Thirty days | DekuKatsu

Chupon.

Había programado una cita con un entrevistador para el fin de semana, Katsuki se había ganado el entrar en el top diez de héroes, y así también una cola enorme de fans que estaban interesados en saber de el.

Recibía demasiadas invitaciones a programas televisivos o de radio, había una fila enorme siempre a donde fuera que vaya para formar suéters o pósteres de el, por supuesto el siempre accedía aunque fuera con gritos de por medio.

Ultimamente su novio Izuku, quien estaba en el top quince, se estaba comportando un tantito celoso con el, aveces se ponía un poco posesivo y le sacaba algún comentario pasivo agresivo, pero se retractaba al ver como Katsuki sacaba un comentario agresivo agresivo contra el.

Izu no era un chico de peleas, el era un pacifista de primera, pero –porque había un pero– si se trataba de asuntos con su novio, era un tanto diferente.

Izuku no se consideraba así mismo un hombre celoso, el era mas bien cuidadoso. Al ver como tantos hombres alababan a su Kacchan su sensor de celos tóxicos se activo. Y aunque sabía de antemano que Kacchan era único y especial, por supuesto que cuando se entero que Katsuki tendría una entrevista a solas en una cafetería y para colmo con un hombre y para aun mas colmo de noche y tomando el único día libre de la semana donde podían pasársela juntitos se enojo mucho –a su estilo–.

—Kacchan... —un lindo puchero se formaba en los labios rositas de Izuku al ver como Katsuki no desistía de ir a esa cita en la noche. Kastuki rodó los ojos al oír el lamento, era como la quinta vez en dos horas que se quejaba silenciosamente de su cita.

—Deku, ya está programado —se quejo Katsuki— Ademas ya habíamos "hablado" de esto, iré y punto. —Izuku blanqueo los ojos con exasperación.

—¡Kacchan! —volvió a quejarse, levitando un poco en el proceso. Al notarlo Katsuki no pudo hacer mas que contar hasta diez para no cometer asesinato. Luego de calmarse Katsuki volteo a verlo lentamente. Izuku tenia el brazo cubriéndose los ojos mientras fingía sollozar— Eres tan cruel, sales con otro mientras yo te espero en casa..

Aquello fue la gotita que necesito Katsuki para que una vena creciera en su frente y humo saliera de sus manos, lo siguiente que sintió Izuku fue una palma caliente estrellarse en su mejilla y una pequeña explosión que lo dejo en el suelo con el pelo chamuscado. Al segundo la alarma contra incendios se encendió mojando toda la sala— ¡¿Vez lo que provocaste?! —grito Katsuki al notas como su ropa se empapaba y se le comenzaba a pegar al cuerpo. Su fino y delineado cuerpo.

Izuku se lamió los labios al verlo, y Katsuki se sonrojo de sobremanera cuando vio aquel movimiento, inconsciente mojo sus labios sintiendo como algo parecido a una cuerda se enrollaba en su cintura levantándolo, los latigos...

Sus mejillas se pusieron calientes, y un pequeño vaho salió cuando suspiraron al estar cerca y sentir el aroma del otro, al sentir sus bocas tocarse simplemente todo exploto en burbujas de colores, Katsuki podía olvidar todo cuando sentía la lengua cálida de Izuku entrar en su boca y explorarlo todo.

Y podía perder la conciencia cuando sus besos húmedos bajaban a su cuello lamiéndolo en el proceso, aquella lengua húmeda delineando su clavícula le volvía loco. Aquella boca succionando su cuello le ponía super mal, sentía como su pene estaba durísimo solo con aquellos rojos.

La boca de Deku en su piel se sentía tan bien, podría venirse solo con sentirlo succionando su manzana de adan— Hmm... Ah... Zu-zu.. —sus gemidos se volvieron mas fuertes a medida que la situación seguía y seguía, sin importarles que la sala estuviera mojada en su totalidad.

—¡Deku! —los gritos rabiosos de Katsuki Bakugo se escuchaban por dentro del apartamento de ambos héroes, Izuku se escondía dentro del baño mientras esperaba a que su fiera se le bajara el enojo— ¡¿Que mierda, Deku?! ¡Tengo una puta entrevista hoy! ¡Justo hoy! —los gritos no paraban y es que a Izuku se le había ocurrido dejar un gran chupon en el cuello de Katsuki. Y se aseguró que fuera un área visible e imposible de tapar.

—¡Lo siento, Kacchan! —grito desde dentro del baño con una sonrisa, era claro que no lo sentía en lo absoluto.

El pobre Kastuki salió en televisión nacional con una mancha roja en el cuello y fue la noticia del año, todas la redes sociales se volvieron locas al notarlo. Y todo especulaban quien seria su pareja.

Ando luciéndome con esto one-shot.