Alexander
- Primero ¿Hay algún problema en coquetear contigo? y segundo ¿Porque te meterías en problemas, Abril? - Estaba completamente roja y nerviosa. No cabe duda que mi cercanía ejerce respuestas en su cuerpo y mente.
- Bu... Bue... Bueno - DING DONG, ¿En serio? ¿Ahora?
- ¿Quién será? - Me levanté de inmediato, quizás lo mejor es dejar las cosas aquí y no seguir avanzando en esta conversación. No podía creer quien estaba en mi puerta con una sombrilla y una caja de cervezas. Dante, mi mejor amigo.
- He venido a tomar unas cervezas, un momento... ¿Quién es ella? - Al darme la vuelta vi a Abril apurada buscando sus cosas. Ya se iba, lo sabía. Incluso volvió a ponerse la ropa aun húmeda que tenía puesta.
- Ella es Abril - Ella levantó la vista - Y él es mi amigo Dante.
- Mucho gusto Dante. - respondió Abril, por alguna razón ya no era la misma, su actitud había cambiado. Y me sentí culpable.
- Si hubiera sabido que tenías compañía no habría venido. - No estaba feliz con la visita de Dante, no por nuestro pasado.
- No es necesario, ya me marcho. - No podía detener a Abril, pero recordé.
- Abril, mientras revisaba tu tesis, busque tres libros que considero deberías tener a la mano. En tu archivo te deje comentarios. - Ella los recibió, algo avergonzada.
- Muchas gracias por todo Alexander, ya pedí un taxi así que no te preocupes. Tengo material para la semana. Ya lo revisaré todo. - Vio a Dante, y le dijo- Adiós Dante.
- Adiós Abril. - Respondió mi amigo.
- Adiós Alexander. - No quería que se fuera.
- Toma una sombrilla y adiós Abril, espero que te sirva lo que te dejé. - No quería que se fuera. Me sentía solo... otra vez. La vi bajar las escaleras y subir a un auto amarillo, y lo odié. No volvió a verme ni una sola vez ¿Volverá? ¿Tenía tantas ganas de irse porque llegó Dante o por mi? ¿La hice sentir incómoda?
- ¿Es tu novia? - Dante me trajo a la realidad, no podía detener a Abril, fue un instante, uno que me dio vida unas horas. Cerré la puerta y me centre en Dante.
- No, solo vino en busca de algo. - ¿Que? ¿Consuelo? ¿Se lo habré dado? ¿Leerá mis comentarios sobre su tesis? ¿Cambiará de tema? - ¿Que te trae por aquí Dante? Hace mucho que no te veía - Hacia 7 meses exactamente.
- ¿Sabes? quiero hablar contigo de algo importante. - Lo sabia, no tenia que decirlo. Se casará con Chantal, la que un día fue mi novia. - Nos casaremos Chantal y yo, traje tu invitación. - Sacó un sobre y lo dejó sobre la mesa. - Espero que no te moleste, sobre todo eres mi amigo.
- Ese día no puedo, estoy ocupado. - No sabia que día era, pero no quería ir. Chantal es la parte triste de mi pasado, algo que no quiero recordar.
- Pero no has vis... Un momento, ¿Hablaste con Chantal? - No he visto a Chantal desde el año pasado, esa tarde llena de nieve blanca y frio. Había estado ocupado con las remodelaciones de la librería y esa tarde decidí cerrar temprano para disfrutar con ella. Cuando llegue tenia un muy escotado vestido rojo y hablaba emocionada por celular. Entonces lo entendí, su mirada ya no era para mi. De inmediato empezó a gritarme:
- ¿Sabes Alexander? necesito algo mas que un bibliotecario dedicado a una vieja casa y estúpidos libros viejos. Quiero un hombre que me saque a bailar, que se despierte tarde haciendo me el amor, que vayamos a moteles y a otros lugares. - Solo pude decir...
- ¿Quien es? - Dio la vuelta y se fue, la única respuesta que recibí fue un mensaje de texto: "He estado saliendo con Dante, nos gustamos. Lo nuestro se acabó" . Dante nunca me dio la cara y cinco meses, simplemente vino al igual que hoy, con una caja de cervezas.
- No he hablado con ella Dante - Respondí, tenia la impresión de que él pensaba que nos habíamos estado encontrando- Solo que si la boda es de aquí a un año, tengo todos los días ocupados. - Dije con la mayor calma posible, estaba cansado y la verdad... triste.
- Habíamos quedado en que el pasado quedaba halla. Eres mi padrino de boda Alexander, no tengo a nadie más, puedes sacar solo un rato. - Sentí que mi estomago se revolvía. No era su amigo desde hacia mucho. Desde que se revolcaba con mi novia, un amorío de tres meses y nunca me lo dijo.
- Dije que los perdonaba y de verdad deseo que puedas darle lo que siempre soñó. Pero eso no significa que lo olvide.- El dolor de la traición es cruel.
- Alexander, te dije que no se como pasó, simplemente ocurrió ¿si? - Vi a Dante abrir una botella y llevársela a la boca.
- Si, lo dijiste. Y te perdoné, pero no iré a esa boda, las relaciones no nacen de la nada y tanto tú como Chantal, debieron decírmelo, así no hubiera sido tan doloroso. ¿Crees que nuestra relación será la misma de antes? Y por lo del padrino no te preocupes, tienes tantos amigos que cualquiera estaría dichoso.
- Eso es lo que odio de ti - Vi a dante darle un golpe a la mesa - ¿Crees que simplemente podría decirlo y ya? no, no podía porque me importas.
- No seas mentiroso Dante, solo te importaba que te ayudará a graduar. Claro, el estúpido de Alexander haciendo lo tuyo mientras le pagabas metiéndote a la cama de su mujer. Puedes casarte con ella una y mil veces, pero no iré. Y te pido amablemente que no golpees mi mesa. - Dante me miraba con odio, se que siempre lo ha hecho, pero lo veía como un hermano. Ahora entiendo lo que mi abuelo un día me dijo: "ten cuidado a quien lastimas hijo, el amo olvida en donde golpea, pero al esclavo es al que le queda la cicatriz, el dolor y el recuerdo"
Vi a Dante bajar las escaleras y entrar en su auto, nunca dije cómo me sentía sobre su traición, ni sobre nuestra relación. Recuerdo a Chantal como alguien del pasado que debe quedarse allí.
Definitivamente cuando desperté esta mañana no sabía que mi día seria así, que estaría en el cielo y el infierno al mismo tiempo. Es como si el destino me cobrará por conocer a Abril, pero caminaría sobre brasas solo por volver a ver sus hermosos labios, sus hermosos ojos y cabello negro. La hermosa manera de sonrojarse, su piel color leche seria magistral con cualquier color de ropa, pero sin duda, sus caderas seguro se ven mejor al aire libre.
No pude evitar sonreír en la soledad de mi apartamento, tome la copa de vino de la que estaba tomando en la cena con Abril. ¿Pensara en mi? ¿Se pensaba cuando me miraba? se muy bien que llamo la atención de algunas personas y noté cuando se quedó envilecida con mis brazos ¿Que pasó por su cabeza?
Esa noche Abril no salió de mi cabeza. Y los días que siguieron... tampoco.
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AMOR DE PRIMERA EDICIÓN
RomanceAbril Lawrence, una estudiante universitaria apasionada por los libros románticos y la literatura clásica, quien en la búsqueda del desarrollo de su tesis, encuentra más que libros de primera edición cuando cruza las elegantes puertas de la antigua...