Brooklyn se detuvo frente a la puerta de la estación 51, observando el edificio con una mezcla de nervios y determinación renovada. Había decidido regresar, esta vez dispuesta a enfrentarse a lo que fuera. Boden la había convencido de no rendirse, de demostrar su valía. Ahora era su turno de hacer su parte.
Al entrar, notó las miradas de algunos de sus compañeros, todavía cargadas de dudas y desconfianza. Pero esta vez, Brooklyn mantuvo la cabeza alta y se dirigió directamente a su casillero, concentrada en prepararse para el turno. Apenas había terminado de colocarse el uniforme cuando Gabriela Dawson apareció a su lado, con una sonrisa que tenía un toque de complicidad.
—Bienvenida de vuelta, Brooklyn —le dijo Gabriela, cruzando los brazos con aire relajado—. Me alegra que decidieras quedarte.
Brooklyn sonrió, sorprendida de escuchar esas palabras de Gabriela, quien siempre había mantenido una cierta distancia profesional, ni hostil ni cálida. Este gesto, aunque pequeño, se sintió como un alivio, una señal de que no todos en la estación estaban en su contra.
—Gracias, Gabriela. La verdad, casi no lo hago, pero al final algunas personas lograron convencerme —respondió Brooklyn, sincera.
Gabriela asintió y luego agregó, en un tono que sorprendió a Brooklyn:
—La estación 51 es como una familia, ¿sabes? Y las familias no siempre son fáciles, pero si te esfuerzas y muestras quién eres, las cosas pueden cambiar. Yo he visto que eres buena en tu trabajo; solo necesitas darte una oportunidad aquí.
Brooklyn asintió, sintiendo cómo esas palabras le daban un poco más de fuerza. Justo en ese momento, Leslie Shay se acercó, con una sonrisa cálida y amistosa.
—¿Interrumpo algo? —preguntó Shay, su tono ligero pero con una chispa de curiosidad en los ojos.
Gabriela le sonrió a su amiga, y Brooklyn sintió cómo la tensión de los últimos días empezaba a disminuir en ese momento. Shay se sentó en el banco frente a ellas y miró a Brooklyn con genuina simpatía.
—Oye, sé que las cosas no han sido fáciles, Brooklyn, pero estoy aquí para lo que necesites. No dejes que unos cuantos comentarios dejen que te alejen de lo que quieres hacer. —Shay le guiñó un ojo—. Todos pasamos por eso al principio.
Esa pequeña muestra de apoyo era exactamente lo que Brooklyn necesitaba. Ver que había personas en la estación que estaban dispuestas a darle una oportunidad le dio una sensación de pertenencia que no había experimentado desde que llegó. Además, la honestidad y apertura de Shay hicieron que algo en su interior se relajara. Era como si, por primera vez, alguien la viera como Brooklyn y no como "la hija de Voight".
—Gracias, Shay —dijo Brooklyn sinceramente—. A veces, solo necesito que alguien me recuerde que soy más que mi apellido.
Gabriela y Shay intercambiaron una mirada y luego sonrieron. Gabriela le dio un golpecito en el hombro, un gesto de ánimo.
—Por eso estamos aquí, Brooklyn. Y cuando alguien te dé problemas, nosotras te cubrimos.
La sonrisa de Gabriela tenía un toque de protección que llenó a Brooklyn de gratitud. No recordaba la última vez que alguien había estado de su lado, sin prejuicios ni expectativas. Se dio cuenta de que con Gabriela y Shay, tenía una oportunidad real de forjar amistades, de encontrar en la estación algo más que un lugar de trabajo.
El resto del turno transcurrió de manera más amena. A medida que trabajaban juntas en algunas llamadas de emergencia, Brooklyn comenzó a sentirse menos sola. Gabriela le daba pequeñas indicaciones sobre cómo manejar situaciones difíciles, y Shay siempre tenía algún comentario humorístico para relajar el ambiente, lo que ayudaba a reducir su nerviosismo.
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RESCÁTAME EL CORAZÓN-KELLY SEVERIDE
Fanfictionla vida de Brooklyn voigh no ha sido fácil tener que llevar en la espalda un peso tan importante como es llevar el apellido de su padre nunca ha sido bueno , la vida de Brooklyn se vio aturdida por muchos sucesos a lo largo de su vida aunque siempre...