II parte: El trío de oro.

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Vivían en los suburbios de un pequeño pueblo llamado Magier. Las casas perfectamente alineadas y la familiaridad con la que los vecinos se trataban caracterizaban al vecindario. Las tres casas estaban pegadas, como si el destino hubiese querido desde un principio que estuvieran juntos.

Lo único que les separaba eran unas cercas de madera que fueron perdiendo la intención de privacidad por la que fueron construidas, pues los niños simplemente las saltaban cuando les placía para reunirse.

Jack, Elsa y Rapunzel eran conocidos como el trío de oro, por sus cabelleras rubias, apariencias casi perfectas y energía inagotable.

Siempre unidos, haciendo ruido, corriendo entre los jardines de las casas contiguas y jugando en el único parque del poblado.

Asistían a la misma escuela, en el mismo curso y tenían la misma edad.

Los vecinos a veces bromeaban con la idea de que eran trillizos separados al nacer y reunidos por casualidades de la vida. Pronto aquella descabellada noción se arraigó en sus infantiles mentes y se aferraron a ella con uñas y dientes, para así crecer como hermanos. Protegiéndose y amándose como sólo una verdadera familia puede hacerlo.

Pero, la vida también es cruel, y la desgracia azotó a la familia Overland.

Jack perdió a su hermana menor, una hermana de sangre a la que amaba con locura, y su personalidad cambió drásticamente.

Años después, la misma tragedia le ocurrió a la familia Arendelle: la hija más joven, Anna, había fallecido en un accidente.

Y Elsa también cambió.

Ambos crecieron y comenzaron a parecerse más, tanto en apariencia como en personalidad. Estaban unidos por la amargura y el desconsuelo, compartían un lazo tan íntimo como firme.

Pero cada uno afrontaba la vida y el pesar a su manera.

Mientras Jack había tomado el camino de la enajenación y navegaba con la bandera de "Vive rápido, muere joven", Elsa había elegido retraerse y congelar sus emociones.

Los dos chicos estaban rotos, y lo único que podía unir sus piezas, aunque fuese por momentos, era la luz al final del túnel que ambos habían elegido seguir: Rapunzel.

Love is just another way to kill.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora