Harry Potter y la hermana secreta.

Capítulo 3: Beauxbatons

Capítulo 3: Beauxbatons

"Solo a Michelle se le ocurriría comprar una mascota a la mera hora" pensó Lyra riéndose para sí misma

–Pero si ya ha crecido bastante Lyra, es una cosita peluda bonita– dijo Michelle acariciando a la gatita blanca que posaba en los pies de ella. – ¿Cómo le llamaste?

–Garya, es lindo ¿verdad? – Michelle sonrió acariciando de nuevo a la gatita.

–¿Te has imaginado como le dirán en Beauxbatons? – Lyra no supo a lo que se refería. – Gagggggya.

La pelirroja se rio lo suficientemente fuerte para hacer que varias personas del local se voltearan, esta se puso roja como un tomate y retomo la seriedad escondiéndose atrás de Michelle.

Entraron a una pequeña y ruidosa tienda, con cada centímetro de pared cubierta por jaulas y lechuzas esperando por un dueño. La señora encargada de la tienda estaba dormida sobre el escritorio, ambas chicas pensaron que era por el movimiento en el callejón Diagon, ya que se notaba que, así como lo vendedores estaban emocionados por estos días, también estaban agotados, tanto que ninguna poción para no dormir serviría.

–Vaya, realmente sí que esta dormida– Michelle sonrió con una mirada traviesa.

–Dejemos que duerma, cuando elijas tu mascota la levantamos.

–Bien, ¿Qué será bueno? – contestó mirando por todas partes.

–Una lechuza, están hermosas– la chica concentro la mirada en una lechuza color arena.

–Hola preciosa– esta alzo las alas y pico el dedo de Michelle de una forma cariñosa.

–¡Le agradas!

Lyra se acercó a la vendedora y se aclaró la garganta también movió su hombro.

–Oh, Hogwarts, si, si... – contesto la señora.

–Buenos días– dijo la pelirroja– Queremos esta lechuza, claro si no es mucha molestia.

–Claro, claro linda, son 62 galeones– la señora aún estaba adormilada.

–Oh no– Michelle rebuscaba entre sus bolsillos. – ¡Mi dinero! ¡No esta!

–¿Como que no está?

–Seguramente fue Blaise, por la ultima broma que le hicimos, lo vi muy sospechoso esta mañana

–No te preocupes, yo lo pago ahorita, ya luego me lo podrás reponer.

Salieron de la tienda con la mascota en manos, Michelle llamo a la pequeña Peanut, aunque Lyra pensaba que era un nombre un poco chistoso, no dijo nada.

–¿A qué horas nos iremos a Francia?– pregunto la pelirroja, checando su reloj.

–Louis dijo que a las tres–Michelle contestó. – No puedo creer que mis padres me hayan dejado viajar sola contigo y con Louis.

–En realidad, mis padres tampoco aceptaron a la primera, mi mamá estaba muy nerviosa, al igual que mi papá, ya sabes como a veces se ponen muy... empalagosos– Lyra sonrió al recordar las miles de cosas que Narcissa y Lucius le recomendaron cuando viajara.

–¿Lucius empalagoso? – A Michelle se le hacía muy difícil pensar en los Malfoy como una familia cariñosa a ese extremo.

–Las apariencias engañan, igual si hay veces en que me regañan, sobre todo por usar el laboratorio de pociones cuando no debo de hacerlo– A lo lejos, un joven rubio saludo a las chicas.