07. Ravenclaw

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Los días siguientes pasan y la competencia entre Slytherin y Ravenclaw ha estado muy reñida.

Con el subidón de puntos que tuvo Slytherin por su último juego en contra de Ravenclaw en Quidditch, la casa de Slytherin tiene apenas trescientos y un tanto más en desventaja aún. Pero a pesar de esta diferencia, los papeles pueden darse voltearse de forma muy súbita en cualquier momento.

Y los integrantes de la casa de Slytherin saben muy bien esto. Cualquier situación puede pasar y esto hará que bajen o suban los puntajes, sin embargo ellos necesitan que los de su casa suban y los de Ravenclaw bajen.

Ravenclaw lleva 1440 puntos, Slytherin lleva 1130.

No obstante, Ravenclaw tampoco es una casa que se rinda fácilmente. Mucho menos Amelie.

Es por eso que Amelie para los siguientes días trata de no tener que ir e incurrir de forma ilegal a la Gran Biblioteca en la madrugada.
Y se preocupa por dormir mejor y estar más preparada en clase.

Ha estado estudiando muchísimo tratando de acertar cada pregunta que los profesores del Castillo le hagan.

—Buenos días, estudiantes —saluda el profesor Flitwick subido en un taburete para hacerse ver mejor por toda la clase—. Hoy veremos los siguientes encantamientos, así que vayan poniendo sus libros en la página trece de su libro de estudio.

Amelie y sus compañeros de su casa, junto con los estudiantes de la casa de Hufflepuff están presentes en el aula y todos buscan la página que indica su profesor.

—Hoy vamos a hacer el encantamiento para hacer que las cosas se arreglen—dice el profesor Flitwick con cierta emoción—. Pero esta vez no utilizaremos el típico hechizo de "Reparo", sino que vamos a involucrar un poco más de dificultad. ¿Muy bien?

La clase asiente.

—Para esto, vamos a aplicar el mismo hechizo, solo que agregándole "Renovado"— el profesor Flitwick explica a la clase—. Muy bien. Y el movimiento de la varita es normal, solo señalas el objeto con ella.

En eso, él solamente coloca un viejo zapato roto encima de una mesa de demostración. Señala el objeto con su varita entonando las palabras:

—"Reparo renovado".

En ese momento, un chorro de luz amarilla salió de la varita y rodea todo el objeto. En nada, el viejo zapato roto, se convierte en segundos en un zapato completamente nuevo y brillante, como recién sacado de la zapatería.

—Creo que si más personas saben de este hechizo, vamos a quebrar a todas las zapaterías, ¿no creen? —dice el profesor Flitwick con una risilla traviesa.

Toda la clase comienza a reír.

—Ahora, chicos, es su turno —el profesor Flitwick concede a la clase a comenzar a realizar el hechizo. Así que cada quien toma ya sea sus propios zapatos también o algún objeto que posean que ya está roto o desgastado.

Los estudiantes comienzan a probar. A muchos como siempre no les sale a la primera y deben de intentar varias veces hasta que logran llevar a cabo el hechizo. Muchos de ellos, lo logran a medias, no pudiendo dejar el objeto como completamente nuevo, pero sí al menos limpio o sin rupturas.

Amelie luego de estar buscando con qué realizar el hechizo considera que podría hacerlo con su mochila muggle.

Toma su propia mochila sacándole los libros y sus demás pertenencias. Algunos de sus compañeros la observan porque ¿Quién en su sano juicio trae una mochila muggle a Hogwarts? Pero es que su madre tenía un punto, no iba a comprar una bolsa extra cuando ya Amelie tenía una mochila que la había utilizado en la escuela muggle y estaba aún entera.

Su mochila ya estaba un poco desteñida. Era de color negro pero ahora se ve un poco más gris.

Señala con su varita y emite las palabras del hechizo, concentrándose lo mejor que puede. Inmediatamente, la mochila es cubierta por esa luz amarilla que ha salido de su varita, y para cuando se disuelve, la mochila ya no tiene partes descocidas ni tampoco es gris. Es completamente negra como cuando era originalmente.

Elian Nott, uno de sus compañeros de Ravenclaw observaba a Amelie muy cerca y no evita hacer un ruido de asombro cuando ve como ella logra reparar y renovar su mochila completamente.

Esto en definitiva llama la atención del profesor Flitwick, que se acerca a Amelie viéndose impresionado. Ella es la primera estudiante que logra hacer el hechizo desde la primera.

—Impresionante, señorita Collins—felicita el profesor —. Debido a esto, le daré a Ravenclaw cien puntos.

Esto hace que Amelie y sus compañeros, así como los estudiantes de la casa de Hufflepuff, abran los ojos como platos de la impresión.

—¿Qué? —dijeron varios al unísono.

No obstante, los estudiantes de Ravenclaw tienen una sonrisa de lado a lado. Y le aplauden a Amelie por ello.

Ella se hace pequeña en su puesto. No le gusta llamar la atención por ganar los puntos. Pero es que esta vez, ha causado una gran impresión en todos.

Esto hace que de forma muy rápida Ravenclaw pase de 1440 puntos a los 1540.

El profesor Flitwick está internamente muy contento por esto, y lleva una sonrisa discreta en sus labios. Él es el profesor líder de la Casa de Ravenclaw.

Por su lado, los chicos de Slytherin están sentados en uno de los patios del Castillo al frente de uno de los relojes del conteo de puntos.

Cuando Louis ve que sube la gema de color azul que representa a Ravenclaw y ve el número incrementando, él no puede evitar lanzar un resoplido frustrado.

—¿Qué? ¿Cómo es que Ravenclaw ha subido cien puntos de un solo tirón?

—¿Qué? —gritan los demás chicos Slytherin que están a su alrededor.

—¿Cómo es eso posible? —Eliza exclama entre furiosa y sorprendida mirando hacia el reloj.

—Esto debe de parar ya o sino ellos van a ganar la Copa de las Casas este año—comenta Liam meneando la cabeza.

—¡Cállate! ¡Eso ni lo menciones! —grita Alex ahora.

—Chicos, debemos de hacer algo para ganarle a Ravenclaw —comenta con premura Charlie Trueman, es una chica, no un chico.

Louis piensa rápidamente en alguna forma en la que Slytherin sea ganador de puntos o al menos, hacer que a Ravenclaw, le bajen los puntos por alguna situación que, quizá hagan mal, como un castigo.

En eso, recuerda algo.

—Chicos, creo que tengo una forma —dice Louis de pronto.

Todos sus compañeros y compañeras lo miran atentos a que hable, pero Louis inmediatamente menea la cabeza.

—No—dice él ahora —, lo haré solo yo.

—¿Qué es, amigo? —dice la voz de Wallas Peterson.

—Quizá te podemos ayudar —ahora dijo Melinda Richards.

Louis vuelve a menear la cabeza para sentenciar:

—Yo lo haré solo.

Amelie Collins y El Despertar De la Bruja Antigua Donde viven las historias. Descúbrelo ahora