cap 23 El Compromiso Silencioso

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El sol comenzaba a descender en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rosados. Perú caminaba por los pasillos del complejo, sus pasos resonando suavemente en el silencio que lo rodeaba. Aunque la reunión de la mañana había terminado, su mente seguía ocupada, dando vueltas a los pensamientos que había intentado callar en su interior. Las marcas en su cuello seguían siendo una presencia constante, un recordatorio de todo lo que había cambiado.

Había algo en el aire, algo palpable que sentía profundamente. No podía ignorar cómo las dinámicas con los alfas habían comenzado a transformarse, como si de alguna forma todo se estuviera alineando para llevarlos a un destino común, aunque no siempre fácil de entender.

Entró en el jardín central, un espacio abierto lleno de flores y plantas que contrastaban con la naturaleza más dura que había conocido en su vida. El aroma a tierra húmeda y el canto de los pájaros se mezclaban, creando una atmósfera tranquila, pero Perú no podía evitar sentir que algo más estaba sucediendo a su alrededor. Y entonces lo vio.

De pie junto a una fuente, estaba China, observando el agua caer. A pesar de su mirada tranquila, sus ojos brillaban con una intensidad que Perú había llegado a conocer. Los alfas no solo llevaban la marca; también cargaban con una presencia que lo hacía sentir como si todo a su alrededor estuviera siendo observado.

"¿Te has perdido entre tus pensamientos también?", preguntó China, su voz suave pero firme, rompiendo el silencio que había llenado el espacio.

Perú suspiró y se acercó, sentándose al borde de la fuente. "Supongo que sí", respondió. "Es todo tan... nuevo, China. A veces me siento como si estuviera siendo arrastrado hacia algo que no puedo controlar."

China asintió lentamente, su mirada fija en el agua. "Lo entiendo. Pero debes saber que no estás solo en esto. Lo que estamos viviendo es el resultado de algo mucho más grande que solo nuestras marcas. Es una conexión que trasciende lo físico. Y aunque no lo veas ahora, es algo que podemos superar juntos."

El tono de China fue tranquilo, pero había una firmeza en sus palabras que lo hizo sentir un poco más seguro. A veces, en medio del caos y de las emociones encontradas, el hecho de escuchar esas palabras era como una cuerda de seguridad a la que se aferraba.

"Y a veces siento que eso me asusta más", murmuró Perú. "La idea de que esta conexión sea tan... fuerte. ¿Qué pasa si no puedo soportarlo? ¿Qué pasa si no soy lo que todos esperan que sea?"

China lo miró de reojo, un leve destello de comprensión en sus ojos. "Nadie espera que seas perfecto, Perú. Todos estamos aquí porque nos importas, porque sabemos que, aunque las cosas no sean fáciles, podemos afrontarlas juntos. No tienes que tener todas las respuestas. Solo tienes que estar dispuesto a aprender."

De repente, se oyó el sonido de pasos acercándose rápidamente. Rusia apareció en la esquina del jardín, con su mirada fija en Perú. "Ahí estás", dijo, su tono mezclando alivio con algo más. "Te estábamos buscando."

Perú frunció el ceño. "¿Por qué? ¿Qué pasa?"

Rusia no respondió de inmediato. Se acercó lentamente y se agachó a su lado. "Hemos estado hablando sobre lo que pasó ayer. Sabemos que todo esto ha sido un choque para ti. Pero hay algo que quiero que entiendas, Perú."

China se quedó en silencio, observando el intercambio entre ambos, mientras Perú se sentaba más erguido, un poco inquieto.

"Lo que pasó ayer... no fue solo un accidente", continuó Rusia, su tono ahora más suave, más persuasivo. "Las marcas en tu cuello son más que solo un símbolo. Son un recordatorio de que todos estamos conectados. Todos, de alguna manera, estamos comprometidos con algo mucho más grande que nuestra propia voluntad."

Perú levantó una ceja, intrigado. "¿A qué te refieres?"

Rusia dejó escapar un suspiro, como si fuera un peso que finalmente podía liberar. "Lo que quiero decir es que no solo somos nosotros los que te necesitamos, Perú. Tú también nos necesitas a nosotros. No es solo que estemos aquí para ti; es que tú eres el centro de esto. La marca en tu cuello no es solo nuestra. Es tuya también."

El aire se tensó por un momento, y Perú no supo qué decir. La idea de ser el centro de atención de todos los alfas, de ser el punto de unión de algo tan grande, le resultaba abrumadora.

"Pero... ¿cómo sé que esto no es solo una ilusión?", preguntó, su voz temblorosa. "Todo esto es tan... nuevo para mí. Todo este vínculo, la forma en que todos actúan, ¿cómo puedo estar seguro de que esto es real?"

China sonrió de manera serena, su tono suave pero firme. "Solo tienes que confiar en lo que sientes. No tienes que entender todo de inmediato. Pero tienes que estar dispuesto a aceptar lo que está sucediendo, sin miedo. Porque lo que está sucediendo ahora no se puede cambiar, Perú. Es parte de ti. Y aunque no lo veas ahora, eso es lo que te hará más fuerte."

Un silencio cómodo se asentó entre ellos. Perú sintió la presión en su pecho comenzar a ceder, aunque no completamente. La conexión seguía ahí, siempre latente, siempre presente, pero al menos por primera vez desde que todo esto comenzó, Perú sintió que no estaba solo.

Justo cuando pensó que podría relajarse un poco, la voz de México rompió el silencio, alzándose desde una distancia. "¡Ey, Perú! ¿Qué tal si nos unimos para una pequeña fiesta? Sé que no lo has pedido, pero podría ayudarte a relajarte un poco. Además, ¡todos están preocupados por ti!"

Perú levantó una ceja ante la oferta, sin poder evitar una pequeña sonrisa. "No sé, México. Todo esto está un poco abrumador..."

México rió, acercándose con entusiasmo. "¡Lo sé, lo sé! Pero no te preocupes, solo será algo pequeño. ¡Lo necesitas! Ven, ¡te prometo que no será raro! Bueno, tal vez un poco raro, pero todo sea por divertirse un rato."

Los tres alfas se miraron entre sí, sabiendo que lo que Perú necesitaba no era solo conversación seria, sino también momentos ligeros. Y aunque todavía había mucho por comprender, uno de esos momentos de diversión podría ser justo lo que necesitaba para comenzar a encontrar el equilibrio.

nuestro omega (Todos X Perú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora