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—En serio pintas muy lindo, Jungkook. No le hagas tanto caso al maestro, aunque esté al mando no siempre tienen la razón en lo que dice...

Te había visto incontables veces, pero nunca intercambiamos palabras, al menos hasta ese momento en el que te acercaste a mí con cuidado, dándome mi espacio y palabras de apoyo.

Sentía que todo estaba siendo del asco.

El divorcio de mis padres me tenía agotado y cuidar de mi hermana pequeña era duro.

En las aulas me las pasaba solo, nadie quería ser mi amigo y me miraban mal por haber discutido con el chico más popular. Incluso mi mascota se había ido al cielo, cuando era mi única contención verdadera.

¿Había algo bueno?

No.

Todo era una mierda.

Y al final... el único momento que tenía para mí mismo, en donde las preocupaciones se desvanecían un poco, era cuando iba a las clases de arte. Lamentablemente hasta eso se había arruinado con el cambio de maestro.

—¿Será que tienes razón? Nadie es dueño de la verdad, así que también puedes estar equivocada.

No sé la razón por la cual mi tono fue tan pesado y brusco, cuando al final habías hecho un esfuerzo por hablarme para que no la pasara tan mal. Solo sé que tomé mis materiales poniéndome de pie, y pasé de largo dejando el lienzo a un lado mientras iba hacia la ventana para ver si algo de aire me llegaba y de esa forma mis emociones se calmaban un poco.

—Es verdad que no manejo la verdad absoluta, pero en esta vida mentir es para los débiles. Así que, cuando te digo que pintas bien, lo digo en serio. Créeme.

Mentirosa.

Mentir en verdad es para los fuertes, porque las mentiras no se pueden sostener solo con algo aire. Hay que ser fuerte para construir ese castillo que en cualquier momento se puede derrumbar. Y tú lo sabías, Sehee, sabías que detrás de tu expresión amable había una chica llena de mentiras y dolor.

Aunque no lo dijeras, cada momento estabas luchando por seguir con esa farsa. Y te creí. Creí que absolutamente todo estaba bien contigo.

Una pequeña sonrisa surgió en mis labios por escuchar nuevamente el halago.

—Llevamos tres años viniendo al mismo taller, ¿solo me hablaste hoy porque me veía muy miserable?

—Justamente porque llevamos tres años aquí es conozco tu potencial y de lo que podrías ser capaz, así que no me gustaría que te rindieras por un comentario de alguien que apenas vio una parte de ti. Soy observadora aunque no lo parezca.

Y como si esas palabras hubieran sido un pase gratis, mostrarme a ti no pareció ser una idea tan mala. Mi mundo gris adquirió un poco de color por tu presencia.

¿Pero cómo iba a saber que tu mundo iba a seguir siendo tan incoloro?

¿Pero cómo iba a saber que tu mundo iba a seguir siendo tan incoloro?

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❥Last hug  ⁀⋱‿ ♡▕Jυɲʛƙơơƙ▏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora