Vi y Caitlyn dándose mucho amor en escenarios muy sexys que me invento de la nada.
Disfruta <3
(No hay portada porque no tengo imaginación para eso).
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. .
<3
⚠️ Me fumé algo ⚠️
. . .
—Eh... ¿Qué es esto?
¡Bienvenida! Esta es la Tierra Warwick. En esta extraña tierra hemos encontrado que la princesa Caitlyn... ¡Está perdida de nuevo! Parece que Jinx está involucrada en eso.
Una ventana aparece sobre su cabeza, dándole aquella indicación.
—No puede ser... ¡Estoy en el juego!
Vi se observa a sí misma; su cuerpo y sus prendas están conformadas por píxeles de muchos colores.
Interesante.
De repente la pestaña con letras desaparece permitiendo que pueda moverse, cómo el juego ordena, libremente. Saltando de izquierda a derecha y haciendo rápidos giros en el aire.
—Vaya, esto es... Raro. Pero, bueno. ¡Hora de salvar a la princesa! —Vi se queda pensativa durante unos instantes, contemplando su inesperada situación— Un momento... ¿Por qué Caitlyn es la princesa? ¿El juego se adaptó a mí? O sea que Jinx es Bowser... Ya que Caitlyn es Peach.
La pelirosa suelta senda carcajada que pronto se distorsiona, sonando de insólita manera. Hace una mueca de lo extraño que se ha oído y decide mejor solo continuar con la singular experiencia. Se le hacía que habrían cosas mucho más raras que esa.
Comienza a caminar en línea recta hacia adelante y los primeros topes se asoman; algunas pequeñas bestias lobunas aparecen, imitando los comportamientos de los dinosaurios en el juego original. Vi salta encima de ellos y los derriba para obtener puntos, los mismos se acumulan en una esquina de arriba. Más cosas se muestran; ladrillos flotantes para evitar su caída al vacío y arriba, levitando de igual forma, cuadrados azules con bordes dorados que, en lugar de darle monedas, sueltan gemas HexTech.
—¿Okay...? —dice extrañada, sosteniendo la gema entre sus dedos, pero solo por unos segundos porque la gema pronto se junta con el resto de las que ya ha recolectado.
. . .
Ya había pasado varios niveles, incluso en algunos estuvo montada en la espalda de Vander—convertido en bestia, claro—, lo cual fue realmente... Peculiar. Aunque muchas veces simplemente terminaba en otro lugar, cómo si pudiera teletransportarse.
Por fin había llegado al último nivel del valle de Jinx, acompañada de sus hermosos guanteletes Atlas. Estaba lista para meter un golpe o dos y rescatar a su querida princesa de cabello azul.
