Mi Primera Chamba

¡Atrapada!

A la mañana siguiente, desperté a gusto en mi mojado pañal AB/DL. Me levanté y terminé de llenarlo con pipí matutino. Tenía miedo de que se desborde, pero absorbió toda la pipí sin problemas.

¡Qué buen pañal! ¡Ahora sí que está gordo!

Me lo quité, me di una ducha, fui a desayunar y hacer mis quehaceres. Mamá ya se había ido a trabajar, así que no tuve problemas para deshacerme de la evidencia. Pensé un poco en mi gusto por los pañales y en la posibilidad de empezar a comprarlos y usarlos de vez en cuando, pero no estaba segura si estaba bien hacerlo. Igual traté de no pensar mucho en eso.

Luego recordé la semana que me espera desde hoy. Estaba nerviosa, no sabía lo que me esperaba, pero ya tenía un mal presentimiento. Le avisé a mamá que no volvería a casa por una semana, preparé un bolso con la ropa que "pensaba usar" y fui para allá.

Al llegar, me recibió la señora Schleine, pero ahora estaba terminando de preparar sus cosas para el viaje. Saludé a Ray y fuimos a hacer su tarea, todo iba normal hasta que nos despedimos.

Señora: Bueno Molly, hay suficiente comida para una semana y ya sabes donde dejé el dinero extra por si acaso.

Molly: Sí señora Schleine.

Señora: ¡Adiós mi niña! Pórtate bien y obedece a Molly. Recuerda que ella está a cargo y me avisará si te portas mal.

Ray: Eso no pasará. No te preocupes mami.

Se fue y nos dejó solas. Mi semana ya empezó.

Molly: Bu...bueno Ray, e...estamos solas, po...por una semana jeje...

Ray: ¿Qué pasa hermanita? ¿Algo te preocupa?

Molly: ¡No nada! So...sólo estoy un poco...eh nerviosa...por este trabajo jeje...

Ray: ¿Quieres un pañal?

Molly: ¡Ray!...

Ray: ¡Ya, era un chiste! No te lo pediré de nuevo. Peeero, si tú quieres, puedes pedírmelo y te pongo el pañalito. Tal vez eso relaje tus nervios jiji...

Molly: ¡JA JA muy graciosa! ¡¿Podemos olvidarlo ya por favor?!

Ray: Claro hermanita. Lo de ayer ya es historia.

Molly: (suspiro) Bueno, ya que terminaste tu tarea. ¿Qué quieres hacer ahora? ¡Que no sea lo de ayer! jeje...

Ray: ¿Quieres jugar al escondite?

Molly: Oh ¡Ok, suena bien!

Ray: (sonríe) Yo me escondo y tú cuenta hasta 100.

Molly: ¡Ok hermana mayor, busca tu mejor escondite! (Me pongo contra la pared y empiezo a contar)

Escuché a Ray corriendo y alejándose. Luego escuché sonidos de puertas abriéndose y cerrándose, unos cuantos pasos y una puerta cerrándose con fuerza.

Molly: 98, 99, 100. ¡Lista o no ahí voy!

Fui en dirección a donde escuché esa puerta cerrándose. Revisé un par de habitaciones sin éxito y llegué a su cuarto. Ese cuarto me traía malos recuerdos, así que tenía miedo de entrar, pero entonces escuché un ruido viniendo de ahí. Impulsivamente entré y eché un vistazo. Miré el caballito de madera y de ahí vi salir unos pequeños pies con Guillerminas, que luego se metieron.

Molly: ¡Ajaaa! Un dos tres por....

Lo siguiente fue...ya saben. Un pequeño forcejeo, un trapo contra mi cara, un olor penetrante y entonces todo se borró...