Park Jimin y Jeon Jungkook comparten un secreto. Han sido amantes desde la llegada del coreano al equipo Red Bull. Ahora, deberán ser cuidadosos si no quieren que la situación sea caótica y Taehyung termine por enterarse.
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Park Jimin.
Amsterdam, Países Bajos. 25 de diciembre, 2021.
Fui invitado a la cena navideña de la familia Jeon como el nuevo novio de Taehyung. Su hermana y madre también estuvieron aquí. Después de que termino la cena, Hana y su esposo decidieron regresar a su casa para cuidar de su pequeña hija. La madre de Tae regreso a su hotel, pero nosotros... Tuvimos que quedarnos en la casa de Jungkook porque Taehyung se puso tan borracho que se quedó dormido en el jodido sofá de la casa.
Dejandome en una situación muy incomoda. Tuve que enfrentar al hombre que me dio la mejor follada de mi vida hace un par de meses. Aún recuerdo cómo le suplique que lo sucedido en Buku no volviera a pasar. Jungkook había cumplido su promesa. Pero ahora todo es diferente, volví al mismo error de mi pasado.
¿Que demonios estoy haciendo? Creo que me he vuelto totalmente loco. Pero la excitación se vuelve cada vez más fuerte, solo puedo gemir y jadear como la maldita puta que soy. La pequeña mesa cruje con cada embestida, exactamente la misma mesa en la que hace unas horas habíamos preparado la cena navideña, excepto que esta vez no estamos sentados preparando comida. Mis zapatos estan cruzados detrás de la espalda baja de Jungkook, atrayendo al otro hombre hacia mi con cada embestida. Mi cabeza esta en un ángulo extraño, mi cabello oscuro empujado contra la pared pintada de blanco, con la boca abierta y jadeando con cada embestida brusca.
-Ah, Kook... No tan fuerte, por favor. ¡Oh, puta madre!
-Joder, Minie... Joder.
Ninguno de los dos esta muy seguro de cómo una discusión sobre el campeonato pasado nos ha llevado a este encuentro nocturno, pero aqui estamos, follando en la mesa de la cocina. Atados por algún tipo de destino de mierda, similares en nuestras diferencias y ambos yendo a los extremos para alcanzar nuestros objetivos.
Mientras Taehyung está a unos metros, totalmente dormirdo. Yo muerdo mis labios para no gemir tan fuerte el nombre de su padre y despertarlo. Si nos atrapa, será nuestro fin. Pero se sienta tan bien, que no puedo detenerme. Los pantalones de Jungkook está a la altura de mis rodillas, un reflejo de la naturaleza apresurada de este encuentro, mientras que su mano está en mi cuello. El agarre era más una amenaza simulada, ya que ambos sabemos que no puede estrangularme realmente, pero lo alento, casi sometiéndome a Jungkook en el tiempo que pasamos juntos. Jungkook también tiene el descaro de mantener un intenso contacto visual, como siempre lo hace, desafiándome sin saberlo y también embistiedome de la manera correcta, lo que provocó un gemido cuando mis ojos se cierran de placer y mi cabeza golpea de vez en cuando contra la pared.
Los sonidos de la piel al ser golpeada se mezclan con nuestros gemidos compartidos, mientras que mi agujero se aprieta alrededor de la gruesa longitud dentro de mi culo, buscando más con avidez llegar al clímax. Mi polla esta dura y se balancea con cada embestida, brillante en la punta y golpeando contra la parte superior de mi cuerpo todavía vestido.
