Porque aunque estoy en mi cama... todavía me siento en ese último abrazo que nos dimos.
***
Los días de otoño teniendo diecisiete años fueron hermosos. Al menos Jungkook creía eso. Sin embargo, también fueron los días más dolorosos, porque justo en...
Es imposible olvidar esa tarde de otoño en el parque en dónde conociste a mi hermana. Por un momento las dos se vieron como niñas pequeñas y fue como ver una parte de ti que nunca había visto.
Conocía a la Sehee pintora, la artista en lienzos y con palabras, pero nunca te había visto tan simple, tan libre como cuando tan solo corriste junto a una niña que acababas de conocer.
¿Por qué no podía verte así por la eternidad? ¿Por qué tuviste que marcharte tan luego?
Estoy tan seguro de que incluso el otoño te extraña, por algo es que desde que no estás se ve tan tristes como si fuera un invierno que no da tregua.
—¡Oigan, no se vayan a caer!
Escuchar mi voz pareció no tener importancia, siguieron metidas en lo suyo como si yo no hubiera dicho nada. Y no me asustó tanto que mi hermana se pudiera caer, es más, ni siquiera algún pensamiento de ese estilo pasó por mi cabeza.
Se veían tan alegres que era imposible pensar en algo malo.
—¡Toma una foto, Jungkook! ¡El cielo está muy bonito!
Y lo hice, pero lejos de admirar el paisaje, me centré en ver a esas dos almas alegres que corrían de un lado para otro.
Y ahí lo supe.
Un cachito de mi corazón estaba emocionado por algo más allá de pintar, y lo dejé ser, porque se sentía tan bonito que era imposible terminar con esa sensación.
Y fue así como, cuando te acompañé a casa, unas tímidas palabras salieron de mi boca:
—¿Te gustaría que otro día saliéramos a dar una vuelta? Solo... Nosotros dos.
Al parecer te tomé por sorpresa, lo supe cuando vi tu expresión, pero entonces me sonreiste de esa forma que lograba calmarme, aunque en ese momento estremeció.
—Claro. Invítame a un lugar divertido y yo feliz voy.
Me emocioné como un tonto, sin saber que esa salida podría demorar más de lo que había pensado.
¿Por qué asumir que todos son felices?
Cuando yo estaba triste el mundo era una mierda, y cuando estaba feliz era un paraíso. Pero tan solo era mi percepción teñida por las emociones, lo tuve que saber cuando al alejarte tu sonrisa se fue apagando.
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