Cura para un corazón roto

VI

El tiempo parecía avanzar más rápido de lo normal para Jisung. En las semanas que siguieron a aquella noche en el parque, las cosas con Minho se volvieron más... naturales. No había presión, no había grandes gestos forzados, solo pequeños momentos que poco a poco le recordaban a Jisung que tal vez confiar en alguien no era una misión imposible después de todo.

Sin embargo, algo dentro de él estaba cambiando. No podía precisar cuándo exactamente, pero cada vez que Minho lo miraba con esa sonrisa tranquila, algo en su pecho se agitaba. Era extraño, emocionante y aterrador al mismo tiempo.

Una tarde cualquiera, Jisung estaba acomodando sus cosas en su casillero cuando recibió un mensaje de Minho.

Honnie: Hoy tengo un plan. No acepto "no" como respuesta. Paso por ti en una hora.

Jisung sonrió para sí mismo. Ya se había acostumbrado a la espontaneidad de Minho.

Jisung: Está bien, pero si es algo raro, me debes un café.

Minho respondió rápidamente con un emoji de cara sonriente.

Una hora después, Minho estaba en la puerta de Jisung, y, como era habitual, no reveló ningún detalle sobre lo que habían planeado.

—¿Por qué siempre me llevas a lugares sin decirme nada? —preguntó Jisung, cruzado de brazos mientras se subía al auto.

—Porque si te lo digo, no es sorpresa. Y sé que amas las sorpresas.

—No amo las sorpresas.

—Sí, claro. —Minho sonrió, arrancando el auto.

El destino resultó ser una pista de patinaje sobre hielo en el centro de la ciudad. Estaba decorada con luces cálidas y rodeada de árboles iluminados, lo que le daba un ambiente mágico. Jisung lo miró con una mezcla de sorpresa y nerviosismo.

—¿Patinaje? ¿En serio?

—Es divertido —dijo Minho mientras estacionaba—. Y sí, antes de que lo digas, te sostendré para que no te caigas.

—Eso espero —murmuró Jisung, pero no pudo evitar sonreír.

En el interior, ya había algunas personas conocidas. Jungwoo y Jaehyun estaban riendo mientras intentaban mantenerse de pie, mientras Cha Eunwoo deslizaba elegantemente por la pista, como si fuera un profesional.

—¡Minho, Jisung! —gritó Jungwoo, haciendo un esfuerzo por mantener el equilibrio mientras los saludaba.

—¡No miren a Jungwoo! ¡Nos va a arrastrar a todos! —se burló Jaehyun, provocando risas.

—Eso no es verdad... ¡ah! —gritó Jungwoo mientras caía de espaldas, riendo mientras Jaehyun lo ayudaba a levantarse.

—Esto va a ser un desastre. —Jisung suspiró, pero su tono era más relajado de lo que esperaba.

Minho se acercó con los patines.

—Vamos, si ellos pueden hacerlo, nosotros también.

—Si me caigo, es tu culpa.

—Lo sé. Pero no dejaré que te caigas.

Aunque al principio Jisung estaba inseguro, con el tiempo se fue soltando. Minho no se separó de él ni un segundo, siempre sosteniéndolo por la mano o por la cintura, asegurándose de que estuviera bien.

—Mira, ya lo estás haciendo —dijo Minho, sonriendo mientras Jisung daba pequeños pasos en la pista.

—Sí, pero porque tú me sostienes. Si me sueltas, caeré como Jungwoo.