Conociendo a Ray

739 11 2
                                    

Después de hablar con Tiffany y comentarle mi situación actual, le pregunté por ese trabajo de niñera que me ofreció. Ella me pasó el contacto de la señora Schleine. Le hablé, me presenté, conversamos y con sólo preguntarle por la chamba ya estaba contratada.

¡Estoy de suerte! Pensé.

Antes de darme cuenta, ya estaba en la puerta de su casa, hermosa y gran casa, debo decir, en mi primer día como niñera.

Señora: ¡Buenas tardes! ¡Tú debes ser Molly! Soy la señora Schleine. Encantada de conocerte.

Molly: ¡El gusto es mío! Y le agradezco por el trabajo señora Schleine. De verdad me hacía falta ahora.

Señora: ¡Oh gracias a ti Molly! Por aceptar. Mi hija no es una mala niña, pero por alguna razón, todas sus niñeras habían renunciado a los pocos días. Ojalá no sea tu caso. Eres una joven encantadora.

Después de invitarme a conocer la casa, la cuál era muy grande y muy bien decorada, nos topamos con una niña, justo cuando salía del baño. Una niña rubia, erguida y bien peinada, vestida con un conjunto de falda a cuadros, blusa, pantimedias y zapatos de charol, muy formal.

Señora: ¡Aquí estás! Molly, te presento a Lorraine ¡Mi hermosa bebé! Espero que sean buenas amigas.

Lorraine: ¡Mamá! ¡Sabes que no me gusta que me llames así! ¡Yo puedo presentarme!

Me dio ternura escuchar esto, en mi adolescencia le decía lo mismo a mi madre.

Lorraine: Hola Molly. Llámame Ray. ¡Y ya no soy una bebé! Tengo 8 y medio. ¿Tú cuántos?

Molly: Hola Ray. Está bien, puedo darme cuenta que eres una linda mujercita. Yo tengo 22.

Ray: Ajá, sólo me llevas 14 años. No es mucho. ¡Me agrada!

Ray me sonrió dulcemente y extendió sus brazos para abrazarme, así que me agaché y le di un cálido abrazo. Después pude ver cómo ponía sus manos en mi cadera y cintura de una forma peculiar, como si me tomara medidas a ojo para algo. No le di importancia y le acaricié el cabello mientras lo hacía.

Señora: ¡Muy bien chicas! ¡Me alegra que se estén llevando bien! Ahora Molly, discutamos en privado mis términos.

Así lo hicimos, ella me pidió que me asegurara que Ray haga su tarea, a qué hora tiene que dormir y otro par de cosas antes de irse. Mi trabajo de niñera ya había empezado.

Cuando fui a ver a Ray, la pequeña ya estaba haciendo su tarea. Vaya que era una niña responsable. Me senté con ella y le dije que si quería ayuda, pero ella me dijo que no. Es más, incluso me explicaba dulcemente los temas que trabajaba, los tenía bien dominados. Me avergüenza decir que me perdí un par de veces, claramente no podía ayudarla. Para mi sorpresa, Ray estaba promovida dos años! Parece que era una niña inteligente, todo lo contrario a mí. Cuando yo tenía su edad, necesitaba ayuda para sumar y restar, hasta hoy día me cuesta.

Después de terminar su tarea. Me dijo para ver una película, yo acepté y fuimos a la sala, donde estaba la gran TV. Pensé que querría ver una película infantil, pero me tomó por sorpresa otra vez al sugerir "Inception". Yo simplemente asentí y pusimos la peli.

¡Por Dios! ¡No entendí nada! ¡Pero Ray sí! O eso es lo que parecía, porque me explicaba la trama mientras reía, aún así me costó entender sus explicaciones. Explicaciones de una niña de 8 años. Otras chicas de mi edad tal vez sentirían vergüenza, pero yo la verdad la estaba pasando bien. Como dije antes, me gusta ver a los niños como iguales y Ray me transmitía una linda sensación de seguridad.

En un momento, estuve tan concentrada en la peli que no noté a Ray volviendo al sillón con un tazón de palomitas de maíz que ella hizo. Le agradecí y luego fue por un par de refrescos. Era muy atenta. La película terminó y yo estaba con la cabeza dada vuelta.

Ray: ¿Gran película no?

Molly: ¡Sí, si te gustan los dolores de cabeza! Jeje

Ray: Jijiji, bueno Molly. Podemos ver algo más. ¡Ahora eliges tú!

Con esto me terminaría de rebajar, pero no me importó. Sugerí que viéramos "Super Mario Bros". Ray se rió y me miró con ternura.

Ray: ¡Aww! Ok hermanita. Veamos algo más de tu nivel jijiji...

Me sentí rara al escucharla llamándome "hermanita", pero tengo que admitir que me gustó. Estábamos tiradas en el sofá viendo la peli y ella me acariciaba por momentos, eso me gustó mucho y le devolví las caricias. Luego trató de hacerme cosquillas y yo la contraataqué, ambas nos reímos. Realmente era una niña muy cariñosa. Después de terminar la peli, yo tenía muchas ganas de hacer pipí, se lo dije a Ray y ella me llevó corriendo de la mano al baño.

Ray: ¡Ya estamos hermanita! ¿Necesitas ayuda para ir al bañito?

Dijo dulcemente, mientras daba palmaditas en el asiento de la taza, indicando que me baje el pantalón frente a ella y me siente a hacer pipí mientras ella me observa y controla que lo haga bien, como una hermana mayor ayudando a ir al baño a su hermanita pequeñita que aún está aprendiendo.

¡Ok, ya nos pasamos! La miré con una mueca de desconcierto. Pero ella se rio y negó con la cabeza, alegando que sólo bromeaba. Aunque me sentí incómoda, igual me reí con ella, supongo que fue gracioso. Tuve que pedirle que se vaya y ella lo hizo, cerrando la puerta al salir, dejándome hacer tranquila mis cosas.

¡Vaya que tenía mucha pipí! Después de retener durante las dos películas. También dejé salir una popó.

¡Qué alivio!

Todo iba normal hasta que mi vista se cruzó con esa cosa.

Mi Primera ChambaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora