Porque aunque estoy en mi cama... todavía me siento en ese último abrazo que nos dimos.
***
Los días de otoño teniendo diecisiete años fueron hermosos. Al menos Jungkook creía eso. Sin embargo, también fueron los días más dolorosos, porque justo en...
Días después del abrazo, mi corazón siguió acelerándose cada vez que te veía. Era un hecho, algo había hecho clic en mi interior y no podía apartar mis ojos de ti.
Para cuándo me di cuenta, en la clase de arte solo podía pensar en dibujarte, pero me abstuve porque para empezar ni siquiera hablábamos cuando el resto estaba presente, pues nuestra interacción surgía cuando nos quedábamos solos.
A ratos siento que fuimos unos bobos, pero al final el recuerdo me llena de ternura. Éramos solo unos niños, ¿no? Por mucho que estuviéramos cerca de la adultez, eso no significaba que fuéramos maduros. Además, incluso los adultos cometen errores y actúan como tontos, lo sé mejor que nadie cuando miro a mi alrededor y veo varios cuadros con tu rostro.
Cuánto me habría gustado haberte mostrado aquel cuadro en el que trabajé teniéndote a ti en mente en vez de tener tantos que nunca te pude mostrar.
—Sehee...
Te llamé cuando todos salieron del salón y fuimos los únicos que se quedaron ordenando más tiempo. A propósito me demoraba para estar contigo, ¿sería que tú hacías lo mismo o solo era una coincidencia?
—¿Si?
Tomé mucho aire, los nervios me invadieron y más cuando te giraste para verme.
—Hay una exposición de arte mañana y me preguntaba si te gustaría ir conmigo. Sé que es muy encima y tal vez tengas cosas que hacer, pero no quería quedarme con la duda.
Seguiste guardando tus materiales en tu estuche y por un momento apartarse la mirada. Pensé en que mi panorama había sido muy aburrido, después de todo, me habías dicho que te llevara a hacer algo divertido y yo había salido con una salida similar a lo que acabábamos de hacer hace un momento.
—Perdón, estaba pensando en si tenía que hacer algo. ¿Pero sabes? Cualquier cosa suena más divertida si estás tú, así que claro que me gustaría que fuéramos a verla.
El alivio que sentí hizo que mi pecho se sintiera más ligero. Habías aceptado mi invitación y no podía estar más contento.
—Bien, nos podemos juntar en la estación de metro para ir.
—Claro. Por mensaje nos podemos poner de acuerdo.
Copié tu acción y comencé a guardar mis propios materiales. El sol pronto se iba a poner y no podía permitir que te fueras tan tarde. Quería que las horas avanzaran rápido para que pudiéramos volver a estar juntos. Solo al verte sentía que el mundo avanzaba, puede que por eso ahora el mundo se vea tan estancado desde hace mucho.
Bueno, decir estancado es poco cuando el mundo realmente se detuvo al ya no tenerte conmigo.
Ojalá fuera posible regresar en el tiempo a esos días en los que estábamos solos en la sala de arte, siendo los lápices y atriles testigos de nuestras charlas.
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