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POV ELIZABETH

Luz.

A lo lejos logro ver una luz muy brillante, tan brillante como la luz de las estrellas en un cielo nocturno.

Pero es extraño...

Es una luz diferente, tan diferente que en lugar de salir en su búsqueda lo único que me provoca verla es alejarme, alejarme de esos destellos abrazadores que cuando tocan mi piel no hacen mas que quemarla, derretirme.

Miedo.

Eso es lo que me provoca esa luz así que a la primer oportunidad huyo para alejarme y evitar que me queme viva, huyo lo mas rápido posible evitando obstáculos que no logro diferenciar pero si esquivar, huyo por salvar mi vida.

Corro y corro hasta que mi cuerpo choca contra un enorme muro, un muro que a pesar de mis fuertes golpes no logro derribar y cuando siento la luz destellar sobre mi espalda veo la vida pasar frente a mis ojos.

—¡Ahhh!—grito sentándome de golpe al despertarme de esa pesadilla, la misma que me ha despertado cada noche desde hace mas de un mes. Sostengo mi pecho agitado intentando calmarme.

La puerta de mi habitación se abre de golpe asustándome.

—¡Puedes callarte de una puta vez!—grita mi padre arrastrando su voz y entiendo el porque cuando veo una botella de licor en sus manos y su ropa mal puesta—, ¡Ya me tienes cansado tú y tus gritos!

—Lo siento papá—me disculpo agachando mi cabeza bajo su mirada amenazadora—, te prometo no volver a gritar.

—Solo eres promesas—gruñe molesto—, ¿Por que tuve a una hija tan estúpida?—se queja antes de cerrar la puerta de mi habitación de un portazo.

Un nudo se forma en mi garganta al escuchar sus palabras, no puedo contenerlo mas y suelto un sollozo. Cubro mis ojos intentando no llorar ya que esto es lo de siempre pero a pesar de ello, nunca logro acostumbrarme.

Pom-pom mi gatito se sube a la cama paseando su suave pelaje por mis brazos y poniéndome su lindo rostro frente a mi, verlo me hace sonreír.

—No habla enserio ¿cierto Pom-pom?—le pregunto al gatito cuando lo abrazo contra mi pecho, siento su lengüita pasarse sobre mi blusa dándome su amor—, de nuevo tuve esa pesadilla, no logro comprenderla.

¿Estas hablando con un gato? si, si lo hago. Como casi todo el tiempo.

Permanezco despierta por un buen rato mas a pesar de que el reloj marque la 1 de la madrugada y mañana tenga trabajar pero es que...últimamente no solo son las pesadillas lo que me atormenta, desde hace varios días he comenzado a sentir algo...extraño.

Muy extraño pero, siento como si alguien me observara.

Me estas preocupando, necesitas un psiquiátrico. Lo necesito desde que comencé a tener charlas contigo mente querida.

Buen punto.

Y no es que solamente yo me sienta observada, también he notado que Pom-pom se siente a disgusto aqui en la casa, gruñe demasiado y siempre busca la manera de mantenerse solo a mi lado como si algo lo perturbara.

¿Fantasmas? lo dudo.

Aunque no descarto la posibilidad. Y no puede ser eso ya que no solo me pasa aqui en casa, también me siento observada mientras conduzco mi bicicleta por las calles, en la librería donde trabajo o mientras camino de regreso a casa. No he visto a nadie seguirme ni nada por el estilo pero no miento al decir que siento una mirada, de esas que ponen un peso en tus hombros y te hacen sentir inseguro y desconfiar de todo. Mi vida no es para nada fácil y ahora inventarme estas cosas sin duda me llevaran al borde de la locura.

La Herencia MalditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora