Alastor, conocido como el demonio que más miedo infundía en el infierno, caminaba por las calles de la gran ciudad Pentagrama con su característica sonrisa. Mientras vagaba por allí, una luz rosa brillante llamó su atención desde un pequeño callejón. Intrigado, el pelirrojo no pudo resistirse y se acercó, descubriendo un libro con siete elementos incrustados.
Alastor: ¿Quién sería tan tonto para dejar esto aquí?.
Pensó para sus adentros, observando la cubierta brillante con curiosidad. No tardó en abrirlo, y todo comenzó a temblar. Soltó el libro, que cayó al suelo y empezó a brillar aún más fuerte, como un arcoíris, y antes de que pudiera asimilarlo, Alastor fue absorbido por completo.
Alastor: ¡Miér...!.
Fue lo único que alcanzó a decir antes de desaparecer. De repente, se encontró en medio de un bosque. Al levantarse y sacudir la cabeza, notó algo extraño: en lugar de manos, tenía pezuñas. Trató de pararse en dos patas, pero no pudo; dependía de las cuatro, lo que lo dejó completamente desconcertado.
Alastor, todavía tambaleante por el extraño viaje, miró a su alrededor tratando de entender dónde estaba. Los colores del bosque eran vibrantes, casi demasiado brillantes para su gusto acostumbrado a la penumbra del infierno. Su mente trabajaba a toda velocidad, intentando conectar los puntos.
Alastor: Ese maldito libro, tiene que ser el responsable de esto.
La situación era extraña, pero no por eso menos intrigante para alguien con su insaciable curiosidad. Mientras trataba de acostumbrarse a moverse con cuatro patas, su mente no dejaba de girar en torno a una ideam
Alastor: Puedo ser un pony ahora, pero eso no cambia quién soy realmente.
Alastor sabía que, sin importar la forma que tuviera, su esencia seguía siendo la misma. El poder y el peligro que encarnaba no dependían de su apariencia externa. En su nuevo estado, incluso podría ser subestimado, algo que podría usar a su favor.
Con una determinación renovada, Alastor decidió que debía explorar este nuevo mundo. Cada paso que daba en el bosque le recordaba su objetivo: encontrar la manera de deshacer este hechizo o, si era necesario, dominar este mundo colorido y aparentemente inofensivo.
Decidido a comprender completamente su nueva forma, Alastor se concentró en la sensación de poder que siempre había sentido en su interior. Al principio, se sorprendió al notar un cuerno en su frente, algo que no había tenido como demonio.
Alastor: Bueno, esto es interesante.
Murmuró con una sonrisa traviesa. Se preguntó si este cuerno funcionaría como un canal para su magia, así que cerró los ojos y se enfocó. Al instante, una chispa mágica recorrió su cuerpo, recordándole que, a pesar de los cambios, su esencia seguía intacta.
Con un pequeño esfuerzo, Alastor comprobó que aún podía transformarse en sombra, una habilidad que había dominado desde hacía siglos. Se deslizó por el suelo del bosque con una agilidad y un sigilo que pocos podrían igualar.
Mientras se desplazaba, sentía las presencias de numerosos animales y criaturas mágicas a su alrededor, cada uno un testigo silencioso de su paso. El bosque parecía cobrar vida a su alrededor, pero lejos de sentirse amenazado, Alastor se sintió más poderoso.
Alastor: Este lugar tiene su propia magia, pero no sabe que yo también tengo la mía.
Y así, con su nueva forma y habilidades intactas, Alastor se adentró aún más en su aventura, preparado para lo que fuera que este extraño mundo tuviera reservado para él.
Alastor continuó deslizándose hasta llegar a un claro amplio y abierto en el bosque. Sintiendo la amplitud del espacio, decidió que era el momento perfecto para volver a su forma original. Al hacerlo, sintió cómo su presencia demoníaca llenaba el lugar, una energía oscura que no podía ser ignorada.
No pasó mucho tiempo antes de que esta energía comenzara a atraer la atención de las criaturas mágicas del bosque. La atmósfera cambió cuando los arbustos comenzaron a moverse, y de ellos emergieron lobos de madera, sus ojos brillando con una luz feroz mientras gruñían amenazadoramente.
Alastor: Son solo simples perros.
Comentó Alastor con desdén, su sonrisa inquebrantable tomando un matiz burlón. La idea de enfrentarse a estos lobos le divertía, casi como un juego para practicar sus habilidades. Con un movimiento fluido, desató su magia, un poder oscuro y arrollador que envolvía el campo.
La batalla fue rápida y brutal. Alastor se movía con una agilidad sobrenatural, sus fauces mostrando un destello de ferocidad mientras se lanzaba sobre los lobos. Usando su magia, los desintegraba con facilidad, cada lobo de madera cayendo ante su poder.
Los lobos no eran rivales para él; eran más bien una distracción insignificante. Con cada ataque, Alastor demostraba que, sin importar el mundo en el que estuviera, seguía siendo una fuerza temible y peligrosa. Al final, el claro quedó en silencio, y Alastor, satisfecho, observó los restos de sus adversarios con una mezcla de arrogancia y satisfacción.
Alastor: Un buen calentamiento.
Pensó, preparándose para lo que vendría después. Con una sonrisa que parecía abarcar todo su rostro, Alastor se entregó a la práctica de su magia, descubriendo que su nueva forma le ofrecía un abanico de habilidades aún más amplio.
No solo mantenía su poderosa magia oscura, sino que ahora podía manipular elementos como la gravedad, el hielo, el fuego, el rayo, la tierra y el aire. Cada nueva habilidad era una chispa de emoción y poder, y aunque sabía que dominarlas todas requeriría tiempo y esfuerzo, el desafío le resultaba irresistible.
Alastor, siempre amante del espectáculo, disfrutaba cada momento mientras hacía danzar el aire a su alrededor, congelaba arbustos y provocaba pequeñas tormentas eléctricas.
Su control sobre el entorno era una amenaza latente, un recordatorio de que su presencia no debía ser subestimada. Con cada hechizo lanzado, su confianza crecía, y con un tono malicioso, comentó para sí mismo.
Alastor: Este mundo tiene suerte de que solo esté jugando... por ahora.
La promesa de más poder y el potencial de caos que podría desatar lo llenaban de una satisfacción siniestra, y cada nuevo truco aprendido era un paso más hacia el dominio total de su entorno.
Continuara.
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𝐀𝐋𝐀𝐒𝐓𝐎𝐑 𝐗 𝐌𝐘 𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐏𝐎𝐍𝐘 /// My Little Pony
أدب الهواةAlastor andaba por las calles del infierno, con su estilo despreocupado de siempre, cuando algo inusual llamó su atención. En un callejón oscuro, un libro brillaba intensamente, como si lo invitara a descubrir sus secretos. Sin pensarlo dos veces, s...