Cada día en el trabajo era una mezcla de emociones. No era fácil ser parte del equipo de ENHYPEN. Ser la persona encargada de editar los MVs de una de las boy bands más populares del momento significaba que mis días estaban llenos de trabajo, de detalles pequeños que tenían un gran impacto, y de momentos de presión que me recordaban lo importante que era lo que estaba haciendo.
Me encontraba en la sala de edición durante la mayor parte del día, rodeada de computadoras, monitores y cables. La luz de las pantallas iluminaba mi rostro mientras revisaba una y otra vez los clips de los chicos, buscando el ángulo perfecto, el movimiento ideal, las transiciones que dieran ese toque especial al MV. El trabajo era técnico, pero también muy creativo, y eso me mantenía completamente inmersa en cada detalle.
A veces, las grabaciones se alargaban, y tenía que quedarme horas extras para asegurarme de que el resultado final fuera perfecto. Era un desafío, pero era mi trabajo, y me gustaba. La satisfacción de ver el producto final después de tanto esfuerzo valía la pena.
Lo que más me impactaba era la cantidad de personas que formaban parte del proceso. Desde los camarógrafos como Soojin y Kyu, hasta los encargados del vestuario y la producción. Todos trabajábamos de manera coordinada, pero, al mismo tiempo, cada uno tenía su propio enfoque y sus propias prioridades. A veces sentía que el caos a mi alrededor me estaba absorbiendo, pero me mantenía centrada en mi tarea. Editar el video, ajustarlo hasta el último segundo, asegurándome de que cada movimiento de los chicos estuviera en sincronía con la música... todo eso me ocupaba por completo.
No era la primera vez que trabajaba en un ambiente como este, pero ser parte del equipo de ENHYPEN era diferente. Había algo especial en el aire, algo que me hacía sentirme parte de algo más grande. Como si, a través de mi trabajo, estuviera contribuyendo a algo que muchas personas disfrutarían. Verlos en el escenario, sintiendo la emoción de sus fans, me daba una sensación de logro que no había experimentado antes.
En cuanto a los chicos, la mayoría de las veces estaban concentrados en sus propios ensayos, sus propias grabaciones. No los veía demasiado fuera de la grabación o las sesiones de edición. Había momentos en los que entraban en la sala, ya sea para revisar algo conmigo o para hablar con el resto del equipo, pero la mayor parte del tiempo era muy profesional. Eso me tranquilizaba, me ayudaba a concentrarme en lo que tenía que hacer sin distracciones. Aunque, claro, a veces no podía evitar notar sus presencias. Cada uno de ellos, con sus personalidades tan diferentes, traía algo único al ambiente. Desde el líder Jungwon, que siempre tenía algo serio que decir, hasta Niki, que no paraba de bromear, cada uno tenía su propio espacio en mi mente.
A pesar de todo, lo que más me sorprendía era lo que sentía por el trabajo. Era intenso, sí, pero también era una especie de desafío personal. Había algo en el proceso de crear esos momentos perfectos para los MVs, de decidir qué se veía bien y qué no, que me mantenía enganchada. Sentía que estaba aprendiendo algo nuevo todos los días, que cada vez podía hacerlo mejor.
Aunque las tensiones en el aire no eran tan obvias aún, algo me decía que las cosas no serían tan simples como solo trabajo. Había miradas que compartía con los chicos, comentarios que hacían que mi corazón latiera un poco más rápido, pero, por ahora, todo eso quedaba en el fondo. Mi prioridad era mi trabajo, y eso era lo que me mantenía centrada. No quería distraerme, no quería que nada interfiriera con lo que tenía que hacer.
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Between the Shadows and The Stars | Niki Fanfic
FanfictionTN, una talentosa editora de videos musicales, consigue el trabajo de su vida al unirse al equipo de ENHYPEN. Mientras edita los MVs de la exitosa boy band, empieza a enfrentar no solo los desafíos de su trabajo, sino también la complicada dinámica...