RAIN. - theodore nott.

10.

Avery's

Notaba que no me contestaba. ¿La cagué? ¿Fue muy directo?, mis pensamientos fueron interrumpidos por su respuesta.

— Sí.. — Contestó grave y bajo.

Puse una mano en su espalda y la sobé. — ¿Cuando?

— Cuando tenía 12 años.

— ¿Y por que falleció?.

— Mi padre la dejo pudrirse en una cama.

Ambos nos quedamos callados.
Estaba sorprendida, nunca lo supe. Me separé de su pecho para mirarlo a los ojos.

— ¿Por que?. — Fruncí el ceño.

— Por que es malo. — dijo con los ojos cerrados. — Toda la vida la ha golpeado, y toda mi vida me ha golpeado a mi.

— ¿Por eso son tus marcas en los brazos?.

— Sí. — Sorbió su nariz. — Y tengo una cicatriz mas grande en el abdomen bajo.

Me quede callada unos minutos. — ¿Puedo verla?.

El se separo un poco y se levanto la camiseta junto al buzo, y bajo un poco su pantalón. Tenia una cicatriz gigante, roja, debajo de un tatuaje en forma de araña.

— ¿Como te hizo eso?. — dije mientras pasaba mi dedo por la cicatriz.

— Me corto con un cuchillo. — Hablo bajó. — Tenia 15, y había salido sin su permiso.

Estaba horrorizada. Mi corazón estaba apretado de dolor por el. Lo miré, con tristeza, y el solo abrió los ojos y me miro.

— No me tengas pena. Odio la pena. — Dijo serio.

Lo abrace fuerte, y esta vez el que enterró su cara en mi pecho fue el. Acaricié su espalda suavemente y sorbí mi nariz.

— ¿Lo sigues viendo?.

— De vez en cuando. La ultima vez fue en la fiesta de Ravenclaw, que me drogue. — Sentí como el metió su mano por dentro de mi camiseta, acariciando mi espalda. — Me pego una cachetada por mis notas. Están bajas. Pero la verdad no me importa.

Suspiré y apoye mi mentón en su cabeza. Nos quedamos callados un rato sin decir nada. Hasta que me separe, tomé su rostro entre mis manos y lo mire.

— Sabes que siempre voy a estar, ¿No?. — Sus ojos brillaron. — No dudes en venir a mi si te pasa algo... y gracias por contarme. — Sonreí ligeramente.

El se quedo unos segundos en silencio, mirándome. Cuando en un momento juntó sus labios con lo míos. Era un beso suave, lleno de amor. Mi corazón dio un vuelco y se aferró mas a el. Las manos de el estaban en mi cintura, acariciandola ligeramente.
Al separarse, nos miramos y el susurró.

— Te amo Avery.

Quedé boquiabierta.

— Seré una mierda de persona pero te juro que te voy a proteger siempre, de cualquiera que se atreva a tocarte o hacerte daño. — Dijo pasando su mano por mi mejilla, acariciando esta. — Eres a la primera mujer que amo, después de mi madre.