Capítulo 3

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No sé qué hacer... ¿Cómo debería sentirme respecto a esto? Ram, aunque muerto, está acostado detrás de mí, haciéndome la cuchara. A ver, la superficie de su "cuerpo", por decirlo de algún modo, es cálida, pero por dentro está más frío que el hielo. ¿Qué hago? ¿Qué le digo? Creí que jamás lo volvería a ver si no era en fotos, pero ahí estaba... Por cierto, ¿los fantasmas necesitan dormir? No creo.

—¿En qué piensas, Kurt? —me preguntó.

—No sé. ¿Cómo es que estás aquí? ¿Por qué tú alma sigue aquí?

—Pues nomás. Kurt, tú ahora no los ves, pero hay más fantasmas en este mundo, aparte de mí, pero solo se muestran ante quienes quieren. Tú me puedes ver porque yo quiero que puedas.

Vaya, que curioso...

—Sigo confundido.

—¿De qué?

—No lo sé. Sigo sin poder asimilar el hecho de que estés aquí... y de que me hayas hecho eso —seguía enfadado por lo que había pasado en la ducha —. No es que no me alegre de verte, pero esto es simplemente surrealista. ¿Volviste de los avernos del infierno solo para abrirme el culo?

—Sí —rió.

—Te pasas de lanza, Ram.

—Lo sé. Por cierto, ¿Cómo están Veronica y las Heathers restantes?

—Ni puta idea, yo solo me las follo, tío.

—Pues ya no más de eso. Por cierto, Chandler dice que eres un pringado adicto al porno y que tú única forma de sentirte amado es con el sexo.

—¡Ella no dijo eso!

—No, pero ya te lo digo yo.

—¿Eres mi amigo o qué eres?

—Ahora soy tu novio, acostúmbrate.

—¡ESO NO FUNCIONA ASÍ!

—¡HIJO, A QUIÉN LE HABLAS? —preguntó mi padre desde la otra punta de la casa.

—¡A NADIE, HABLO SOLO, PA!

—¡PUES HAZ EL FAVOR DE NO GRITAR!

—¡PERDÓN!

Fruncí el ceño y este gesto se lo dediqué a Ram. Genial, ahora mi padre se creería que soy un enfermo mental y me mandaría al manicomio. Aunque, igual lo estoy, no sé.

—Mejor cállate, que mañana tengo que ir al cole.

—Te acompaño, pues. Por cierto, ¿no teníamos deberes de matemáticas?

¡MIERDA!

***

Estaba en clase, copiando lo que el profesor dictaba mientras Ram estaba distraído, mirándole la parte de abajo de la falda a Heather McNamara, que estaba inocentemente copiandolo todo, sin saber lo que ocurría. Fruncí el ceño. ¡Era injusto que yo tuviera que estudiar mientras él se la pasaba acosando a chicas sin que estás lo supieran. Además, según él, éramos novios, ¡no podía hacer eso!

A ver, no es que yo quiera ser su novio ni nada, no soy necrofílico, pero si él de verdad quería ser mi novio, debería empezar con dejar de hacer eso. Solo digo. Yo no lo voy a hacer porque no acepté ser su novio. Llamadme hipócrita, pero poneos un poco en mi lugar.

Me distraje un poco de clase y note que Verónica murmuraba cosas, nerviosa. Sus pies estaban agitados debajo de la silla, como si tuviera ansiedad o algo y su cara, aunque era un poco tapada por su cabello bellota, parecía sonrojada. ¿Qué le pasa?

Sonó el timbre.

Tal vez me distraje un poco más de lo que debía. Verónica se levantó rápidamente, algo nerviosa y recogió las cosas sus cosas para la siguiente clase. Murmuró algo que yo pude leer en sus labios: "Cállate, Heather".

El fantasma de mi amigo {Kurt x Ram}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora