La noche no tardo en llegar y estábamos cerrando la tienda, me quité aquel mandil verde y lo puse en su lugar para pronto escuchar el claxon de aquel carro que ya conocía a la perfección, mi cabeza se inclinó ligeramente y logré ver aquel carro rojo y dentro de él Nicholas con una sonrisa de oreja a oreja, bien vestido, y antes de darme cuenta Andree me estaba empujando para que saliera rápido aún que yo no quería dejarlo solo me insistió y tuve que aceptar a regañadientes.
me acerqué al carro y logré ver la figura elegante de Nicholas, así que rápidamente entré en pánico por mi ropa con nula elegancia
— no me digas que es un lugar elegante, no tengo ropa, estoy en fachas — empecé a hablar rápido cerrando la puerta del carro detrás de mí
— no te preocupes, la reservación es más trade, te llevo a tu casa para que te arregles y te tomes tu tiempo — habló acariciandome la cabeza lo que hizo que soltara una ligera sonrisa de alivio
— está bien, lo mejor será que ya nos vayamos porque si no, vamos a llegar tarde — hable quitando su mano de mi cabeza para entrelazarlas a lo que él solo asintió con una sonrisa.
Cuando llegamos a mi casa no tuvimos una gran charla más que contarle todo lo que había visto el día de hoy por qué trabajar en starbucks es una anécdota de experimentar y observar escenarios loquísimos
— ya llegamos — habló mientras estacionaba el carro
— quieres pasar al departamento? — le pregunté pues no quería dejarlo solo aquí
— no, no te preocupes —
— no no, vamos, no quiero que te quedes aquí — respondí saliendo del carro esperando a que él hiciera lo mismo
— en serio no es necesario invitarme — le restó importancia a lo que negué con la cabeza
— si no sales del carro y subes al departamento, de aquí no me muevo — hable amenazante entre muchas comillas a lo que el solo río y salió del carro siguiéndome hasta mi departamento
cuando por fin entramos al departamento el aire frío del aire acondicionado se hizo presente lo que hizo que un pequeño escalofrío recorriera mi columna para ver que Nicholas también había sentido esa ola de frío tan repentina cruzando sus brazos musculosos
— quieres cambiar la temperatura? — lo dije sin pensar a lo que Nicholas solo me dio una mirada y sonrisa pícara
— hablo del aire acondicionado — me corregí para darle un pequeño empujón por sus pensamientos
— como quieras no hace tanto frío — habló sarcásticamente
agarré el control del aire acondicionado y lo puse a una temperatura templada y rápidamente se sintió el cambio de clima más cómodo y hogareño
— bueno, si quieres ver algo en la tele el control está en esa mesita y puedes agarrar lo que quieras de la cocina — hable dejando mi bolsa en el perchero de la entrada para dirigirme a mi cuarto
tome una ducha algo rápida y cuando salí me puse uno de mis vestidos favoritos, un vestido azul rey ligero simulando ser ceda y unos pequeños tacones negros para pronto empezar a maquillarme con suma concentración
— puedo pasar? — escuché la voz de Nick detrás de la puerta
— sii pasa — dije en voz alta para que pudiera escuchar y pronto escuche sus pasos abrir la puerta y acercarse a mi
— no es mucho? — pregunté refiriéndome a mi vestuario a lo que negó
— para nada, te ves espectacularmente grandiosa — dijo mientras agarraba mi mano y la besaba gentilmente
— ya estoy lista entonces — me levanté de la silla y sacudí mi vestido como si tuviese moronas pero simplemente eran mis nervios que me estaban carcomiendo
Nicholas agarró mi mano y abrió la puerta haciendo reverencia para que saliera a lo que respondí con una ligera reverencia a lo que soltó una ligera risa para luego ambos salir caminando de la habitación y dirigirnos a la salida, guarde en mi pequeño bolso negro mis llaves y mi teléfono junto a un pequeño espejo y un labial para retocarlo cada que sea necesario, después salimos del apartamento y nos dirigimos hacia su carro rojo
— te tengo que decir algo pero no te alarmes — lo dijo demasiado tarde por que en cuanto las primeras cinco palabras salieron de su boca yo ya estaba temblando de los nervios
— esta cena no es una cena cualquiera... es la premier de la serie y quería que vinieras conmigo sin que me rechazaras — habló rápido y antes de que pudiera volver a decir algo yo ya estaba gritando
— ¿¡QUE!? POR QUÉ APENAS ME LO DICES ALEXANDER, ME VEO SÚPER BÁSICA — empecé a gritar paranoica, sentía que Nicholas se iba a ver mal junto a mí y lo iba a hacer quedar mal
— Andromeda, te ves hermosa, tus ojos, tu cara, tu cabello, todo se ve perfecto, envidio a cualquier hombre que allá tenido la oportunidad de tener a una mujer tan preciosa, perfecta y grandiosa como tú, a su lado — habló Nicholas agarrando mis manos gentilmente y besándolas delicadamente como si fuese un frágil pétalo lo que hizo que mi boca se cerrara y mis cachetes se pusieran de un color rojo vivo
— puedes ahora sí entrar al carro antes de que se nos haga más tarde — habló nicholas sin soltar una de mis manos para abrir la puerta de su carro y dejarme entrar al coche a lo que solo asentí y entré al carro sin rechistar nada más
el camino fue silencioso pero no incómodo, al contrario, muy tranquilo que incluso pude tomar una pequeña siesta pero sentí que fue pequeña aunque fueron 20 minutos, sentí la mano cálida de Nicholas acariciar mi cara lo que hizo que despertara suavemente
— ya llegamos y la gente nos está esperando — habló Nicholas con un tono suave a lo que me logré incorporar y me vi al espejo para evitar algún detalle de mi maquillaje
— vamos — hablé y antes de que abriera la puerta Nicholas la volvió a cerrar
— yo te abro — dijo Nicholas para salir casi corriendo y abrirme la puerta como todo un caballero
salí del carro agarrada de la mano de Nicholas y pronto todos los flashes de las cámaras golpeaban mi cara, intentaba ocultar la molestia de los flashes y empezamos a caminar agarrados de la mano y algunas veces nos deteníamos a que nos tomaran fotos.
Llegamos a la mesa correspondiente y ambos tomamos asiento a lado del otro sin soltarnos la mano; la noche pasó rápido entre entrevistas y fotos, estaba demasiado agobiada para ser sincera pero aguantaba para no molestar a Nicholas. Cuando por fin salimos de aquel lugar dimos parada a una gasolinería, ambos bajamos del carro para poder estirar los pies
— estuvo linda la premier — hable estirando mis brazos
— te agobiaste —
— se notaba mucho — pregunté a lo que Nicholas solo rio y negó con la cabeza
— no, pero me di cuenta por cómo suspirabas y movías tu pierna — respondió a lo que reí
— era agobiante tantos flashes —
— te sobre estimulaste — solo respondí con un movimiento afirmativo con mi cabeza
Cuando subimos de nuevo al auto no pude aguantar más y mis ojos se cerraron, me quedé en un sueño profundo donde muy rara vez escuchaba la voz de Nicholas hablando a lo que parecía por llamada.