Tras la victoria contra el St. Pölten en casa nos tocaba viajar a Madrid para enfrentar lo que muchos adoraban; el clásico.
Es cierto que no tenía la repercusión del clásico femenino; pero poco a poco la gente lo iba apreciando tanto como nosotras.
Cuando me monté en el autobús parado frente a la ciudad esportiva aquella mañana no pude evitar reparar en laa emociones presentes en las caras de mis compañeras.
Había desde tranquilidad en caso de las veteranas a incertidumbre y ganas en aquellas que nunca habían enfrentado un partido como este.
"¿Y a ti qué te pasa?" Le pregunté a Alexia cuando se sentó a mi lado mientras teníamos a Mapi e Ingrid al lado.
"Beth ha pasado mala noche y por mucho que Laura se ha encargado no he dormido mucho." Explicó la capitana mientras se apoyaba sobre mi hombro.
"¿Pero está bien?" Preguntó Ingrid.
"Si si, no le sentó bien la merienda por lo que parece" explicó Alexia "Mira que se lo tengo dicho a Alba, que la niña no está acostumbrada a comer dulce pero claro; ayer era tarde de tía y sobrina y se metieron entre pecho y espalda un gofre con vete tú a saber que más."
"Ósea que si se la dejas a Alba ¿pero a mí no?" Preguntó Mapi cruzándose de brazos.
"¿Iría Ingrid?"
"Em.. ¿Si?"
"Entonces si" dijo Alexia mientras asentía "Si va Ingrid si."
"¿Y eso porque?"
"Porque tú sola eres peligrosa; lo sé hasta yo" contesté "La última vez que te dejamos irte sola estando de vacaciones en Ibiza, antes de Ingrid debo apuntar; volviste con un tatuaje nuevo en la espalda y dos piercings."
"Estaba en oferta."
"En oferta está la mansión de Piqué y yo no voy y me la compro" apuntó Alexia.
"Porque Laura no te deja."
"Porque no lo haría por mucho que mi mujer me dejase." Refutó Alexia "Para que quiero yo una casa con 7 habitaciones, 4 baños y una cocina que ni un restaurante; ni que tuviera que compensar el tamaño de algo con una casa enorme." Dijo con los ojos cerrados mientras se abrazaba a mi brazo derecho.
Tras este comentario las tres restantes no pudimos evitar reírnos; Alexia no tendía a ser la graciosa del grupo pero si era la de los comentarios acertados en momentos claves, tal y como ahora.
"Ahora menos risas y más callaros que tengo sueño."
"A sus órdenes capitana oh mi capitana" contestó Mapi mientras hacía el saludo militar, lo que se ganó una peineta de Alexia aunque esta no hubiera abierto los ojos todavía "Tiene ojos hasta en la nuca tío."
"Te conozco que es diferente, ahora a callar" dijo Alexia cerrando la conversación.
Cuando llegamos al Prat nos hicieron posar frente al avión; estaba acostumbrada a ver imágenes como la de Alexia o Mapi en él pero sin duda alguna la imagen que más me gustaba ahora estaba ausente, la de mi Lucy.
Año nuevo, serigrafía nueva. Algunas seguían y otras faltaban.
Ley de vida supongo.
Como el avión era de uso nuestro, no teníamos porque preocuparnos en con quien nos sentaríamos; es cierto que algunas preferían compartir asiento pero otras, como yo, elegimos sentarnos solas.
Durante todo el vuelo disfruté de aquella lista compartida de música y de poder expresar lo que sentía a través de palabras; algo que ella me había inculcado.
Yo nunca fui de dejar salir mis frustraciones a través de algo escrito pero era algo que Lucy si hacía y que yo comencé a imitar al poco tiempo de comenzar a salir.
El partido pasó como un rayo y cuando me quise dar cuenta ya estábamos a escasos minutos del final; un final cuyo balance era positivo a favor nuestro, un 0-4 en su casa que significa la decimoquinta victoria consecutiva en este enfrentamiento; 53 goles marcados y solo 7 encajados.
¿Qué equipo masculino puede decir lo mismo?
Alexia se había quedado a pie de campo con algún periodista mientras el resto de nosotras lo organizábamos todo.
No solo habíamos ganado sino que Alexia había conseguido otro hito en su marca personal, la tercera máxima goleadora en la historia del club; no del equipo, del club.
Una mujer en el podium; una mujer que como siguiera así en un par de temporadas llegaría al 2 puesto sin lugar a dudas.
"¿Pero tú qué haces aquí?" Preguntó Jana antes de salir corriendo y tirarse sobre alguien.
"¿Tú crees que me lo iba a perder?" Preguntó Laura mientras se separaba de su prima "No solo porque es un clásico sino porque cabía la posibilidad de que esto pasara; tenía que estar aquí."
"Que yo también estoy eh" se escuchó desde la puerta antes de que sobre Jana saltara otro pequeño cuerpo "Hola prima."
"Hola mi vida" dijo Jana antes de dejar a Beth en el suelo por insistencia de la niña "¿Pero a dónde vas?"
"A presentarme a las nuevas" dijo la pequeña mientras se giraba y caminaba hacia mi "¿Me ayudas Onichan?"
"A lo que quieras peque." Dije dejando un beso en su cabeza "Ewa, Ellie, Kika, Sydney." Les llamé la atención.
"¿Qué pasa?" Me preguntó Kika acercándose a mi.
"Pasar nada, pero alguien quiere presentarse" dije mientras señalaba hacia abajo.
"Hola, mi nombre es Beth Putellas Fernández y quiero daros la bienvenida oficialmente al Barça." Dijo mientras les daba su sonrisa de mil watts.
"Who is this cute little girl? Alexia's cousin?" Preguntó Ellie mientras señalaba agachaba a la altura de Beth, cosa que la niña interpretó como una invitación a un abrazo; abrazo que por poco tira a Ellie si no fuera por Ewa.
"No."
"So?"
"¿Beth?"
"¡Mami!"
"Ahí está vuestra respuesta" contesté divertida mientras veía a la familia reunirse.
Lo de Alexia podía ser un mérito personal, del club y del fútbol femenino; pero también era un mérito familiar.
Porque este Barça es una familia.
Mi familia.
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Perdona Darling - Ona Batlle & Lucy Bronze
FanficHay veces que un 'Hasta Luego' es mucho mas doloroso que un 'Adios'. Un 'Adiós' es finito, un 'Hasta luego' incierto. ¿Como gestionarlo? Mundo LoveBall