--Princesas.
Hoy era un nuevo día en Equestria, y el sol brillaba intensamente sobre el paisaje. Alastor, utilizando su magia de gravedad, se movía con gracia por el aire en dirección al castillo de la Princesa Celestia, quien lo había convocado para una pequeña reunión.
Alastor: ¿Para qué quiere llamarme la princesa?.
Se preguntó a sí mismo, sintiendo una mezcla de curiosidad y desinterés. A medida que su mente divagaba, aumentó la velocidad, convirtiéndose en una estela de oscuridad que surcaba el cielo en dirección a Canterlot.
Mientras se deslizaba, la brisa acariciaba su pelaje y el paisaje se desdibujaba a su alrededor, creando una sensación casi etérea. No era la primera vez que recibía una convocatoria de la princesa, pero siempre había un aire de misterio en torno a sus intenciones.
Al llegar a la entrada del castillo, Alastor descendió del cielo con elegancia, aterrizando frente a las puertas majestuosas donde lo esperaban dos guardias. Sin saber quién era, los guardias lo apuntaron con sus lanzas, preparándose para cualquier eventualidad.
Sin embargo, Alastor no se inmutó; con un solo brillo de su cuerno, activó su magia de corrosión, una habilidad que había perfeccionado para hacer que otras magias se volvieran inútiles ante él. Las lanzas flotaron en el aire, incapaces de cumplir su propósito.
Con un simple movimiento, utilizó su magia de gravedad para hacer que los dos guardias cayeran al suelo, dejándolos completamente desorientados. Sin perder el ritmo, Alastor caminó hacia el interior del castillo, decidido a no dejar que ningún obstáculo, ni siquiera los insectos que pudieran interponerse en su camino, le retrasara.
A medida que traspasaba las puertas, la grandeza del castillo se desplegaba ante él, y aunque sabía que la reunión con la Princesa Celestia era importante, no podía evitar disfrutar de la sensación de poder que le otorgaba su magia, un recordatorio de que estaba en control de la situación.
Mientras Alastor caminaba por los pasillos del castillo, su sombra comenzó a desprenderse de él, deslizándose silenciosamente por las paredes como si tuviera vida propia. La sombra, con un tono de voz suave y casi conspirador, se dirigió a él.
Shadow: He estado sintiendo una presencia mágica inusual cerca de Equestria. No es algo que deba ignorarse.
Alastor, con una sonrisa siempre presente en su rostro, respondió con despreocupación.
Alastor: ¿Y qué hay de malo? A mi no me afecten lo más mínimo, a veces, las cosas son más simples de lo que parecen. Además, sabes que no me molestan las perturbaciones, siempre y cuando no interrumpan mi día.
Su tono casual reflejaba su indiferencia ante la advertencia, como si la idea de una amenaza le resultara casi cómica. La sombra continuó recorriendo las paredes, pero Alastor no se detuvo, disfrutando del camino hacia el salón.
Finalmente, llegó a la gran sala donde las princesas Celestia y Luna estaban sentadas en sus tronos, observándolo con curiosidad. Sin que nadie se diera cuenta, la sombra se apresuró a regresar a su forma original justo antes de que Alastor entrara en la sala, asegurándose de que no fuera vista por las princesas. Con su habitual aire de confianza, Alastor se acercó a los tronos, listo para escuchar lo que Celestia tenía que decir, mientras la sombra permanecía oculta, esperando en silencio.
Princesa Celestia: Hola, Alastor.
Dijo Celestia, con una voz tranquila y dulce que llenó la sala, creando un ambiente acogedor. Su expresión era serena, reflejando la confianza que tenía en su invitado.
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𝐀𝐋𝐀𝐒𝐓𝐎𝐑 𝐗 𝐌𝐘 𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐏𝐎𝐍𝐘 /// My Little Pony
FanfictionAlastor andaba por las calles del infierno, con su estilo despreocupado de siempre, cuando algo inusual llamó su atención. En un callejón oscuro, un libro brillaba intensamente, como si lo invitara a descubrir sus secretos. Sin pensarlo dos veces, s...