One

372 46 2
                                    

Jeon Jungkook

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jeon Jungkook.

Montecarlo, Mónaco.
18 de Septiembre 2024.


¿Cómo era posible que esto estuviera pasando? ¿Cómo lo permití? Lo hiciste por él, me dijo mi subconsciente. Dicen que si amas a una persona, debes dejarla ir. Bueno, yo no pude; me negué a dejarlo ir. Aun así, mis esfuerzos no fueron suficientes, o quizás nunca fui suficiente para él.

Un leve codazo de Namjoon me sacó de mis pensamientos, aunque hubiera preferido que no lo hiciera. No quería presenciar este momento, pero debía hacerlo. Mi lógica era simple: si no prestaba atención, no lo recordaría en un futuro, ¿verdad?

Verlos parados frente al sacerdote fue suficiente para volver a abstraerme en mis pensamientos, recordando los hechos de la última semana. Si lo veía con otros ojos, incluso fue hasta divertido. Todos esos planes locos ideados no funcionaron, y por eso estoy aquí parado, viendo a mi hijo casándose con mi amante: Park Jimin.

Sentí una punzada de dolor al escuchar las palabras del sacerdote. Tal parecía que sí estaba prestando atención a la ceremonia. Sí, Jimin se casaba con Taehyung debido a que ya tenía aproximadamente dos meses de embarazo. Pero, ¿qué debería hacer si ese bebé también es mío?

Llevamos tantos años burlándonos de Taehyung, teniendo sexo a escondidas, devorándonos el uno al otro. Sabía que estaba mal; sabía que era el novio de mi hijo. Pero verlo gemir mi nombre mientras sentíamos la adrenalina de casi ser descubiertos follando se convirtió en una experiencia onírica.

¿Era por su parecido con la madre de Taehyung? No lo sabía, pero aún recuerdo la primera vez que tuvimos sexo. Cómo aquella discusión terminó en un beso apasionado. Cómo jadeaba igual que una puta rogando por mi nudo. Esa noche comprobé que Jimin era el mejor Omega del mundo entero.

Escuchar esa pregunta fue un golpe en mi orgullo

-¿Jeon Taehyung, acepta por esposo a Park Jimin?-.preguntó el sacerdote mirando a mi hijo.

- Sí, acepto -fue su respuesta, clara y firme como siempre. Estoy seguro de que yo hubiera tartamudeado.

Como buen masoquista, enseguida busqué los ojos de Jimin, esa ventana al alma que demostraba más de lo que él quisiera demostrar. Él miraba a Taehyung con amor; esos ojos marrones que había contemplado por tantos años ahora solo lo miraban a él. ¿Era egoísta querer que esos ojos me miraran a mí?

- ¿Park Jimin, acepta por esposo a Jeon Taehyung? -dijo el sacerdote.

Por favor, di que no, di que no pensaba esas palabras como si fuera un mantra. Quizás así funcionaría. Di que no, pero no funcionó. Él ni siquiera dudó.

- Acepto -respondió con esa voz que me hacía temblar las piernas, pero esta vez el que tembló fue mi corazón. ¿La iglesia habría escuchado su último latido? ¿Cómo seguía de pie? Es más, ¿qué hacía aquí todavía? Tenía que salir de aquí; no quería seguir presenciando la ceremonia.

Al parecer, no estaba siendo nada sutil. Namjoon otra vez me había dado un codazo. ¿Cómo podía siempre adelantarse a mis actos? Él sabía que esto era difícil para mí; entonces, ¿por qué no me dejaba ir?

Y como si lo hubiera invocado, la imagen de Jimin vino a mi mente. Esa era la respuesta; debía quedarme por él. Ya había interferido mucho en esta boda; no podía arruinarla aún más.

Él merecía ser feliz. Una salva de aplausos me despertó de mis pensamientos nuevamente. ¿Qué me perdí? ¿Por qué aplaudían? Y entonces los vi, y no quería aplaudir; quería llorar. La boda había llegado a su fin con el beso de la pareja.

 La boda había llegado a su fin con el beso de la pareja

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






Kim

Heart That LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora