidos luchaban frenéticamente con la llave, desesperados por girarla y abrir la puerta lo antes posible. El sudor frío que cubría mis manos no hacía más que añadir más fricción, haciendo cada movimiento aún más difícil.
Mientras luchaba frenéticamente con la puerta, mi mente estaba llena de desesperación y miedo.
"Por favor, por favor, ábrete" murmuraba frenéticamente para mí misma, tratando de obligar a mis manos temblorosas a girar la llave adecuadamente.
Cada segundo parecía una eternidad mientras escuchaba desesperadamente cualquier señal de algo o alguien que estuviera siguiéndome. Sólo tenía que entrar.
Milagrosamente, la puerta se abrió y pude entrar, cerrándola fuertemente a mi espalda. Me desplomé en el suelo, sentada contra la puerta, con la respiración aún agitada y el corazón palpitando en mi pecho. Me sentía agotada por completo, tanto física como emocionalmente. Sólo necesitaba un momento para recuperarme y recobrar la calma.
Mientras permanecía sentada en el suelo, luchaba por controlar mi respiración, que venía en jadeos entrecortados. Encontré la voz para llamar a mis padres, pero salió más como un susurro que como un llamado normal.
"Mamá... papá", murmuré, todavía luchando por recuperar el aliento.
No hubo respuesta. Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras aumentaba la voz, desesperada por llamar la atención de mis padres. Mi voz salió entrecortada y temblorosa, llena de miedo y angustia.
"Mamá... papá, tengo miedo...", dije, tratando de controlar el pánico que sentía. No sabía dónde estaban o si estaban cerca y me escuchaban, pero necesitaba desesperadamente su consuelo.
Despacio, me incorporé con dificultad, apoyándome en la puerta cerrada para recuperar el equilibrio. Lentamente, y con piernas temblorosas, me abrí paso por entre las habitaciones, mientras intentaba desesperadamente encontrar a mis padres. Mi voz sonaba cada vez más débil y desesperada a medida que llamaba, con cada habitación que atravesaba.
"M- mamá... Tengo miedo..." murmuré, con las lágrimas corriendo por mis mejillas.
"Por favor... ahí fuera hay un homb-"
Antes de que pudiera terminar la frase, una mano se presionó contra mi boca, ahogando mi voz. La otra mano se aferró a mi cintura y luego me presionó firmemente contra un pecho desconocido. Mi aliento se detuvo en mi garganta, atragantándome con el miedo.
"Shh...", murmuró una voz en mi oído. Su tono era frío y autoritario, dejándome sin palabras.
Sentí cómo el pánico y la angustia se apoderaban de mí mientras estaba atrapada en su agarre. Trate desesperadamente de zafarme de él, pero su fuerza era abrumadora, y cada vez se me hacía más y más difícil moverme. Las lágrimas corrían libremente por mi rostro mientras luchaba por soltarme, con cada intento más frenético que el anterior.
Sentí su aliento en mi oreja mientras presionaba su pecho contra mi espalda, la voz profunda y con un toque de seriedad resonó en mis oídos.
"No te muevas...", dijo con una dureza que dejaba claro que su orden no iba a ser desobedecida.
"... Nami", añadió en un susurro, arrastrando cada sílaba lenta y deliberadamente, como si estuviera saboreando cómo sonaba. Podía sentir cómo su aliento me hacía cosquillas en la oreja mientras decía mi nombre.
Pero de repente mi aliento volvió a atascarse en mi garganta. Mi mente era un caos de preguntas y temores mientras luchaba por entender lo que estaba pasando. ¿Cómo mierda sabe mi nombre?
Nota de la autora:
He vueltooo, aviso de antemano que la historia va a ser intensa, en el sentido de que puede ir en contra de la ética y moral de algunas personas. Los primeros capítulos serán un poco de relleno para entender la trama, pero creo que os va a gustar muchoooo 🫶🏻
Pd: no es de vampiros jajaja
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Peccavia Obscura - ATEEZ
Fiksi PenggemarCuando la vida ordinaria de Nami, una joven universitaria, da un giro escalofriante, se encuentra a merced de un grupo de hombres con una obsesión enfermiza. A medida que se adentra en un mundo de oscuros secretos, se convierte en el principal objet...