Park Jimin y Jeon Jungkook comparten un secreto. Han sido amantes desde la llegada del coreano al equipo Red Bull. Ahora, deberán ser cuidadosos si no quieren que la situación sea caótica y Taehyung termine por enterarse.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jeon Jungkook.
Montecarlo, Mónaco. 7 de Agosto, 2024.
El camino hasta ahora había transcurrido en un cómodo silencio, con Jimin no había necesidad de llenar espacios; simplemente encajábamos en nuestros silencios. Nos detuvimos en un semáforo en rojo y el silencio se rompió.
-¿En qué piensas, Kook? -preguntó.
-Nada interesante -contesté sinceramente.
-Eso dices tú -se rio ligeramente-. ¿Podré verte en tu traje para la boda?
-Seguro, tienes permiso de verme en el probador -le guiñé el ojo sensualmente-; seré uno de los típicos padres del novio que usan un traje ridículo.
-Entonces muero por verte en un traje ridículo -se carcajeó; parecía estar de buen humor, posiblemente se debía a que está en cinta. Ya que sus feromonas se han vuelto más dulces que antes.
De pronto, el semáforo nos dio luz verde para avanzar.
-¿Estás seguro de que quieres casarte con Tae? -le pregunté.
-Recuerda que Taehyung encontró la prueba de embarazo por accidente. Él piensa que este bebé es suyo... Deberías estar orgulloso de tener un hijo tan responsable.
-¡Pero este bebé es mío! Además, todos sabemos que Taehyung está saliendo con Yoongi a escondidas. No es justo.
-Ya lo sé, cariño. Sin embargo, no puedo decírselo a la ligera: "Tae, mi embarazo es producto de mis aventuras con tu padre". No es algo fácil de explicar.
-No puedo creer que aceptarás su propuesta... Esta boda se ha convertido en un maldito circo.
-¡En el evento del año, mejor dicho! -rodó los ojos con apatía.
-¿Por qué lo dices así? ¿Acaso no quieres casarte? -pregunté rápido.
-Claro que sí, solo que es complicado -dijo a la defensiva-. No lo entenderías. Si me caso con Taehyung, al menos podremos seguir viéndonos. Nunca te dejaría, Kook. Te amo.
-Pruébamelo -lo incité a que contestara; quería entenderlo.
-Ya te he probado, papi -me sonrió torcidamente, haciéndome sonrojar.
-¡Jimin! -advertí, avergonzado, dándole un pequeño golpe en el brazo.
-¿Qué? -preguntó.
-No digas esas cosas -lo regañé, aún ofuscado; sus palabras habían calado hondo. Debía contenerme; el auto de Tae y Hana nos seguía de cerca. Aunque recordar la imagen de Jimin haciéndome una mamada hacía que la sangre bajara directamente a mi entrepierna.
-¿O sino qué? -contestó, retándome.
Noté el bulto que se estaba formando y puso su mano encima. Fue dejando caricias alrededor, dibujando la forma de mi pene.
-O te saltaré encima -dos podían jugar este juego, joven incitador.
Quitó su mano y volví la vista hacia otra parte. Debía calmar mis pensamientos; no podía tener una erección en ese momento.
-¿Y si yo quiero saltar encima de ti, Kook? -preguntó interesado; ya nos habíamos detenido frente a una enorme sastrería de tres pisos.-¿Lo permitirías?
-Eso debes averiguarlo -acomode el bulto bajo mis pantalones y antes de que replicara salí del auto riéndome, punto para Jeon Jungkook..
-Prometo averiguarlo esta noche -me dijo al oído.
Un carraspeo avergonzado rompió la burbuja; no hacía falta ser adivino para saber que Taehyung estaba nervioso. El muy ingenuo piensa que Jimin y yo seguimos teniendo nuestras diferencias. Es por eso que nos pidió venir juntos en el automóvil.
-¿Qué tal estuvo el viaje? -nos dijo; su tono era neutro, tratando de disimular su curiosidad. Esa no era la reacción que esperaba.
-Genial -respondió Jimin-; tu padre estaba hablando sobre sus expectativas de la boda.
Taehyung sonrió complacido al respecto, como si estuviera orgulloso de que no nos hubiéramos matado en el trayecto. Taehyung y Hana entraron primero, dejándonos afuera.
-Te veré esta noche en tu habitación, cariño -fueron las palabras de Jimin antes de que empezara a caminar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.