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Llevaban un mes en la nueva residencia, Taehyung había llegado a un acuerdo con Jungkook en base a los problemas que habían tenido anteriormente. Sin embargo las cosas no resultaban tan fácil como se esperaba.

Taehyung sentía que iban en direcciones un poco diferentes, mientras que él tomaba sus sentimientos por JK con calma, el azabache era como un torbellino de emociones que mareaba al mayor; pero después de todo, pensaba que había que entender que se trataba de su personalidad y su carácter todavía a medio formar.

Después de ese pequeño quiebre empezaron una relación, en verdad, algo que no podría ser formal por la situación pero lo suficientemente seria para tener un compromiso entre ellos.

Jungkook era todo lo que quería y necesitaba pero parece que sólo el mayor lo notaba... Depronto no podía tener interacción con otro amigo, que no fuera de BTS, porque salía su maknae con sus celitos, le daba ternura.

Al principio todo bien pero luego, era un poco asfixiante de nuevo... Sin embargo, nada que no se pueda solucionar con una charla, así fue y JK bajo un poco su posesividad, solo un poco.

Era de mañana, todos en la residencia se encontraban listos, tomando sus abrigos para salir, ese día todos íban a un evento, todos menos ellos, ya tenían planeado quedaren solos, por lo que habían comido algunas cosas en la noche, cosas que podían decir "los habían indigestado".

Así fue, al día siguiente por "indigestión" Jungkook y Taehyung se quedaron en cama, literalmente.

Lo hicieron en todas partes, se podría decir que la residencia de los 7 había quedado un poco marcada por ellos dos, terminaron en la ducha, Tae le pasaba el jabón cuidadosamente, Jungkook era como un tesoro para el rubio, de esas joyas que debes tocar delicadamente porque en algún momento se podrían quebrar, le encantaba todo de él, era algo tímido pero también travieso.

Lo tomó de los hombros y lo volteó contra el vidrio de la ducha, su trasero estaba tan bien para él que podía sentir su boca haciéndose agua.

Ya estaba lo suficientemente preparado después de todo lo que habían hecho así que entró en él sin más, no puede decribir como se sentía, demasiado apretado, demasiado caliente, demasiado delicioso.

El agua de la ducha corría por su espalda y vaya que le gustaba, podía jurar que lamería cada gota sobre su piel.

- Te gusta? - preguntó con una voz más ronca de lo normal.
- Tae.. Es lo que más me gusta en el mundo - y esas palabras fueron su motor para empezar a menear duro.

Gimió y empezó a balancearse al tiempo de las embestidas.
- Oh Dios - exclamó Tae sintiendo su cuerpo empezar a contraerse, Jungkook también lo disfrutaba, empezó a enterrar sus dedos en sus muslos con la mano que tenía libre, la otra estaba contra el vidrio, vaya imagen la que tenía Taehyung enfrente, la recordaría un largo tiempo.

La piel del menor era como porcelana blanca, tan delicada, tan preciosa, a veces se preguntaba si él era merecedor de tanto.
Sus gemidos eran estímulos de placer en los oídos de Tae, en medio del mareo de la lujuria, el mayor tomó las dos manos de JK y las estiro hasta ponerlas arriba en el vidrio, su espalda curveada como un gatito, oh, si que lo calentaba.

Tae posicionó sus manos encima de las del menor y empezó a embestir con más fuerza, quería acabar ese día de ellos dos como es debido, que Jungkook siempre lo recordara...y sí que lo haría.

- Tae dond... - Jimin abrió abruptamente la puerta y quedó modo estatua. Igual que los corazones de Jk y Tae. Los 3 se miraron sin moverse.
- Perdón perdón - reaccionó después de dos segundos y salió rápidamente con la cara totalmente roja.

Taekook, best unit. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora