𝑴𝑰 𝑳𝑬𝑮𝑨𝑫𝑶 𝟐 | Después de que Dean Winchester haya ido al infierno dejando a su pequeña hija al cuidado de las personas que confía él. Es revivido por un espíritu religioso.
Libro 2/5
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Capítulo Catorce: Castiel o Jimmy
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DEAN CUANDO SALIÓ DE ESA CASA NO SABÍA POR DÓNDE SE HABÍA IDO SU HIJA. Era de noche y hacía frío, le preocupaba no saber dónde estaba, solo es una niña con miedo en cualquier lugar.
—Tiene solo una bota puesta–llegó Sam mostrando la bota rosa, la cual tenía un poco de sangre por la mano del gul cuando intentó agarrarla.
—Maldición. Podría haber ido a cualquier lado–maldijo Dean inquieto.
—Tranquilo, Dean. La encontremos–intentó calmar su hermano pero él por dentro sentía pánico en no saber por donde se fue su sobrina.
Propuso dividirse, pero igual si no tenían éxito. Llamarían a Castiel o Ellery. Pues ese ángel prometió en cuidar a la pequeña Winchester.
El cazador mayor alumbraba con su linterna llamando el nombre de Carrie. Sin embargo, tuvo algo de esperanza. Cuando vio que en el lodo había una huella con forma exacta de la suela de la bota de su hija.
—¡Carrie!
Alzó la voz Dean caminado por ese recorrido donde veía esa huella. Aunque algo más sucedió, ya que el lodo no solo había huellas de bota, unas pequeñas huellas de manos también. Entonces, se detuvo y vio a su hija salir detrás del tronco de un árbol. Tenía solo una bota puesta, su otro pie solo tenía el calcetín el cual estaba cubierto de lodo. Sus manos, sus rodillas y parte de su ropa tenían también lodo.
—Carrie, soy yo–se alivió Dean en verla.
La menor soltó un pequeño puchero y corrió a los brazos de su papá, Dean se acuclilló extendiendo sus brazos para recibir a su hija en un abrazo y besarle la frente y mejilla.
—El tío Adam es malo–dijo entre el llanto mientras Dean aún no la soltaba.
—No, pequeña. Ese no era el tío Adam. El tío Adam te ama–quiso tranquilizarla–. ¿Que te pasó?
—Me caí–apuntó el lodo. Dean soltó un leve suspiro besando la cabeza de Carrie.
Se enderezó con ella en brazos y se retiraron para ir con Sam. Cuando el menor se enteró que la encontró se alegró y la abrazó disculpándose por dejarla al descuido.
