Reunion famiiar (1/2)

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Era un día cálido de fin de semana, el cielo estaba despejado, y el sol brillaba suavemente sobre la ciudad. El viento fresco acariciaba el rostro de Lyra mientras avanzaba a toda velocidad en la moto. Sus cabellos se deslizaban hacia atrás y su corazón latía al ritmo del rugido del motor. Estaba acostumbrada a este tipo de trayecto, a sentir la libertad que venía con la carretera, pero en este momento, había algo diferente en el aire. No podía evitar sentir que el regreso a Royal Woods traía consigo una carga pesada.

Su hermano, Lemy, iba detrás de ella, aferrado con una mano al cuerpo de la moto y con la otra a su hermana. A pesar de la velocidad y la emoción de la carretera, sentía una extraña incomodidad. Royal Woods, aunque no estaba tan lejos de su hogar, no era un lugar que frecuentaran. La última vez que estuvieron allí fue hace años, y el hecho de que las cosas nunca hubieran sido sencillas con la familia solo hacía que el viaje se sintiera más largo y lleno de dudas.

—Creo que nos estamos perdiendo —dijo Lyra, su voz un poco tensa, mientras hacía una curva pronunciada en una zona que no le resultaba familiar.

Lemy miró alrededor, tratando de reconocer algún punto de referencia que les indicara que iban en la dirección correcta. La carretera, aunque se veía común, no les ofrecía mucha claridad sobre su destino. Miró a Lyra, su hermana siempre tan confiada, pero ahora él también sentía esa opresión en el pecho.

—¿Seguro que es por aquí? —preguntó Lemy, levantando las cejas y asomándose hacia la ventana del lado. —Deberíamos haber ido más veces...

Lyra no respondió de inmediato. La sensación de estar perdidos la hacía sentirse más frustrada. Ella siempre había sido la que tomaba las riendas, la que llevaba las cosas con firmeza, pero en este momento no podía evitar sentirse un poco vulnerable. Algo sobre el regreso a esa casa la hacía dudar. ¿Qué encontrarían ahí? ¿Qué habían cambiado las cosas en la casa Loud desde su última visita?

—No sé si recuerdo bien... Creo que debíamos haber tomado otra calle. Este lugar ha cambiado un poco desde la última vez que vinimos —comentó con cierta incomodidad.

El sonido del motor era la única constante, un rugido profundo y familiar, pero en el fondo, Lyra sentía que algo más pesaba en el aire. Mientras reducía la velocidad y giraba en una esquina, buscaba con la vista cualquier señal que pudiera indicar que estaban cerca. Los árboles, las casas, todo parecía diferente. Había algo en el ambiente que hacía que el vecindario ya no se sintiera tan acogedor, aunque el paisaje seguía siendo el mismo.

Lemy se estiró hacia adelante, su rostro más cerca del hombro de su hermana, intentando observar mejor mientras ella conducía. Y entonces, casi como una revelación, vio algo que le parecía familiar.

—¡Mira allá! —dijo, señalando con la mano hacia una calle que se divisaba a lo lejos, un cruce que aunque parecía distante, tenía algo que lo hacía reconocible—. ¿No es esa la casa de los Loud?

Lyra giró la cabeza hacia donde su hermano señalaba, y al principio, no fue capaz de reconocer la casa de inmediato. Había pasado tanto tiempo, y aunque la estructura era la misma, los detalles pequeños parecían haber cambiado. Sin embargo, al enfocar mejor, vio lo que había estado buscando: las ventanas, la entrada, los colores desgastados por los años... todo estaba allí, como un eco de su niñez.

—Sí, esa es —respondió finalmente Lyra con una sonrisa algo nerviosa. Había algo que le transmitía calma, pero al mismo tiempo sentía una incomodidad creciente. ¿Cómo sería todo ahora? ¿Cómo serían recibidos ellos, después de tantos años de ausencia?

Lemy soltó un suspiro de alivio, pero su rostro seguía marcado por la duda. Mientras Lyra maniobraba la moto para acercarse a la entrada, el viento parecía más frío, y los ecos de recuerdos olvidados se volvieron más nítidos. Ya estaban allí, frente a la casa, pero ¿estaban listos para lo que vendría después?

Es Todo Lo Que QuieroWhere stories live. Discover now