Imaginary Friend [ITZY]

I

Al igual que mucha gente, Lia no sabía que aquellas chicas solo eran parte de su imaginación hasta que se lo dijeron. Fue devastador, sus únicas dos amigas no existían. Eran tan reales para ella que le costó asimilarlo ¿Cómo es que Yeji y Yuna eran creación de su mente? La introducción de ellas en su vida fue tan orgánica que por mucho tiempo no le creyó ni a su padre, profesores ni a los doctores.

La primera en aparecer fue Yeji, la chica rara de lentes que se sentó a su lado el tercer día de clases. Con sus lentes gruesos, su dos coletas y su oso de peluche parecido el que llevaba Lia escondida en su mochila. Era extraña, sonriente y cálida, siempre lo ha sido. Con un pequeño lado rebelde que iba siempre de la mano con la moda. Se rehúsa a usar el uniforme aburrido, era más de vestidos, en especial ese azul largo con líneas blancas.

—¿Puedo ser tu amiga?—le preguntó Yeji.

Lia tenía apenas 6 años. Era su primer colegio, lejos de las calles que conocía por la obligación legal de vivir con su padre. Su madre no tenía la salud mental de cuidarla luego del divorcio. Es por eso que estaba sola en ese nuevo colegio y todos le habían rechazado y reído ante su pregunta "¿Puedo ser tu amiga?" No sabía hacerlos de otra forma y es por eso cuando escuchó a Yeji se emocionó más de lo que debería.

—Si—le dijo sin siquiera pensarlo.

A medida que fue creciendo se ha puesto a pensar el cómo se vería desde afuera ¿Qué tan extraño debió de ser para esos niños y para sus profesores, ver que la chica nueva estaba comenzando a hablar sola? Disfrutando el puesto vacío que se lo dejaron sus compañeros solo para molestarla.

Yeji era su primera herida, la soledad que una niña de 6 años no podía entender. La necesidad de jugar, expresarse y recibir cariño fue tan desesperada que tuvo que crear inconscientemente a su primera amiga imaginaria. Es por eso que pensaba que sería la que más extrañaría, especialmente si sobrevivía a base de la imaginación de Yeji.

Al llegar a su departamento, observó el maniquí que contenía el último vestido que había diseñado con ayuda de Yeji. No creía ser capaz de trabajar sin ella, aunque haya escuchado mil veces que las capacidades de sus amigas también las tenía ella. Solo alguien con la imaginación de Yeji podría inventar a cuatro chicas. Pero era difícil guiarse a lo que la gente le decía cuando para ella ellas no eran parte ella. Especialmente por la personalidad de Yuna y Ryujin.

—¡AAHG!—exclamó Yuna al entrar al departamento, dando un portazo, aunque Lia ya había cerrado la puerta—¿Qué tengo que hacer para convencerte?—le agarró las manos, apretando con fuerza—¿Tengo que hacer que dependas completamente de mí, de nuevo? ¿¡Eso es lo que quieres!?—le gritó en la cara.

—No lo haré porque quiero, lo haré porque tengo que hacerlo—le respondió Lia.

—Si no fueras tan explosiva, no estaríamos en esta situación—dijo Yeji, lejana de la escena al estar revisando el diseño. Pensando en que cambiar y que agregarle.

—Siempre lo arruinas, Yuna—suspiró Ryujin, quien estaba apoyada en la pared. Mirando con una sonrisa burlona la situación.

—¿¡Que yo lo arruino!?—soltó a Lia para enfrentarse a Ryujin—. Te recuerdo que fue tu existencia la que creó a Chaeryeong. Antes de ti vivíamos tranquilamente con Lia.

—No era tan tranquilo—dijo Lia, yendo a sentarse en el sillón—. Ustedes dos ya eran suficiente para tener dificultades para adaptarme.

—Existimos porque no pudiste adaptarte, no es culpa nuestra—Yuna se sentó a su lado.

Lia soltó un largo suspiro y apoyó su cabeza en el hombro de Yuna. Esta se acomodó para poder acariciarle el cabello como tanto le gustaba. Yeji soltó el pedazo de tela para mirar la escena y luego le dio una corta mirada a Chaer y Ryujin. Se acomodó los lentes y las tres caminaron para sentarse cerca de Lia.