𝐌𝐚𝐦𝐚́ 𝐚𝐫𝐚𝐧̃𝐚 Peter Parker x todos

tony

[Ay amor... ]

Peter regresó de la clínica, aún en shock. Su mente era un torbellino mientras caminaba hacia la mansión que compartía con su esposo Tony. La noticia del médico lo había dejado sin palabras; nunca imaginó que ese día llegaría tan pronto. Embarazado... Estaba esperando un hijo de Tony.

Al llegar a la mansión, Peter notó que el ambiente estaba más tranquilo de lo habitual. Aún procesando la noticia, se dirigió a su habitación, esperando encontrar a Tony, pero en su lugar vio a una mujer desconocida, hablando tranquilamente al teléfono junto a su cama. Al principio, la presencia de ella lo confundió, pero pronto recuperó la compostura y le pidió amablemente que saliera.

Justo en ese momento, Tony apareció en la puerta. Frunciendo el ceño al ver la incomodidad en el rostro de Peter, le lanzó una mirada interrogante a la mujer, que simplemente se disculpó y salió de la habitación sin decir mucho más.

Cuando quedaron solos, Tony se acercó a Peter, preocupado.

-¿Estás bien? Te ves... diferente

Pregunto Tony

Peter, con una mezcla de emoción y nerviosismo, tomó las manos de su esposo y, tras unos segundos de silencio, le confesó la verdad.

-Tony... estoy embarazado.

Tony se quedó congelado un instante, pero pronto su expresión se llenó de alegría y sorpresa. Sonriendo, lo abrazó con ternura, aún sin poder creer la noticia.

La alegría en los ojos de Tony se desvaneció en cuanto Peter se soltó de su abrazo y dio un paso hacia atrás, con una expresión molesta. Las palabras comenzaron a salir de sus labios, llenas de frustración.

-¿Quién era esa mujer, Tony? Pensé que éramos solo tú y yo aquí, pero llego a nuestra habitación y la encuentro... ¿esperándote?

La voz de Peter temblaba, y aunque sabía que su enojo podía ser una reacción a las hormonas y el estrés, no podía evitarlo. Sentía una fuerte inseguridad y decepción.

Tony intentó explicarse, levantando las manos en señal de calma.

-Peter, no es lo que piensas. Esa mujer era solo una colega, alguien que tenía una consulta rápida, pero nunca imaginé que entrarías justo cuando ella estaba aquí. Sabes que eres todo para mí.

Pero Peter, aún dolido, sacudió la cabeza.

-No puedo creer que confíes en extraños para hablar de cosas que ni siquiera compartes conmigo. Tal vez soy solo una carga para ti...

El meno salió de la habitación antes de que Tony pudiera detenerlo, su corazón estaba roto.

Sin pensarlo mucho, salió de la mansión, incapaz de soportar el dolor y la confusión que sentía.

Condujo sin rumbo fijo, sus pensamientos consumidos por la discusión. No se percató de lo rápido que iba hasta que fue demasiado tarde.

En una curva cerrada, perdió el control del auto, y todo se volvió borroso en cuestión de segundos.

Horas más tarde, Peter abrió los ojos en una habitación de hospital. Sintió una mano cálida sujetando la suya; era Tony, con el rostro lleno de lágrimas y de preocupación.

Al notar que Peter despertaba, intentó sonreír, pero sus ojos reflejaban el dolor de una pérdida que ambos entendieron de inmediato.

-Peter...

Tony comenzó, su voz rota.

-perdimos al bebé

Un silencio llenó la habitación. Peter cerró los ojos, dejando que las lágrimas fluyeran libremente. Todo el enojo, la frustración y la tristeza se mezclaron, Peter se sentía solo. No fue hasta senintir a Tony que abrazaba con fuerza, prometiendo no dejarlo nunca más.