Flufftober *Chestappen* 2024

18- Baile Juntos

Max estaba tirado en su cama, mirando el techo con una mezcla de tristeza y frustración. No podía sacarse de la cabeza el rumor que había escuchado en la escuela: Checo había invitado a Lance al baile de graduación. Al principio no lo había creído, pero al verlos hablando juntos esa mañana, sus dudas se habían vuelto certezas. El dolor de imaginar a Checo bailando con otra persona lo había llevado a tomar una decisión: no iría al baile. Prefería quedarse en casa antes que verlos juntos.

La noche del baile, Max intentaba distraerse, pero cada canción que sonaba en la casa le recordaba lo que estaba pasando a pocos kilómetros. El baile, las risas... y la idea de que Checo estaba allí con alguien más. De repente, un golpe suave en su ventana lo hizo salir de sus pensamientos.

Se asomó, y para su sorpresa, vio a Checo de pie en su jardín, sonriendo y saludando con la mano.

Confundido, Max bajó rápidamente las escaleras y salió al jardín, preguntándose qué estaba pasando.

— Checo, ¿Qué haces aquí? —preguntó Max, tratando de sonar tranquilo aunque el corazón le latía con fuerza que sentía que se iba a escapar de su pecho.

Checo se acercó con una sonrisa y le miró directo a los ojos.

— Vine porque quiero estar contigo, Max. No me importaba el baile si no iba a estar con la persona que realmente quiero. Así que aquí estoy.

Max, entre aliviado y feliz, sintió una sonrisa escaparse en su rostro.

— Pensé que habías invitado a Lance, por eso no quise ir... no quería verlos juntos.

Checo negó con la cabeza, acercándose aún más a él.

— No, Max. El único con quien quería estar esta noche eres tú.

Antes de que Max pudiera responder, Checo sacó su celular y comenzó a buscar una canción. Cuando la música empezó a sonar, extendió una mano hacia Max.

— ¿Qué dices? ¿Hacemos nuestro propio baile aquí mismo?

Max, conmovido y sonriendo, tomó la mano de Checo. Bajo el cielo estrellado y con la suave música del celular, comenzaron a bailar en el césped del jardín. Sus movimientos eran torpes, pero ninguno de los dos se preocupaba por eso. Estaban en su propio mundo, disfrutando de un momento que no cambiarían por nada.

Al final de la canción, Max apoyó la cabeza en el hombro de Checo, sintiendo que no había mejor lugar para estar que allí, en su propio y perfecto baile de graduación.

— Gracias, Checo —susurró Max—. Este ha sido el mejor baile de todos.

Checo lo abrazó, estrechándolo con cariño.

— Siempre voy a estar aquí para ti, Max.

Y así, en medio del jardín y bajo las estrellas, tuvieron su primer baile, uno que sabían recordarán para siempre.

Holis, aquí les dejo el día 18 

es todo por hoy, mañana subo el día 19 y 20

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nos leemos mañana!!😉

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