Alexander
Vi a Abril pasmada en la entrada, pensé que algo le había pasado y no pude evitar preocuparme. ¿Es por el desorden? Bueno, estaba tomando café con pan mientras leía la primera edición de Orgullo y Prejuicio, cuando escuche sus gritos y me asomé. Deje de mirar mi apartamento para ver su cara, o por Dios, le brillan los ojos igual que cuando mi abuelo me regaló para mi decimoquinto cumpleaños las cartas que Jane Austen enviaba.
Y entonces lo entendí, es el libro. No pude evitar sonreír, estiro su mano con sus dedos algo temblosos.
- ¿Fan de Jane Austen? - Pregunté.
- Es... es... ¿es original?. - Esa pregunta salió como un susurro.
- Primera edición de 1813.- Caminó lentamente, como si no fuera real lo que veían sus ojos.
- Bueno si, técnicamente si. Si quieres puedes leerlo. - Abril se emocionó mucho, pero justo en ese momento, se detuvo.
- Estoy empapada, podría dañarlos. - Justo cuando iba a responder cuando agregó en pánico. - Mierda, estoy mojando tu alfombra. - Un pequeño charquito se estaba formando.
- No te preocupes Abril, nada que la aspiradora no arregle. Pero te entiendo, lo mejor es buscar ropa seca. Seguro Vic, dejó algo la última vez que vino de visita. - Entré a mi habitación en busca de algo de ropa para Abril, mi hermana era mucho más alta que ella. Era algo bueno, seguro que un camisón de Vic lograría taparla toda. Abrí mi armario y efectivamente había ropa, de echo... mas de la que recordaba que tenia aquí. Así que tomé un comisión, algo de ropa interior, unas pantuflas y fui en busca de Abril.
Estaba parada donde la había dejado, se agarraba un brazo y miraba el piso, signo de timidez, para romper un poco el hielo le dije:
- Efectivamente encontré ropa de Vic. Solo tengo una habitación, así que debes usar el baño que está allí, hay todo lo que necesitas para una buena ducha caliente. Mientras, haré más café. - Me voltee para ingresar a la cocina y darle algo de espacio - ¿Te gustaría algo adicional? ¿Como huevos o fruta? - En vista que no obtuve respuesta decidí de nuevo mirarla, aun seguía de pie allí.
- ¿Tu novia no se enojara de que alguien desconocido entre a tu casa y le prestes su ropa? - Mierda, seguro que cuando escucho Vic se imaginó algo romántico o pasional.
- Bueno, Vic es mi hermana. Es un año menor y cuando está cansada del trabajo viene a dormir aquí. - Note un pequeño tinte rosa en sus mejillas.
- Lo siento, pensé que era tu novia o esposa. - No se porque no quise que Abril se hiciera a esa idea. Tome la foto familiar de hermanos que nos tomamos el año anterior y se la enseñé.
- Mira, esta mujer alta es Vic, como te había comentado solo nos llevamos un año y las dos pequeñas idénticas son Lottie y Penny, son gemelas y nos llevamos 15 años. -Abril tenía un atisbo de asombro en su mirada ¿Estaba sorprendida por mostrarle mis hermanas?
- Son muy lindas. Entonces... ¿Eres el único varón de la casa?
- Bueno si no cuentas a mi padre y abuelos, si. - La conversación fluía bien, pero recordé que esta empapada - Abril, no quiero que te enfermes, así que creo que hemos hablado demasiado, ve a cambiarte por favor.
- Vale, muchas gracias.
Vi a Abril entrar al cuarto y cerrar la puerta, así que me dediqué a la cocina. Unos minutos después escuché de nuevo la puerta, pero esta vez abriendo, no pude evitar sonreír, lo que para Vic era un camisón a media pierna, para Abril era un camisón a los tobillos, por Dios, ¿Como puede ser tan pequeña? Se frotó las manos buscando calor
- ¿Cómo es que la primera lluvia ha sido tan fuerte y con tanto frío? - Me sorprendió que añadiera conversación, lo que me demostró que es una mujer segura y fuerte, solo que tal vez no esta pasando un buen momento.
- Bueno, siempre ha sido así, solo que tal vez la sientes más fuerte por el tiempo que estuviste debajo. -Comente, mientras le servía una taza de café, me debatí un momento entre colocar un panecillo en el plato o simplemente colocar toda la cesta en la mesa, me fui por lo segundo - Toma asiento Abril.
- Por cierto, muchas gracias y quiero aprovechar para pedirte disculpas. Ya sabes, por golpear la puerta de la librería.
- No te preocupes por ello, aunque es bastante vieja, nos hemos encargado que siempre esté a la altura.
Vi a Abril tocar la taza de café, se adueñó de un panecillo y se lo comió. Luego tomó otro y luego uno más.
- ¿Hace cuanto no comías Abril? - Ante mi pregunta obtuve una mirada avergonzada de ella.
- Lo siento, no suelo comer tanto, pero están deliciosos. ¿Es de alguna panadería cercana? - Me causó curiosidad la respuesta de Abril, claramente estaba tratando de cambiar de tema.
- Lo cierto es que no me incomoda que comas, pero puedo notar que estas algo débil, eso significa que no has comido o dormido bien, o posiblemente ambas. No te avergüences de aceptar la respuesta, no seré yo quien te juzgue. - Comenté mirando el reloj- Aún es temprano, apenas son las 3:40 de la tarde, pero podría preparar algo de cena adelantada. Y no, los panes no son de ninguna panadería, mi abuela me enseñó a hornear y cocinar. - Me di cuenta que Abril estaba algo sorprendida, de nuevo. ¿Donde vive esta chica que se sorprende de todo?
- No, no he comido muy bien la última semana y anoche la verdad es que no dormí nada. Estuve toda la noche escribiendo en mi tesis.
- Déjame adivinar... ¿Te la rechazaron?
- Así es, mi asesor piensa que es un terrible tema. Tengo una semana para llevar algo bueno, así que decidí buscar otra cosa para investigar, pero mi madre me dijo que viniera aquí antes de decidir abandonar. Mencionó que tal vez encontraría ayuda o inspiración y que ambas funcionan bien. - Hablar con mujeres siempre ha sido un tema complicado para mi, pero por alguna razón, hablar con Abril se siente bien. Le gusta decir la verdad y valoro que una persona tenga la fortaleza de expresarlo.
- Si es así, llegaste al lugar indicado. Los Blackwood hemos hecho un grandioso trabajo a medida que pasan los años. Quizás no sea tan bueno como mi abuelo, pero podría ayudar si me das la oportunidad. - Noté que Abril se quedo pensando.
- ¿Cuánto costaría tu asesoría?
- Hoy iba a casa de mis padres a visitarlos, pero la lluvia interfirió. Mi abuelo decía que una buena lluvia sabe cuándo llegar, supongo que hoy fue perfecta, Abril.
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AMOR DE PRIMERA EDICIÓN
RomanceAbril Lawrence, una estudiante universitaria apasionada por los libros románticos y la literatura clásica, quien en la búsqueda del desarrollo de su tesis, encuentra más que libros de primera edición cuando cruza las elegantes puertas de la antigua...