WYATT MILLER
Esa chica.
No puedo dejar de pensar en esa chica.
¿Por qué me quitó la mano? ¿Se pensaría que iba a hacerla daño? Yo jamás le he puesto un dedo encima a una mujer, y mucho menos lo haría con alguien como ella, tan indefensa, tan sola. Joder si es que solo de pensarlo me dan ganas de volver al bar para darle otro puñetazo al tío ese. No entiendo como puede dejarse tratar así, no me cabe en la cabeza. En cuanto salí del bar el viernes, supe que me arrepentiría, ella no quería que la ayudaran, ¿Pero que clase de persona sería si le hubiese dejado sola mientras ese tio le daba puñetazos? ¿A caso habrá pasado otras veces? No lo sé, pero creo que debería dejar de pensar en eso, al fin y al cabo es una chica cualquiera -pero qué chica- Tenía los labios curvados, el pelo color rubio platino, esas ondas, esos ojos verdes, joder si es que era preciosa. No me la iba a poder quitar de la cabeza en días.
- Eh
Me giré a mi padre cuando le escuché y vi que entraba por la cocina.
- Mira hijo, he estado pensando.... - En cuanto empezó la frase, supe que me iba a gustar lo que iba a escuchar - Puede que tengas razón, no has tenido oportunidad para ser quién quieres ser y en parte, yo y tu madre tenemos culpa de eso. Como ya sabes, tu madre viene en dos días, si te parece bien, le podríamos comentar como vería ella que fueras a Hunter.
- Dios, gracias a dios papá, muchas gracias.
Le dí un abrazo y me senté porque parecía que no había acabado de hablar.
-Bien, te explico, he accedido porque al parecer es lo que te hace feliz y ya sabes que lo único que quiero yo es que seas feliz hijo. Pero eso sí, no la líes, no quiero que el primer día salga una revista tuya con una botella de alcohol en la mano y con cuatro o cinco mujeres sentadas encima tuya - Esa frase me hizo gracia, tanto que me eché a reír a carcajadas - Eh, no te rías, que todavía estoy a tiempo de mandarte a trabajar otra vez.
-Gracias papá, sabes que me comportaré bien, muy bien. No te defraudaré de verdad.
El domingo, mientras estaba sentado en mi cama haciendo unos ajustes en las cuentas de MILLER, mi móvil sonó, me había escrito James:
Eh tio, ¿Que tal estas?
Hace días que no sé de tiNo sabía si contarle lo que me pasó el viernes, pero lo cierto es que necesitaba consejo de alguien, asi que le escribí:
Joder tio, te tengo que
contar una cosa
James es mi mejor amigo desde hace par de años, mi padre y su padre se llevan bien y un día coincidimos en un buffet, el cabrón era muy borde al principio, pero luego se soltó y la verdad es que desde entonces somos uña y carne. Hablé con James un rato, y me dijo que esta tarde nos veíamos, así que me vestí unos vaqueros para después de comer ir a su casa.Media hora después, sonó el timbre, así que me levanté corriendo, y fui directo a la puerta, en cuanto abrí, mi madre se tiró encima de mi:
- ¡Wyatt! ¡Cuánto te he echado de menos hijo!
- Yo también mamá, yo también.
Después de ponernos al día y que me contará muchas cosas - cuando digo muchas son muchas- me comí el plato de ensalada rusa que tenía guardado en la nevera y cuando terminé, fui a casa de James.
- ¿Qué pasa tio? ¿Cómo estas? - Me chocó la mano y entré a su casa.
- Pues aquí estamos ¿No me ves o qué?
- Siéntate anda, siéntate y suéltalo.
Le conté todo lo que me había pasado este finde, le conté que mi padre había aceptado lo de Hunter, le conté por supuesto que no me iba a separar de él aunque estuviéramos lejos. Pero sobre todo, me interesaba contarle lo que me había pasado con esa chica, así que bueno, estuve hablando con él un rato - un buen rato más bien - y por fin se dignó a decir:
- Me hablas de ella como si fuera la chica más guapa que has visto en tu vida colega.
- Bueno, es que puede ser que fuera así, no sé.
- ¿Y ya no sabes nada de ella? ¿Has vuelto a ir a ese bar? - Me preguntó James.
- ¿Qué? Ni loco, si vuelvo a ver a ese tio le mato, te juro que le mato
- ¿Pues qué quieres que te diga Wyatt? Solo te puedo decir que te la quites de la cabeza.
Después de hablar un buen rato con el cabrón de James, me fui a mi casa. Ya en nada tenía que hacer la maleta, uf, que nervios, a la puta universidad.
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COMO APRENDIMOS A SER FELICES
RomanceA veces todos hemos llegado a pensar que la vida consta de solo un camino, que nunca tendremos opción de ser lo que de verdad queremos y necesitamos. Todo eso cambió el dia que Wyatt conoció a Lea, una chica peculiar que sin duda, daría un extremad...