Pov:era de noche y podemos ver a nuestro protagonista caminando por el extenso bosque del irati o así lo llamaban los humanos, este estaba verificando si los ecosistemas estaban en su orden aunque también era para poder tener un tiempo a solas, solo él, el bosque y las estrellas.
En un punto de su caminata, Izuku decidió parar y recostarse en el suave pasto para poder descansar un poco aunque tuvo que tener cuidado con dañar algún hábitat.
Cuando ya él se había recostado en el suelo vio como unos animales lo estaban viendo parecían asombrados pero precavidos ante su presencia.
Izuku:hola 😊
Apenas los animales lo oyeron hablar salieron corriendo despavoridos dejando a Izuku confundido.
Izuku:pero.. ¿Qué fue el mal, que yo dije?
Con decir eso solo vio a lo lejos como aquellos animales se escondieron en lo que parecía ser una montaña no tan grande pero que los cubría bien, izuku solo se rió un poco para después mirar el cielo nocturno que era iluminado por las estrellas.
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Izuku-suspiro-esto si que es vida, la superficie me sigue sorprendiendo con estas vistas, ni siquiera en la tierra hueca veo algo igual o parecido a ésto.
Al decir esto nuestro protagonista solo se mantendría callado disfrutando del momento antes de tener que irse y volver al Amazonas.
En alguna parte de la luna
Nos encontramos en una especie de hueco oscuro hasta que de repente del él sale una especie dragón blanco y con toques plateados de tres cabezas quien enseguida aterriza en el suelo lunar.
Callist-gruñendo-ya es hora de ir.
Aura:¿ahora? Pero me estaba gustando este lugar.
Aio:A mi también.
Callist:recuerden a qué venimos.
Aura-estresad-si, si, si ghidorah y eso si te soy honesta ¡me vale verga!
Callist:mira solo veamos si es que él no está tal vez nos quedemos a vivir en el planeta.
Aio:está bien😊
Aura:tsk esta bien.
Callist:bien bueno es hora pero antes recuerden que si van a vomitar que sea para otro lado y te lo digo a ti Aio.
Aio:ta bien 👍
Con decir eso el dragón tomaría vuelo alzándose para después ir a toda velocidad en dirección a la tierra, mientras se acercaban su cuerpo empezaba a tornarse rojo por la gran temperatura que estaban atravesando.
En el descenso lograron atravesar la atmósfera así su cuerpo volvería a su tono de color natural, para antes de caer al suelo abrir sus alas empezando a planear por el cielo nocturno.
