Ezria; Need You Around.

Sí, soy yo.

Por fin había llegado, y aunque el camino fue bastante corto para mí había sido eterno.

Entré al edificio, y hablé con la recepcionista quién me indicó en que piso podría encontrar al director.

Me dirigí al ascensor y llegué al piso en el que se encontraba la oficina del director del Art Company. Holding, la agencia donde todos los amantes de las comunicaciones, la publicidad e imagen veían como el paraíso. Claro, que no era fácil estar dentro de ella, si no eras el nuevo Kotler de la era, o tu padre no era dueño de las cadenas de mercado más grandes del país, no tenías posibilidad alguna de ser parte de ella.

Cuando las puertas se abrieron, y pude visualizar el escenario al que entraba. Era una majestuosa recepción si es que puede llamársele a sí, el techo parecía estar cubierto con oro, y había una gigantesca lámpara colgado en medio de este, creo que el porte de ella era muy superior a la que era mi habitación. Las paredes estaban cubiertas con un papel color beige y con diseños dorados estilo gótico encima, comencé a caminar hacia un gran escritorio que parecía de mármol donde al otro lado se encontraba sentada una mujer de sonrisa amistosa.

— Buenas tardes, busco al Sr.... — Comenzó a buscar dentro de mi cartera el papel donde el Sr. Thoms había anotado el nombre del Dr. Del Holding, pero creo que lo había perdido, lo que me hizo ponerme aún más nerviosa de lo que estaba.

La mujer frente de mí, sólo sonreía algo divertida. Se parecía algo a mi abuela, era ya mayor, tenía aproximadamente unos 50 años y tenía una mirada muy tierna — ¿Tú eres Aria Montgomery? — me preguntó curiosa.

Paré de buscar en mi bolso, y sonreí — Sí, soy yo—

— Srta. Montgomery, estuve llamándola toda la mañana. El director tuvo una urgencia familiar y tuvo que viajar rápidamente a Francia, por lo que tuve que suspender todas sus reuniones.

Al escuchar estas palabras, sentí que todas mis ideas se caían a pedazos. Sé que el Sr. Thoms no se molestaría, no era culpa mía. Pero quería volver a la oficina con esa campaña en mis manos. Miré a la mujer con tristeza y miré al suelo, me sentía derrotada. Y creo que la mujer lo notó.

— ¿Era muy urgente, Señorita? — Preguntó preocupada.

— Sí... Pero no se preocupe, creo que tendré que volver otro día... De esta reunión dependía mi trabajo, pero tendré que esperar... Muchas gracias... — Me di la vuelta y comencé a caminar hacia el ascensor, cuando de pronto la escuché decir... — ¡Srta. Montgomery! — Por lo que volví hacia ella.

— ¿Qué sucede?

— El Sr. Ravenscroft, mandará a su hijo a recoger unos papeles muy urgentes que necesita, el también es su asistente en algunos asuntos, si quiere podría esperarlo unos minutos para poder conversar con él.

— ¡Sí! Me parece fantástico, muchas gracias... — Dije con una sonrisa— ¿Cuál es su nombre?

— Llámeme Mindy, a sus órdenes

— Esta bien Mindy... Podría decirme ¿dónde está el tocador? — Dije algo avergonzada —

Me dirigí hacía allá y comencé a retocarme un poco el maquillaje, ¿cómo sería el hijo del Sr. Ravenscroft? Sería el típico hijo de papá que se jacta de su dinero para mirar en menos a los demás... O sería un guapo y seductor joven. Al salir del baño y al acercarme a Mindy, escuché como terminaba de hablar por teléfono... — Muy bien Sr. La haré pasar a la oficina de su padre, nos vemos—.

— Señorita Montgomery, pase a la oficina del Sr. ¿desea un café, o agua mineral?

— Un café estaría bien, muchas gracias.

No pasó ni un minuto, y ya tenía mi café. La oficina era bellísima y muy amplia, tenía un toque muy clásico, un escritorio de madera sumamente elegante, unos gigantescos sillones y unas bibliotecas llenas de libros. Y por supuesto, muchos diplomas, fotos y afiches publicitarios que jamás en mi vida había visto. Desperté de mis pensamientos cuando sentí que alguien entró a la oficina y cerró la puerta. Yo estaba sentada frente al escritorio y de espalda a la puerta, por lo que no pude ver de inmediato a la persona que entró.

— Disculpe, pero Mindy no alcanzó a decirme su nombre, entré muy rápido— Dijo mientras se sacaba una elegante chaqueta negra y se sentaba, hasta que finalmente me miró y ambos quedamos perplejos — ¿Aria...?

Veo que ya hay personas leyendo la novela <3 Espero que me digan que les parece en los comentarios :3 y voten por ella, ¡Muchas Gracias! <3.