POV ELIZABETH
—Eli ¿Te sientes bien?—pregunta Nathan llamado mi atención—, oye has estado demasiado extraña desde esta mañana ¿Todo bien?
Contéstale tonta, no solo te le quedes viendo.
—Si, estoy bien—digo fingiendo una sonrisa que el chico frente a mi se cree—, es solo que algo me asusto.
—¿Pero estas bien?—insiste preocupado—, no olvides que estoy aqui para ti.
Hay es una cosita adorable. Lo se, por eso estoy enamorada de él.
—Lo se Nathan—digo y comienzo hablar de otra cosa para cambiar de tema. Me he sentido muy nerviosa no solo desde ahora si no desde anoche, luego de la discusión con mi padre que me rompió el corazón me fui a mi habitación a desahogarme y por absurdo que suene podía sentirlo, no se que siento en realidad lo único que se es que esta allí a mi lado siempre. Y el encontrarme mi bicicleta reparada empeoro todo porque se que no fue mi padre
¿Entonces quien lo hizo? Aún no lo se.
Una fugaz y penetrante mirada vuelve a mi mente, lo que me tiene mas que asustada es aquel extraño hombre que parecía una estatua observándome desde el otro lado de la calle, jamás lo había visto pero era extraño, extraño porque...era como si su presencia me llamara, podía sentir hilos invisibles halándome a su ser y cuando salí a la calle para verlo mas de cerca, él simplemente había desaparecido.
Muy rara tu vida. No tienes ni porque recordármelo.
—Debido a que no ha sido su mejor día, le he comprado esto señorita Rhys—mis mejillas se sonrojan cuando veo a Nathan en una pose caballerosa entregándome una bonita rosa blanca—, un detalle sencillo pero hecho con mucho amor.
¿Por que este idiota te confunde tanto? ¡Cállate!
—No tenias porque molestarte Nathan—temblorosa tomo la rosa que me ofrece—, es muy hermosa gracias.
—Es casi tan hermosa como tú—señala haciendo que mi corazón de muchas volteretas en mi pecho.
¡Date tu lugar que no juegue contigo!
—No deberías tener estos gestos conmigo—digo sintiéndome triste, el que haga este tipo de cosas solo me desilusionan más porque se que no es real.
—Pero quiero hacerlo, eres mi mejor amiga—Auchh, eso si dolió mas que dejar de beber Coca Cola por una semana. Le sonrió débil.
—Eres el mejor Nathan, por favor nunca cambies—le pido, siempre prefiero la felicidad de otros que la mía y eso...eso me ha traído muchos problemas en la vida.
...
—...uchas gracias!—agradezco a la dependiente que me entrega mi hamburguesa de doble queso acompañada de papas fritas y té frio.
Salgo del restaurante 24/7 viendo la hora en mi reloj, 11:20 de la noche ¡Joder en que momento me cogió la noche! por suerte vengo en mi bicicleta y me será mas fácil llegar a casa que esta a tan solo unas calles de aqui. Guardo mi comida en la mochila poniéndome en marcha sobre mi vieja amiga que no me defrauda, la fresca brisa nocturna golpea mis mejillas mientras pedaleo por las calles desoladas y un poco oscuras. Se que no esta bien que ande sola a estas horas de la noche pero no puedo hacer nada al respecto además de que no tengo a nadie quien me acompañe.
Que triste tu vida. La nuestra querrás decir.
Manejo con cuidado porque ya varias veces me he caído de culo por llevármelas de Toretto y conducir a máxima velocidad, desde esas experiencias prefiero ser precavida.
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La Herencia Maldita
FantasyElizabeth, una joven que siempre creyó ser común, descubre que su sangre es la clave que puede igualar la balanza entre la luz y la oscuridad. Como última descendiente de un linaje antiguo, su existencia es una fuente de fuerza capaz de otorgar un p...