CAPÍTULO 1

113 10 2
                                    

"FIESTA DE PRIMAVERA EL PRÓXIMO LUNES, UNÍOS AL MACROBOTELLON"

Se podía leer en cada esquina del instituto "Cure", Hazel Rosh, una chica del montón, tímida, estudiosa y con solamente dos amigos, se pensaba la respuesta que les daría a estos sobre si iría o no a la fiesta, pues a ella no le iban ese tipo de cosas que le gustan a todos los jovenes,  mientras todos los chicos y chicas de su edad, beben, tienen sexo y se drogan, ella se queda en casa escuchando música mientras observa como su vecino, Harry Styles, el chico más popular y por el cual medio instituto suspira, se enrolla con su preciosa novia, Sophia Edwards, una chica morena de ojos verdes, con un culo y unas tetas perfectas, la jefa del grupito de las animadoras, o como Hazel las llama, " El grupito de las sin ropa".

-Hazel, ¿Nos vas a decir ya si vienes o no?-Repitió por quinta vez Isaac.

-Sí, iré pero no creo que beba, ya sabeis, no me gusta el alcohol.

-Eres una sosa, por una vez no te va a pasar nada, o que piensas, ¿Qué por dos cubatas que te bebas te vas quedar embarazada del mismísimo Brad Pitt?-Dijo Susan riendo.

-He dicho que no me gusta el alcohol y no me gusta, no insistais, vosotros beber lo que queráis, a mi dejadme en paz.-Guardó sus libros en la mochila y corrió hacia la parada del bus pues este ya se iba.

Una vez Hazel llegó a casa, abrió su armario, se puso a buscar que podría ponerse para aquella fiesta, todo lo que encontraba eran sudaderas anchas y pantalones de chandal en los que cabian perfectamente dos luchadores de sumo, de pronto, entró su hermana Megan, haciéndola dar un sobresalto.

-Que pasa enana, ¿No tienes nada que ponerte?-Dijo su hermana amablemente.

-No, nada, solo tengo mis típicas sudaderas viejas con las que hago deporte y paseo al perro, lo más decente que encontré fueron estos vaqueros anchos y esta camiseta del pato Donald.

-Anda ven, te dejaré algo mio.

Ambas se dirigieron a la habitación de Megan, la cual la prestó unos vaqueros cortos ajustados que hacían resaltar su preciosa figura y una camiseta que dejaba al descubierto una cuarta parte del delgado abdomen de Hazel.

-Estás preciosa, pontelo con tus Vans negras y serás la reina de la fiesta.-La da un fuerte abrazo.

El lunes por la noche había llegado, Hazel se puso la ropa que su amable hermana la había prestado, no la gustaba, pero no quería parecer borde rechazando su bonito gesto, Isaac y Susan esperaban a Hazel en la calle, los cuales se quedaron asombrados al verla, pues nunca la habían tan bien vestida y mucho menos maquillada, llegaron al macrobotellon en el cual la mayoría llevaba ya un par de cubatas, Hazel no tocó ni un vaso en toda la noche, simplemente se sentó en una mesa, sola, y observaba como todos sus compañeros se liaban los unos con los otros, se chocaban contra las paredes o simplemente usaban el baño para mantener relaciones, Isaac y Susan se acercaron a ella para decirla que nadie quería que estubiera ahí ya que solo molestaba, estos que eran bastante egoístas, y preferían ser guays a estar con una persona que no le caia bien a nadie, la dijeron que no se la volviera a ocurrir dirigirles la palabra, pues era una aburrida, bastante triste y destrozada, Hazel se fue a casa, se puso su música y empezó a llorar, sus padres aporreaban la puerta con fuerza para que esta les oyera,  pero el fuerte sonido de sus auriculares lo hacian imposible, y para más ver, esta había bloqueado la puerta con una pequeña cómoda en la que guardaba su ropa más pequeña.

-Hazel, hija, abre la puerta por favor, cuéntanos que ha pasado.-Gritaba su padre desesperado por saber que le pasaba a su pequeña.

-Dejadla, ya hablaré con ella mañana, tiene 18 años, serán las hormonas, que las tiene revolucionadas y la dió un ataque de sensibilidad, no es una cria para que estéis encima de ella constantemente, ya se la pasará.

El silencio si hizo en toda la casa, no se oía ni a una mosca revolotear.

I am invisible to youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora