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Era enero, empezaba 2017 con muchas metas, mucho trabajo y muchos besos apasionados.

- Estás siendo demasiado consentido kook, debería castigarte - soltó el mayor.
- Ahmmm si, bueno, los castigos también me gustan - contestó apenas audible ya que estaba demasiado ensimismado en el beso que se estaban dando.

Después de una tarde de ruda competencia de Mario Kart, Jungkook se encontraba bastante cómodo encima del regazo de Tae, Empezaron jugando Nintendo y terminaron en otro tipo de juego. Normal en ellos.

El mayor separó sus labios y volteó la cara a un lado, en modo de castigo, pero el azabache no sería dominado tan fácilmente, tomó su boca con una mano y la dirigió de nuevo hacia él agresivamente, reclamando sus labios, solo Dios sabe cómo necesitaba su cuerpo de esa boca, de los toques del contrario, de su respiración agitada, de su sudor. Definitivamente estaban embriagados uno del otro.

- Toc toc - exclamaron al otro lado de la puerta de su habitación.
- Perdón interrumpirlos tortolitos pero deben alistarse para la rueda de prensa de esta noche. - dijo Jimin abriendo la puerta y dejando ver una cara de malicia al ver la posición de sus compañeros.
- Que humillativos son, comiendo enfrente de los necesitados - declaró finjiendo un puchero - por favor tomen en cuenta mi consideración de un trío cuando se consideren listos - completa el mayor al mismo tiempo que les picaba un ojo y cerraba la puerta con una carcajada.

- Parece que las puertas están de adorno en esta casa, sobre todo para él no? - dijo el menor con un leve dejo de molestia en su voz.
- No empieces bebé, ya sabes cómo es Jimin, a estas alturas deberías estar acostumbrado.
- Bueno, ese es el problema, cuando se trata de ti no me acostumbro a ningún trato fuera de lugar de nadie. - soltó Jungkook hablando como si estuviera bastante enojado pero dejando ver su risa mientras le daba otro pequeño beso al contrario. Ugh, en otro momento le daría asco ver cuán meloso estaba siendo.

🌕🤍🌕

Tae estaba esperando en el auto al menor, iban retrasados y el chico no aparecía, pasaron unos minutos más y la puerta de la camioneta se abrió, entrando JK con la respiración un poco entrecortada - lo siento, corrí todo lo que pude - soltó tratando de respirar profundo para dejar atrás su cansancio.

Pero Tae no le contestó, básicamente porque no había escuchado nada, se encontraba con el corazón en la garganta al ver al menor con unos pantalones de cuero negro apretados que le marcaban bastante bien los muslos, una fina camisa blanca y una chamarra también de cuero negro que le quedaban bastante bien en el color de piel del contrario. Además al ingresar al auto también ingresó un aroma fresco a limón que desprendía de su cuerpo. Que maravilla para sus sentidos.

Jungkook era eso, intenso, estrafalario, su debilidad, aquello que lo llevaba hasta las últimas consecuencias de todo. Tenía una dualidad magnífica; en un momento podía ser un conejo tierno con sus ojos de bambi y al otro tener esta dark energy, este tipo de energía de bad boy que lo hacía querer meterse en cualquier problema por él, pero sobretodo meterse en las sábanas de su cama. Lo ponía de sobremanera.

Después de unos segundos Tae trató de recomponerse, se sentó derecho y relamió sus labios, tenía la boca seca, y como no, con el fuego que era Jk solo con mirarlo.

En menos de lo que pensaron llegaron al evento, la rueda de prensa era un paso obligatorio en el plan de medios de promoción para el próximo comeback, el cual sería en el siguiente mes y lo anunciarían esta noche.

Esa energía de expectativa no solo emocionaba a los fans, era una recarga energética para ellos mismos también, los cambios de looks, de eras, de conceptos, para ellos como artistas les alimentaba la vida, la mente, el alma.

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⏰ Última actualización: Nov 16, 2024 ⏰

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