Jimin, un joven de 23 años, miembro de una familia influyente y tradicional, se ve obligado a aceptar un compromiso con Soyeon, la hija de una familia amiga de la suya. La unión entre las dos familias ha sido planeada desde hace años, y Jimin no tie...
Las fuertes manos del mayor lo sostenía fuertemente de las caderas mientras lamía su espalda, Jimin no pudo evitar erizarse al sentir el roce de la lengua en su piel.
~Umm~
Una mano viajó hasta sus pezones para comenzar a jugar con ellos, Jimin sentía sus piernas temblar, abrió grandemente sus ojos al sentir como bajaba por toda su espalda hasta llegar a sus nalgas donde dejó un mordida.
~ahg~
-Te gusta muñeco ?
El mayor le preguntó con una sonrisa para luego rosar sus dedo en su entrada haciendo que jimin soltara un pequeño gemido.
-Responde!
Una fuerte nalgada resonó en la habitación.
~si~
Las fuertes manos lo giraron haciendo que ambos quedaran frente a frente. Los ojos de jimin se abrieron grandemente mientras su respiración se agitaba mucho más.
-Qué sucede muñeco ?
Jimin sintió su corazón detenerse.
-Señor Jeon ?
Sus ojos se abrieron de golpe y se sentó rápidamente en la cama.
-Qué rayos fue eso ?
Llevó su mano a su pecho sintiendo su corazón latir demasiado rápido, no podía ser, definitivamente no podía haber tenido un sueño de ese tipo con su futuro suegro.
-Qué mierda me pasa ? Estoy enfermo.
Dejó salir un suspiro pasando ambas manos por su cara.
-Dios...
Miró hacia abajo viendo como las sábanas estaban manchadas con su semen.
-Me estoy volviendo loco, como pude soñar con algo así.
Se puso de pie parándose frente al espejo viendo como su bóxer estaba manchado de su semen.
-Esto es de locos, no me pueden gustar cosas así, esta mal, yo soy el que tengo que hacer esas cosas y con mujeres.
Intentó convencerse a si mismo de ello. Aunque en el fondo le haya encantado lo que soñó.
Fue hacia al baño para lavarse y cambiarse el bóxer, luego cambió las sábanas y volvió acostarse. Esperaba no volver a soñar nada raro.
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El sol había salido indicando un nuevo día. Jimin se levantó para comenzar arreglarse, debía pasar por Hoseok para ir a la universidad.
Una vez estuvo listo bajó hacia el comedor viendo como la señora que se encargaba de cocinar estaba preparando el desayuno.
-Buenos días joven Jimin.
-Buenos días Mei.
Jimin sonrió y tomó asiento esperando por su desayuno.
