~𝐿𝒶 𝓇𝒶𝓏𝑜𝓃 𝒹𝑒 𝓈𝓊𝓈 𝓇𝒾𝓆𝓊𝑒𝓏𝒶𝓈 ~ [SKZ x T/N]

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 3

El sentimiento extraño que le dejo la entrevista en el estomago le dio un mal sabor de boca en la mañana siguiente.

Casi no pudo dormir, al llegar a su casa lo único que hizo es quedarse mirando el techo desde su cama hasta que sus ojos se cansaron.

Le contó luego de la entrevista, que era dedicada a su equipo de farándula como modo de regalo, no quiso mencionarle nada más. Si tenía algo que ver con Topline era mejor no contar demasiado sobre sí misma si algo malo llegaba a pasar.

Se digno a levantarse de su cama para comenzar a terminar de empacar, debía hacerlo antes de las doce de la tarde si quería llegar a tiempo a la comida que su equipo le había preparado.

Mientras guardaba sus cosas en las cajas tiraba a la basura lo que ya no le servía y mantenía en una caja separa lo que quería regalar al edifico de departamentos, vecinos u otros lugares para caridad.

Logró terminar treinta minutos antes de la hora que había acordado comenzar a alistarse, así que por suerte termino de arreglarse mucho antes luego de terminar de empacar, dejándole tiempo para preparar adecuadamente el regalo para su equipo.

Había terminado la entrevista que había escrito, la digitalizó y luego la imprimió en limpio. La guardó cuidadosamente en una carpeta que metió dentro de un sobre grande, al cual le puso un moño, como si fuera un regalo. Se lo daría a momo, ella es la supervisora y encargada de su equipo. O de su ex equipo, debería de decir.

Lo hizo con mucho esmero. No le gustaba dejar las cosas a medias, especialmente cuando involucraban su futuro. Pero aunque la entrevista ya estaba lista, el estrés de los últimos días seguía presente.

Para calmarse, se había dirigido al gimnasio en la mañana, donde se desconectó por completo de los problemas repasando sus conocimientos sobre defensa personal. No fue un simple ejercicio; era una manera de liberar la tensión acumulada, de sentir que estaba tomando el control.

Al principio, sus músculos parecían no responder, tensos por la presión. Pero, poco a poco, con cada repetición, sus pensamientos fueron despejándose. Cuando terminó, ya no se sentía tan abrumada. Ahora podía pensar con más claridad, y con la mente más tranquila pudo terminar a tiempo su regalo.

Un mensaje llego a su celular, se encontraba sentada en su escritorio, el perfume que se había colocado en la ropa segundos atrás aun permanecían en el aire, ella vio la pantalla y leyó el texto, era Yeonjun. Le decía que ya era una muy buena hora para salir de su casa y llegar a tiempo para la comida.

Ella sonrió divertida. Dejó el teléfono a un lado y se levantó de su escritorio. Miró por la ventana, donde el cielo estaba cubierto de nubes grises. Parecía que iba a llover, pero no importaba. Agarró su bolso y salió al coche.

El camino hacia el restaurante Blind Spot fue tranquilo. El cielo nublado le daba un toque tranquilo al día. Mientras conducía, pensaba en lo que le esperaba. No era algo que le emocionara demasiado, pero sabía que debía hacer lo mejor posible para fingir que todo estaba bien. Había llegado allí para seguir avanzando, y tenía claro que las oportunidades no caen del cielo sin esfuerzo.