Capitulo 02

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"Narrado en tercera persona"


La atmósfera en el arena estaba cargada. El murmullo de la multitud crecía, y las luces brillantes iluminaban el cuadrilátero en el centro. Las sombras danzaban al ritmo de los latidos del corazón de cada espectador que ansiaba ver un espectáculo. Esta noche, dos personas se enfrentarían en un combate que prometía ser diferente a los demás.

En una esquina, con sus músculos marcados y una mirada decidida, estaba Christopher "The Destroyer" González, un luchador conocido por su velocidad y agilidad. Había entrenado duro para este momento, y con determinación. Su esquina lo animaba, ajustando los guantes y dándole algunos últimos consejos antes de que sonara la campana. A lo largo de su carrera, Christopher había ganado un 75% de sus peleas, mostrando su habilidad en el ring y acumulando un impresionante récord de 11 victorias, 3 derrotas y 3 empates.

En la otra esquina, se encontraba Maxwell "The Blessed" Morales. Su reputación como pegador letal lo había precedido; cada golpe que lanzaba era un recordatorio de su poderoso estilo. Había asegurado la victoria en un 85% de sus combates, con 10 triunfos, 2 pérdidas y 1 empate, lo que lo colocaba como uno de los favoritos del público. Su presencia era imponente, y con cada paso que daba hacia el centro del ring, generaba una mezcla de miedo y respeto entre los fanáticos.

La campana sonó, y el combate comenzó. Christopher avanzó inmediatamente, su movimiento ligero como una pluma, lanzando cómprates para medir la distancia. El público aclamaba a cada golpe que impactaba en el aire. Maxwell, con calma, observaba a su oponente, esperando el momento perfecto para contraatacar.

Los primeros asaltos se desarrollaron con intensidad. Christopher esquivaba los golpes pesados de Maxwell, utilizando su velocidad para mantenerse fuera de su alcance. Llevó a cabo su estrategia, lanzando combinaciones rápidas, mientras el Destructor aguardaba, buscando una oportunidad para aterrorizar con su singular golpe.

A medida que avanzaba el tercer asalto, la tensión aumentó. Christopher logró conectar un uppercut que hizo tambalear a Maxwell por un instante, lo que llevó a la multitud a estallar en vítores. Pero Maxwell, mostrando su resiliencia, sonrió con una risa torcida, limpiándose la boca y contraatacando con una poderosa derecha que impactó de lleno en el rostro de Christopher, llevándolo a la esquina.

The Destroyer se defendió como pudo, bloqueando con los brazos y tratando de salir de esa trampa. La arena se llenó de alaridos y gritos de ánimo cuando la campana sonó para finalizar el asalto. Ambos luchadores regresaron a sus esquinas; el sudor corría por sus frentes mientras escuchaban las instrucciones de sus entrenadores.

Con el cuarto asalto comenzó el juego de estrategia. Christopher, consciente de la potencia de sus golpes, decidió aprovechar su agilidad. Se movió rápido, lanzando jabs y combinaciones mortales, manteniendo a Maxwell ocupado. Pero él, siendo el veterano que era, comenzó a anticipar los movimientos del The Destroyer. Con un giro inesperado, Maxwell lanzó un gancho de izquierda que golpeó la mandíbula de Christopher, enviándolo a la lona.

El árbitro inició la cuenta, y el estallido de la multitud retumbó en el aire. "¡Uno! ¡Dos! ¡Tres!" Christopher se esforzó por levantarse, apoyándose en las cuerdas. Con determinación y gritos de su esquina, se puso de pie antes de que el árbitro llegara a diez. Continuó, pero la mirada en sus ojos había cambiado; la confianza se había transformado en una mezcla de desafío y resistencia.

Los asaltos finales estaban llenos de energía, cada luchador entregando más de sí mismo en cada golpe. En total, se realizaron 57 intercambios de golpes significativos durante la pelea, y ambos mostraron una resistencia notable, a pesar de que el 78% de los golpes lanzados por Maxwell fueron con potencia devastadora. El intercambio era implacable; los golpes se conectaban con una fuerza casi palpable, y ambos se negaban a ceder. La campana sonó una vez más, y el duelo llegó a su fin. El árbitro levantó ambas manos, destacando el esfuerzo de cada luchador.

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