Palabra De Honor

capitulo 4

Sofi pov*

El desafío de la mañana había sido intenso, pero al terminar, todos nos reunimos a almorzar. Por insistencia de Mel, terminé sentada con él, Anaís y Marcianeke. Después del almuerzo, decidí tomar un rato de descanso en el patio junto a Mel.

—Estoy cagada de sueño—murmuré con los ojos entrecerrados.

—Y eso que yo me desperté más temprano que tú, y no estoy tan cansado. Vas a tener que acostumbrarte—respondió Mel con una sonrisa.

—No sé cómo lo haces. Igual me levanto temprano en casa si tengo que trabajar, pero esto es otra cosa—dije con poco ánimo.

—¿Y a qué hora es temprano para ti?—preguntó curioso, divertido.

—Como a las nueve—respondí riéndome.

Mel soltó una carcajada.

—¡Pero eso no es temprano, Sofía!

—Es súper temprano. Si no tuviera que trabajar, me levantaría a las doce del día—respondí, riendo junto a él.

—¿Y a qué hora empiezas a trabajar entonces? No es por ser entrometido—dijo, con evidente curiosidad.

—Trabajo desde casa. Tengo que administrar cosas. Solo voy a la oficina cuando es estrictamente necesario, y ahí sí madrugo—aclaré.

Mel asintió.

—Ah, verdad que tienes una marca de productos. ¿Cómo se llama?

—BioEssence—respondí, con orgullo—. Son productos naturales.

—Nunca la había escuchado. Cuando salga de aquí, te prometo que compraré algo.

—Gracias. Te van a encantar—le aseguré.

Mel me miró con genuino interés.

—¿Y por qué decidiste lanzar una marca de Productos? —preguntó.

Me reí, sintiéndome como en una entrevista.

—Bueno, hay dos razones. La principal fue mi hermana mayor. Hace como cinco años le diagnosticaron rosácea, y le recetaron productos naturales que eran carísimos. Así que me puse a pensar: ¿por qué no crear mi propia marca y hacer algo accesible?

—Me imagino que te costó sacarla adelante—dijo, admirado.

—Mucho. Pero poco a poco, con publicidad y precios justos, se fue haciendo conocida. Sabía que mucha gente no puede costear productos caros, así que quise ofrecer algo de calidad a buen precio.

—Eso es admirable. No todos se atreven a emprender algo así—concluyó Mel.

Pasamos más de dos horas conversando, hasta que decidimos volver a la casa para integrarnos con los demás.

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En la sala, Karla y Sergio aparecieron con noticias importantes.

—¡Reclutas! Tenemos un anuncio. Por favor, formen filas—ordenó Karla.

Todos nos reunimos junto a las escaleras, expectantes.

—Buenas tardes, reclutas. ¿Cómo estamos?—preguntó Karla con energía.

—¡Bien!—respondimos al unísono.

—Abrimos los juegos de eliminación de esta primera semana. En esta ocasión, serán las mujeres quienes protagonizarán la contienda—anunció Sergio.

Cada equipo debía elegir quién competiría. En el mío, Natu prácticamente me imploró que la dejara ir, así que no me quedó más opción que ceder.